Este caso es un escándalo similar al caso Dreyfus, por espionaje y traición a la patria en Francia 1898, en que fue injustamente sentenciado un capitán del ejercito Francés, que a pesar de demostrar contundentemente los errores, las falsas pruebas incluso, la confesión del verdadero culpable, la corte Marcial que revisa el caso, la misma que lo condenó, ratifica la condena. ¿Porqué?, Por no reconocer que fueron ligeros en revisar las pruebas, que había un alto componente de antisemitismo, Dreyfus era francés de origen judio, etc. Es más fácil y seguro para un alto tribunal ratificar una condena que reconocer un error, porque eso les mueve el tinglado, "la justicia no se equivoca" Acá en Chile, lo mismo, no van a reconocer jamás que son pencas, que se tragaron todos los montajes de los pacos y la fiscalía, cómo en el fiasco de la operación Huracán, o el caso Bombas. Acá en Chile ópera, más la presunción de culpabilidad, si eres mapuche, si tomaste los fierros alguna vez para defenderte de una dictadura asesina, si eres pobre, si tu forma de hablar es amariconado como decía Pedro Lemebel. Ya eres culpable de lo que se les antoje acusarte. Asi es la justicia Chilena, anticuada, antojadiza, y penca, donde todavía sobreviven pasteles del tipo Correa Bulo o Servando Jordan, una casta miserable que se siente por encima de los demás que hacen la vista gorda cuando se trata de condenar, pacos, milicos. Políticos o grandes empresarios, porque eso les asegura privilegios, auto de lujo con chofer a la puerta. Prueba de ello es que a diferencia de Perú, acá en Chile no se suicida ningún ex presidente por temor a ser investigado, la sangre nunca llega al río. Aquí hay impunidad garantizada, pero a la gente, al parecer le gusta que las cosas sean así, es la idiosincrasia. Vivir en la mentira, en una democracia sin igualdad ante la ley no les preocupa, por lo menos al 62 %, de los chilenos, no es tema. Que se jodan!