¿Cuál es la diferencia principal entre las candidaturas de los señores Alessandri, Tomic y Allende?

-La postulación presidencial del señor Alessandri tiene una diferencia fundamental con las candidaturas de los señores Tomic y Allende. No nació de un partido único. Como la de Tomic; ni de una mesa redonda de colectividades políticas dominadas por el marxismo. Como la de Allende. Brotó del corazón mismo del pueblo de Chile, como una rebelión espontánea y viril en contra de la politiquería y de la demagogia, que son las causas de la desintegración moral, política, social y económica que vive el país. La ciudadanía busca en Alessandri al gran conductor. Al hombre fuerte y justo, que por encima de tendencias partidistas o ideologismos políticos gastados, sea capaz, en esta hora difícil, de guiarla y unirla en torno a una gran causa de salvación nacional.

El país está cansado del gobierno del Partido Demócrata Cristiano, sólo para los demócratas cristianos y de las injusticias, favoritismos, privilegios y corrupción que ello implica. No desea tampoco exaltar el odio y la lucha de clases que representa la dictadura marxista, que ha sojuzgado a tantos pueblos.

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Con Enrique Ortúzar, jefe de las comisiones del comando.

Anhela un gobierno para todos los chilenos, presidido por un hombre que sea ejemplo de autoridad, rectitud, desinterés y capacidad, y que haya dado pruebas de su voluntad irreductible de servir a Chile y especialmente a los más modestos y desamparados, al margen de ambiciones personales o intereses partidistas de cualquier otro orden.

-¿En qué consiste el programa del señor Alessandri y cuáles son sus puntos principales?

- Su programa se ha denominado de integración nacional y auténtica participación popular, porque propicia la incorporación de todos los sectores y fuerzas vitales de la nación al proceso político, social y económico del país, a fin de que el pueblo sea quien forje su propio destino y participe en el mayor bienestar material y espiritual a que tiene derecho.

Alessandri es el único de los tres candidatos que ofrece una seria, real y profunda transformación del régimen político institucional imperante, que es anacrónico y está corrompido por los vicios de la politiquería y de la demagogia, que ha llegado a extremos tales, que están socavando todas las actividades nacionales y destruyendo todos los principios y valores representativos de la chilenidad.

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El entusiasmo de sus partidarias.

Por medio de la drástica reforma de la Constitución, Alessandri como el médico con el bisturí, extirpará este verdadero cáncer de nuestra democracia que está impidiendo el desarrollo económico y social de nuestro país.

Esta es la gran reforma de estructuras que Chile necesita. Ella permitirá el contacto directo del pueblo con sus gobernantes y que cada ciudadano, sin necesidad de recurrir al padrinazgo político, pueda ejercer sus derechos y obtener el logro de sus aspiraciones de acuerdo, exclusivamente, con sus títulos y merecimientos personales.

Al fin de que el pueblo pueda participar en las decisiones fundamentales relativas a la vida del país y zanjar las dificultades que surjan entre el Ejecutivo y el Parlamento, se establecerá el plebiscito y se facultará al Ejecutivo para disolver el Parlamento. Su reforma Constitucional pondrá término, además, a la interferencia indebida de los parlamentarios y políticos profesionales en la designación de los servidores públicos –que ha llegado hoy a límites inaceptables-, y que ha permitido que jóvenes asesores, sin otro título que el de pertenecer al partido único de gobierno, atropellen legítimos derechos de meritorios y antiguos funcionarios. Pondrá fin, también, a la intervención de la demagoga en los conflictos laborales y estudiantiles, que tanto daño causan al país.

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No le gustaban los periodistas.

Establecerá, finalmente, la responsabilidad del Parlamento y de los parlamentarios por los actos que realicen contrarios a la Constitución. Hoy disfrutan del privilegio que no tienen, por cierto, el Presidente de la República, los ministros de Estado, los magistrados, funcionarios ni ciudadano alguno, de estar exentos de roda responsabilidad en el desempeño de sus cargos.

En la forma precedentemente relacionada, el señor Alessandri terminará con los vicios de la politiquería y de la demagogia y de los desbordes del Congreso, causas principales de la inflación y cesantía que afligen al país.

Y porque propicia la sustitución de estos moldes políticos e institucionales anacrónicos y corrompidos, y porque con ello pondrá fin a los privilegios y prebendas de quienes disfrutan de ellos, se le combate despiadadamente.

En el programa de integración nacional y auténtica participación popular, que sustituirá el sistema imperante, que se caracteriza, como se ha visto, por el predominio e interferencia de la politiquería y demagogia, jugarán un papel preponderante los pobladores, la mujer, la juventud, los gremios y las empresas, la Administración Pública, las Fuerzas Armadas y de Carabineros, etc.

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No virar izquierda.

-¿Qué otros puntos del programa podría usted destacar?

-Por razones de espacio, sólo me limitaré a señalar algunos:

El problema de la desnutrición

Esa uno de los más graves que afrontará con decisión el señor Alessandri, ya que es la causa más importante de la mortalidad infantil, a la vez que afecta física e intelectualmente a los niños que sobreviven, quienes, más tarde, como adultos, están impedidos de participar en la vida de la nación.

Para este efecto, intensificará la producción de alimentos; mejorará las condiciones sanitarias ambientales, urbanas y rurales; estimulará la producción de nuevos productos proteicos destinados a enriquecer los alimentos de uso corriente; fomentará la prevención y tratamiento del alcoholismo, y creará un Consejo Nacional de Alimentación y Nutrición, que tenga a su cargo este problema.

Continúa mañana.