El hecho que Hugo “El Pollo” Carvajal, ex director de inteligencia militar de Venezuela, se haya declarado culpable en un tribunal norteamericano a una semana del comienzo de su juicio es una clara señal que llegó a un acuerdo de colaboración. Su testimonio podría no solamente afectar al gobierno del dictador Maduro, sino que también a ciudadanos de otros países cercanos al régimen de Caracas.

Carvajal, ex general de 65 años, se declaró culpable de narcotráfico y narcoterrorismo ante un tribunal federal estadounidense. Aunque su pena máxima es de cadena perpetua, su colaboración cambiará ese escenario legal.

Una semana antes de que Carvajal se declarara culpable, Gary Berntsen, un agente retirado de la CIA envió una carta al presidente Trump, pidiendo su intervención con la Fiscalía Sur de Nueva York, para que use el testimonio de Carvajal en cosas relevantes y no pierdan su tiempo en concentrarse en cargos antiguos de narcotráfico ocurridos hace más de diez años, y se preocupen de la información que tiene el ex militar en asuntos de seguridad nacional norteamericana.

Según el ex agente de la CIA, que conoce muy bien los asuntos de Venezuela, entre las informaciones que Carvajal podría ayudar figuran: la creación y expansión del Tren de Aragua en el mundo y operaciones que involucran a los servicios de inteligencia de Cuba, Rusia, China e Irán en Estados Unidos.

Un elemento importante que tiene Carvajal, según el ex agente de la CIA, son los nombres de ciudadanos norteamericanos que trabajaron como espías, y continúan algunos hasta la fecha, para el régimen de Venezuela. 

El ex agente de la CIA tiene razón en que la información de Carvajal es mucho más relevante que los ya antiguos casos de drogas, que sin duda no debe ser obviados, pero que no tienen la misma importancia para la comunidad de inteligencia norteamericana.  

“Hay indicios que el régimen de Venezuela está actualmente ayudando a los servicios de seguridad iraníes para realizar un ataque inminente dentro de los Estados Unidos. El conocimiento de Carvajal de estas personas y sus métodos todavía son relevantes y pueden ser claves para prevenir los ataques”, señala el ex agente de CIA en su misiva a Trump.

Algo no esperado fue que en su carta asegura que Carvajal tendría además información sobre las cuestionadas elecciones del 2020, y una posible intervención electoral en que Trump perdió. De ser así, se entendería el por qué ninguna agencia de inteligencia se acercó al ex general durante los dos años que lleva preso en Estados Unidos, ya que dichos datos hubieran afectado al entonces presidente Biden. 

Berntsen, incluso le pide a Trump que el ex general Carvajal sea trasladado a una instalación militar segura como la Base de los Marines en Quántico, Virginia, donde podrían tomar su testimonio y no arriesgar su seguridad.

Ex funcionarios del Departamento de Estado, expertos en Latinoamérica, certifican y validan saber de las intenciones de Carvajal de haber querido colaborar, desde enero del 2020, con Estados Unidos. Explicaron haber visto cartas con puño y letra del ex general con mensajes ofreciendo su ayuda con inteligencia clave para los norteamericanos. Indicaron además que todo fue enviado a sus superiores en las agencias correspondientes. Lo mismo señalaron agentes del FBI retirados que tuvieron acceso a esa información cuando estaban activos. Esto demuestra que la voluntad de colaboración que tenía Carvajal desde hace más de cinco años era real. 

Lo que jugó en contra para Carvajal, fue que dos meses después de sus mensajes a Washington D.C., la pandemia del Covid congeló los viajes de los agentes interesados en ir a Madrid a obtener más datos. El mundo cesó sus funciones habituales con las restricciones de vuelos y el caso de la cooperación del general quedó pendiente, aunque algunas comunicaciones sobre una posible colaboración continuaron años después, pero sin resultados.

Otro obstáculo para el general fueron los celos y rivalidad entre las agencias norteamericanas. Para los que investigan casos de narcotráfico, como la DEA, su foco es sólo esa materia y poco ayudan a sus colegas en temas de inteligencia o seguridad nacional. Los ejemplos son muchos, en que los narcos extraditados desean hablar de mandatarios y jefes policiales involucrados en sus carteles, pero los agentes y fiscales se niegan a escucharlos. 

La desconfianza de otros acusados del gobierno de Maduro en cortes de la Florida es que, en la mayoría de los casos, los fiscales no sólo se niegan a escuchar temas de seguridad nacional, sino que cuando estos persecutores se retiran, luego trabajan como abogados de defensa de otros acusados venezolanos, e influyen en sus excolegas para ayudar a sus representados. En otras palabras, pasar por la fiscalía en Miami significa convertirse en millonarios defendiendo a narcos que meses antes demonizan en sus conferencias de prensa. 

En el mundo de las redes de inteligencia hay preocupación por el testimonio de “El Pollo” Carvajal. Saben que contará todo y puede ser clave en la razón de Trump para sacar a Maduro. El ex general nada tiene que perder y seguro que conoce muy bien el dicho: “Alábate pollo que mañana te guisan”.