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Miércoles, 6 de Agosto de 2025
Sábado Negro

Caídas de ministra de Justicia y de jefe de gabinete marcan fin de un improvisado primer año del gobierno de Boric

Víctor Herrero A.

La partida de Marcela Ríos era cuestión de tiempo, dado el accidentado proceso de nombrar un nuevo fiscal nacional. Las razones para la salida del influyente asesor y amigo personal del Presidente, Matías Meza-Lopehandía, no están claras aún, aunque todo apunta a que también dice relación con este proceso. Como sea, sin haber cumplido aún un año en el poder, el mandatario está acompañado de cada vez menos ‘compañeros de ruta’.

Tras más de dos meses de un infructuoso proceso por nombrar a la persona que encabezará el Ministerio Público en medio de una de las peores crisis de seguridad pública que ha experimentado el país en las últimas décadas, ayer en la tarde el Presidente Gabriel Boric pidió la renuncia de la ministra de Justicia, Marcela Ríos, la que -en teoría- era la encargada de llevar adelante la nominación que ya ha naufragado en dos oportunidades en la sala del Senado.

A ello se sumó en los últimos días los indultos que concedió el mandatario, la mayoría para condenados en el marco del estallido social y a un ex frentista, Jorge Mateluna (para más sobre este último caso, ver artículo de portada de hoy).

“¡Boric mató a la Ríos, y la remató en el suelo!”, asegura un miembro del Senado. “Eso no se hace, menos con colaboradores de confianza, y es un maltrato que no se condice con la perspectiva de género de este gobierno que se dice feminista”.

“Debido a que hubo desprolijidades en la ejecución de mi decisión de conceder indultos, y considerando la necesidad de fortalecer la gestión política del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, he decidido aceptar la renuncia de Marcela Ríos Tobar a dicha cartera”, aseguró Gabriel Boric ayer en la tarde en un punto de prensa en el palacio presidencial.

Poco antes, alrededor de las cuatro de la tarde de ayer sábado, el gobierno había emitido un comunicado en el que daba a conocer la renuncia de la ministra y su reemplazante. En la última frase de éste se aseguraba que “del mismo modo, el Presidente de la República ha aceptado la renuncia de Matías Meza-Lopehandía en el cargo de jefe de gabinete”.

¿Qué sucedió para que dos nombres, que formaban parte del elenco original del gobierno de Apruebo Dignidad, fueran despedidos por Boric?

La caída de Marcela Ríos -la primera socióloga y cientista política en asumir la cartera de Justica, y quien se desempeñó durante más de una década en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- no fue tan sorpresiva. Las nominaciones fallidas de José Morales y Marta Herrera para asumir como Fiscal Nacional eran, al menos sobre el papel, su responsabilidad. También la lista de indultados que anunció Boric hace una semana -ejerciendo su derecho constitucional-, que, también en teoría, debían ser supervisados por ese ministerio.

A ello se sumaba el anuncio de la oposición de derecha de iniciar una acusación constitucional en contra de Ríos.

Un viejo dicho asegura que “el hilo se corta por lo más delgado”, y ello pareció ser el caso de la ministra. Esto porque Ríos también se enfrentaba a las poderosas ministras bacheletistas Ana Lya Uriarte (Segpres) y Carolina Tohá (Interior), que en ocasiones ejercían presión por nombres distintos a los que proponía la jefa de Justicia y que habrían resentido que Ríos no hubiera hecho lo suficiente para defender a sus candidatos -José Morales, en el caso de Tohá; Marta Herrera en el de Uriarte- en sus presentaciones ante el Senado.

Respecto de la caída de la mano derecha de Boric existen dos interpretaciones. La primera es que Meza-Lopehandía fue parte del grupo que se opuso con vehemencia a la nominación de Ángel Valencia como nuevo jefe del Ministerio Público.

Apruebo Dignidad vs Socialismo Democrático

La salida de Ríos era algo que muchos en el mundo político anticipaban. Lo que no veían venir era la forma y los efectos colaterales.

“¡Boric mató a la Ríos, y la remató en el suelo!”, asegura un miembro del Senado. “Eso no se hace, menos con colaboradores de confianza, y es un maltrato que no se condice con la perspectiva de género de este gobierno que se dice feminista”.

Pero, tal vez, lo más complejo políticamente fue la salida del jefe de gabinete del propio Boric, Matías Meza-Lopehandía. Hasta el cierre de esta edición, La Moneda no había dado a conocer a su reemplazante, a diferencia de la ministra, quien será sucedida por el abogado Luis Cordero, hasta ahora socio del prestigioso bufete Ferrada-Nehme, miembro del centro de estudios Espacio Público (co-fundado por el economista Eduardo Engel) y panelista o columnista en medios tradicionales como Tele13 Radio, El Mercurio Legal y el diario La Segunda.

La salida del jefe de gabinete -quien ha sido amigo y compañero de ruta de Boric desde al menos 2006, cuando ambos coincidieron en las aulas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, además que ambos militan en Convergencia Social- ha sido una sorpresa en el mundo político. Después de todo, el asesor era parte del ‘círculo de hierro’ del Presidente.

La segunda es que la salida del poderoso asesor presidencial se debería a que Boric se sintió traicionada por éste, al sentir que no le transmitía de manera fidedigna los roces y distintas miradas que sus ministras tenían respecto del tema de la elección de fiscal nacional.

Y el hecho de que el gobierno no anunciara un reemplazante ha levantado especulaciones de que se trató de una salida intempestiva.

Personas que lo han conocido aseguran que Meza-Lopehandía “tiene una personalidad conciliadora, diplomática, es alguien muy mateo”. En mayo de 2020, cuando se desempeñaba en la Biblioteca del Congreso Nacional como parte de la Asesoría Técnica Parlamentaria, redactó un informe de 19 páginas titulado “Elementos del proceso constituyente boliviano - Funcionamiento de la Asamblea Constituyente de 2006”, un texto factual y neutral sobre ese proceso constitucional.

Respecto de la caída de la mano derecha de Boric existen actualmente dos interpretaciones.

La primera es que, dentro del tensionado ambiente en La Moneda por la elección de fiscal nacional, Meza-Lopehandía habría formado parte del grupo que se opuso con vehemencia a la decisión de Boric de nombrar, en el tercer intento, a Ángel Valencia como nuevo jefe del Ministerio Público.

Pese a las presiones de agrupaciones feministas -que le achacan a Valencia defender a hombres acusados de abuso sexual-, y de agrupaciones de derechos humanos -que le enrostran la defensa del ex general de Carabineros, Bruno Villalobos, en un caso de tortura durante el régimen autoritario de Pinochet- Boric decidió nominarlo, contrariando a gran parte de su círculo más cercano.

Este círculo, integrado por camaradas de años o simpatizantes nombrados en importantes cargos cuando estaba en el zenit de su poder político en marzo de 2022, se habría opuesto. En tanto, los que llegaron después -es decir parte de la ex Nueva Mayoría reagrupada en el llamado Socialismo Democrático- habrían empujado, en esta pasada, por Valencia en un afán de ejercer una Realpolitik.

“El ambiente dentro de La Moneda está brutal”, comenta una persona que ha hablado con ambas facciones. “La gota que rebasó el vaso fue que Boric optara por Valencia en vez de Meléndez en esta ronda”.

Estas renuncias acentúan el giro del gobierno de Boric hacia la ex Concertación y ex Nueva Mayoría, en especial el bacheletismo.

La segunda interpretación es que la salida del otrora poderoso asesor presidencial se debería a que Boric se sintió traicionada por éste, al sentir que no le transmitía de manera fidedigna los roces y distintas miradas que sus ministras tenían respecto del tema de la elección de fiscal nacional.

“Meza-Lopehandía salió porque Gabriel Boric se dio cuenta que su jefe de gabinete no le transmitía de manera fehaciente lo que estaba sucediendo, las distintas opiniones que tenían sus ministras respecto a ello”, asegura una persona involucrada en el proceso de elección de Fiscal Nacional. “Traicionó la amistad al transmitir información inexacta”.

Según esta fuente, que tiene acceso tanto al poder ejecutivo como legislativo, no se puede descartar que las ministras mujeres se hayan quejado sobre el jefe de gabinete por tergiversar, o al menos no transmitir de manera correcta, las inquietudes de éstas.

Menos Frente Amplio, menos feminista

Las salidas de la ministra y del jefe de gabinete acentúan un giro del gobierno de Boric, que tras la aplastante derrota en el plebiscito constitucional del 4 de septiembre, comenzó a buscar auxilio en el mundo de la ex Concertación y ex Nueva Mayoría, en especial el bacheletismo.

Los dos grandes cambios de ministros realizado por Boric, terminaron favoreciendo a hombres.

Las ministras Ana Lya Uriarte y Carolina Tohá son parte del ADN de ese mundo. El nuevo ministro de Justicia, Luis Cordero, es cercano a ese mundo.

Boric no sólo esta cada vez más solo respecto de quienes formaron parte de su carrera política, campaña presidencial y primer gabinete originales -sólo queda Camila Vallejo del elenco debut-, sino que su apuesta por ser un gobierno feminista, aunque encabezado por un hombre, se está desdibujando.

En efecto, las dos caídas ministeriales más importantes en los menos de 10 meses de gobierno, llevaron consigo una reducción de mujeres. Cuando Giorgio Jackson salió de la Segpres debido a su débil desempeño, asumió la cartera de Desarrollo Social desplazando así a Jeanette Vega (PPD). Y Marcela Ríos fue ahora reemplazada también por un hombre, Luis Cordero.



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Comentarios

Comentarios

En menos de un año el gobierno izquierdista se transformó en uno concertacionista, de feminista a patriarcal y de ambientalista a capitalista.

Cuando uno duda en levantarse a votar un día Domingo por el mal menor, no piensa que va ha ser un mal taaaaan menor....o sencillamente va y vota por evitar que llegué un nazi confesional que ha declarado no tener sexo, si no que solo procrea...y va y vota y vota el muy ingenuo sin estar muy consciente que lo único que hace es ponerle piso a una tropa de maleantes, que tiene secuestrada a la ciudadanía en una mala, pero muy mala ficción de democracia. No caeré más en eso que me dijo un amigo, eso de que todo lo que es humano, no nos es ajeno....y ahora me lleva me recontra lleva el chanfle!

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