"Todo para atrás". Tanto en Psicopolitica como en INFOCRACIA, el filósofo Byung-Chul Han describe con suma claridad, como los medios de comunicación y redes sociales en manos del Capital, ejercen y guían la decisión de los votantes. La campaña del terror comenzó incluso antes de que se conformara la Convención Constituyente. Aquí no es el pueblo soberano, no es Chile, quien ha sufragado libre, en secreto e informado; por el contrario, es un individuo sumiso(a), con mucho medio, exprofeso desinformado y dominado por el poder de las 7 familias super-ricas, que hicieron su vergonzosa hiper-fortuna, gracias a la Constitución Guzmán-Lagos. Tiene lógica, ¿verdad? Ahora serán los señores congresales los que cocinarán al gusto del paladar de la derecha neo-liberal, señores políticos de partido, los que redacten el nuevo texto, que será la misma constitución del 80, solo que escrita en letra cursiva. Entonces, cuando llegue el momento de plebiscitar ese engendro de dudoso origen, votaré con gusto: RECHAZO. Guardaré la Constitución del pueblo (rechazada por lo mismo), a ver si en 30 años más, la ponemos de nuevo sobre la mesa, si la derecha oligárquica y sus ventrílocuos periodistas lo permiten.