Más de un semestre de mandato debió transcurrir para que Javier Milei se anotara su primer triunfo legislativo. Tras más de 13 horas de debate, el Senado aprobó la ley de "Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos". Frente a una votación que arrojó un empate de 36 a 36, la vicepresidenta Victoria Villarruel terminó de inclinar la balanza a favor del oficialismo, mientras en los alrededores del Congreso se libraba una fuerte represión a las protestas.
El grito de victoria llegó desde el Poder Ejecutivo a través de un comunicado oficial, donde afirmaba que "es un triunfo del pueblo argentino y el primer paso hacia la recuperación de nuestra grandeza, habiendo aprobado la reforma legislativa más ambiciosa de los últimos 40 años". En una comunicación previa, la misma Oficina del Presidente había denunciado la presencia de "grupos terroristas que con palos, piedras e incluso granadas, intentaron perpetrar un golpe de Estado".
El éxito legislativo no fue gratuito. Habida cuenta de la franca minoría que detentaba el oficialismo —con apenas 7 legisladores propios de los 72 que conforman la Cámara Alta—, La Libertad Avanza terminó cediendo en decenas de ejes centrales de la ley, tras horas de negociaciones que llevaron a que la sesión se extendiera hasta entrada la madrugada local.
Entre las principales capitulaciones se ubicó el recorte de empresas estatales a privatizar. Si bien el oficialismo ya había reducido de 40 a 11 las firmas de la lista antes del ingreso del proyecto, durante el debate debió excluir a las compañías Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina, conglomerado de medios públicos. Sin embargo, se mantiene la posibilidad de privatizar los ferrocarriles, en virtud de lo cual horas más tarde se oficializó la declaración de la emergencia ferroviaria.
Por otra parte, el Gobierno abortó su proyecto de reforma previsional que suponía la eliminación de la moratoria que habilitaba la jubilación de personas que no contaran con la cantidad de aportes salariales exigidos legalmente. Según especialistas, la derogación propuesta hubiese implicado que 9 de cada 10 mujeres no pudiera jubilarse a los 60 años, dado que apenas el 10% de las trabajadoras logra completar los 30 años de aportes al alcanzar la edad de retiro.
Entre las principales capitulaciones se ubicó el recorte de empresas estatales a privatizar. Si bien el oficialismo ya había reducido de 40 a 11 las firmas de la lista antes del ingreso del proyecto, durante el debate debió excluir a las compañías Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina, conglomerado de medios públicos. Sin embargo, se mantiene la posibilidad de privatizar los ferrocarriles, en virtud de lo cual horas más tarde se oficializó la declaración de la emergencia ferroviaria.
En el mismo sentido, fue declinada la iniciativa de restaurar el impuesto a los altos ingresos, que el propio Milei había apoyado eliminar en noviembre de 2023, cuando —desde su banca como diputado— apoyó el proyecto del peronismo que ahora buscó retrotraer.
Por otra parte, el oficialismo aceptó limitar los sectores productivos en que se podrá aplicar el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), que prevé exenciones impositivas a fin de atraer capitales foráneos. Este capítulo, que es el que más cuestionamientos despertaba, ya no aplicará para "cualquier sector" sino para para la "foresto industria, infraestructura, minería, energía y tecnología", siempre y cuando cumplan con los requisitos correspondientes.
Sin embargo, pese a las concesiones, el Gobierno se aseguró la delegación de facultades legislativas al presidente y la declaración de las emergencias en materia administrativa, económica, financiera y energética por un año. En esos puntos, al igual que en el capítulo de reforma del Estado y privatizaciones de empresas públicas, debió definir la vicepresidenta Villarruel, dado que la votación de los senadores arrojó un empate.
Vuelta de página
"Este es el primer triunfo contundente del Gobierno a nivel parlamentario. Ahora se inaugura una nueva etapa para el oficialismo: el Congreso le ha dado las herramientas que necesitaba, y ahora el presidente deberá hacerse cargo de sus decisiones", dijo a Sputnik el analista político Santiago Giorgetta.
"Esto le da un claro respiro al presidente Milei en medio de una situación difícil para el Gobierno, tanto por la recesión como por el golpe que supusieron todas las internas fuertes que se cobraron la salida del jefe de Gabinete, al igual que las denuncias contra distintos funcionarios", remarcó el consultor.
En las huestes oficialistas el resultado fue celebrado como un triunfo. "Es un éxito haber logrado aprobar la ley a pesar de estar en minoría. Estamos poniendo un cartel de aviso que indica que Argentina es un país receptivo para las inversiones", celebró en diálogo con Sputnik Alberto Benegas Lynch, diputado nacional de La Libertad Avanza.
Dado que el Senado impuso cuantiosas modificaciones a la redacción original, ahora la iniciativa volverá a la Cámara Baja que podrá aceptar los cambios o, en caso de reunir dos tercios de los votos, promulgar el texto primigenio. "Desconozco si insistiremos con el proyecto original, pero el aprobado ayer es beneficioso. El tablero de control lo tiene el presidente, así que esperaremos a saber la estrategia", reconoció el legislador.
El arte de la negociación
El precio que pagó el dispositivo gobernante quedó reflejado en las concesiones aceptadas. Giorgetta ironizó sobre la cantidad de mutaciones que atravesó el proyecto original. "Originalmente esta era una Ley Ómnibus, pero después terminó achicándose hasta el punto de parecerse más como un automóvil pequeño: lo que salió es muchísimo menos que lo que esperaba el oficialismo en un primer momento", sostuvo.
"Este es el primer triunfo contundente del Gobierno a nivel parlamentario. Ahora se inaugura una nueva etapa para el oficialismo: el Congreso le ha dado las herramientas que necesitaba, y ahora el presidente deberá hacerse cargo de sus decisiones", dijo a Sputnik el analista político Santiago Giorgetta.
El propio Benegas Lynch reconoció que "la Ley Bases fue podada, pero de todos modos los capítulos vinculados al mercado laboral y la atracción de inversiones son muy importantes. Es una clara señal institucional para garantizar seguridad jurídica".
Giorgetta apuntó que -independientemente de la forma a través de la cual se logró el visto bueno del Senado- lo cierto es que, con la iniciativa aprobada en la Cámara Alta, se inaugura una nueva etapa para el oficialismo. "Llegó el momento de hacerse cargo de la toma de decisiones: Milei ya no puede acusar a la 'casta política' de poner trabas a su Gobierno".
"La etapa que se abre implica hacerse cargo de la suba de tarifas y del costo de la recesión. Con la Ley Bases aprobada, ya no habrá excusas para no responsabilizarse por el impacto del ajuste desplegado", indicó el analista.
Lee el artículo original en Sputnik
Comentarios
Añadir nuevo comentario