Cerca da la Ría de Bilbao, al norte de España en la comunidad autónoma del País Vasco, está situada Pikara Magazine, un medio de comunicación que nace en 2010, y que no se define como una revista especializada en feminismo, sino como un periodismo que trata todo tipo de temas sociales, políticos y culturales con una mirada feminista.
Con doce años de vida han recibido distintos reconocimientos, como el Premio de Comunicación no Sexista de la Associació de Dones Periodistes de Catalunya y el premio Periodismo Digital de la Asociación de Periodistas del País Vasco, entre otros, convertiéndose en un medio de comunicación de referencia para diversos feminismos.
INTERFERENCIA conversó una de las coordinadoras de la revista Pikara Magazine, María Ángeles Fernández, quien explica que rápidamente vieron que lo que tenían interés por publicar, la gente tenía interés por leerlo. En Pikara han instalado mediáticamente las formas normalizadas de sexismo, acosos machistas, violencia sexual contra mujeres, violencia simbólica, la menstruación, entre otros temas.
“Al comenzar decíamos que hacíamos periodismo con perspectiva de género porque en 2010 todavía al hablar de feminismo, te miraban como ‘bueno estas qué dicen’, pero siempre hemos hecho un periodismo feminista, usamos ese concepto que estaba más aceptado. Luego, ya empezamos a decir ‘hacemos periodismo feminista’, de hecho, artículos que hace siete años solamente podías leer en Pikara, ahora lo puedes leer en cualquier medio generalista del Estado español”, indica María Ángeles Fernández.
- ¿Cómo nace el medio? ¿Con cuántas personas iniciaron el proyecto?
- Lo montan cuatro compañeras, que son las que ponen un pequeño dinero para armar una web de inicio, esto fue desde sus casas, cada una tenía su empleo y lo hacían en sus tiempos libres. Había dos compañeras desde el inicio que estuvieron trabajando un poco más de cabeza, que son Andrea Momoitio y June Fernández, que son las que han estado en el proyecto desde el principio, pero en condiciones muy precarias, como autónomas. A partir de 2015, empezó una chica en prácticas, que es Tamia y que sigue ahora, porque no teníamos ni base de datos de socios, es decir, todo era un poco caótico.
Yo me incorporé en 2016 al equipo de coordinación, al principio como colaboradora freelance, había gente voluntaria que colaboramos en lo que podíamos. Creo que el punto de inflexión fue 2015-2016, para estabilizar más el medio, luego se arrendó esta redacción. Ahora mismo en el equipo somos cinco personas, cuatro como coordinadoras, de ellas tres somo periodistas, también está Tami que ve lo administrativo y como gestora, y una compañera que se encarga más de la distribución para la librería, la tienda online y las suscripciones.
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- Ustedes no se definen como una revista especializada en feminismo, más bien que abordan todos los temas con una perspectiva feminista, ¿podría ahondar en ello?
- Si entendemos cómo se clasifica tradicionalmente la especialización en el ámbito periodístico, diríamos que sería como una sección, es decir, como la sección de feminismos en un medio, pero nosotras creemos que el feminismo es una mirada que atraviesa todo el medio, no un departamento estanco en el que ahí puede caber equis tema.
Nosotras creemos que la mirada feminista puede abordar y traspasar cualquier tema, por ejemplo, cuestiones políticas, parlamentarismo, partidos, economía, extractivismo, derechos humanos, cultura, etcétera. Es decir, creemos que es la mirada que se aplica a cada tema que queremos escribir, porque cualquier tema puede ser mirado y analizado desde este punto de vista.
- ¿Cómo ha sido la recepción de los lectores con el trabajo que han hecho?
- La verdad es que bien, porque llevamos doce años. Cuando nació el proyecto en noviembre de 2010 no había una intención de un proyecto periodístico con una determinada proyección, sino que era un espacio para publicar temas que nos apetecía publicar y que en otros medios como que no había salida, te decían que no le importaban.
Entonces bueno, así nace el impulso de montar nuestro medio para publicar lo que queremos, sin ninguna pretensión de llegar a nada, pero rápidamente vimos que lo que nosotras teníamos interés por publicar, la gente tenía interés por leerlo, se empezó a compartir y así fuimos creciendo, de una manera orgánica, pero no planificada, mezclando nuestros deseos y también como el deseo lector.
"La gente tenía interés por leer el medio, se empezó a compartir y así fuimos creciendo, de una manera orgánica, pero no planificada".
Cuando nacimos decíamos que hacíamos periodismo con perspectiva de género porque en 2010 todavía al hablar de feminismo y de periodismo feminista, te miraban como “bueno estas qué dicen” “no son profesionales”, usamos ese concepto que estaba más aceptado, en la academia incluso también. Luego, a los dos o tres años ya empezamos a decir “hacemos periodismo feminista”, de hecho, artículos que hace siete años solamente podías leer en Pikara, ahora lo puedes ver en cualquier medio generalista del Estado español, es decir, incluso hasta en un medio de derecha, te pueden hablar de la menstruación, cosa que hace siete años no era posible.
Nos hemos sentido bien acogidas por nuestras lectoras, también incluso por los medios, pues hemos recibido muchos premios periodísticos y tenemos un hueco entre los medios alternativos. También hacemos alianzas, colaboramos con un montón de gente, la recepción ha sido positiva, sino, no estaríamos aquí después de 12 años.
De igual manera, creo que las temáticas, las preocupaciones que tenemos han ido entrando en las sociedades gracias al movimiento feminista, y no solamente en el Estado español, sino debido al empuje de América Latina y de otros territorios. Estos temas ya han calado en las redacciones y, aunque sea de manera esporádica o puntual cuando hay determinadas fechas, sí que se están presentes.
- ¿Les han dicho que hace activismo y no periodismo?
- Yo no he sentido eso, al contrario, cuando comparto espacios con otros colegas de la profesión, en cualquier evento o en un congreso, la verdad que todo el mundo recibe a Pikara, por lo menos desde mi experiencia personal nos miran con respeto, somos profesionales, también publicamos artículos de opinión, pero hacemos principalmente periodismo.
- Han señalado que toman elementos de Virginia Wolf con el Cuarto Propio, ¿qué piensa sobre la necesidad como mujeres de tener esos espacios para escribir?
- Creo que eso viene muy bien con lo que te decía de cuando proponíamos un tema a otro medio y te decían “esto no le importa a nadie”, pues nuestra respuesta fue “vamos a montar nuestro cuarto propio, nuestro espacio para publicar”. Eso como de inicio.
"Me siento una privilegiada por poder trabajar aquí, porque tratamos que la mirada feminista también esté en lo que es la organización"
Ahora mismo mi percepción o como yo lo vivo, es que yo me siento una privilegiada por poder trabajar aquí, porque somos pocas y tratamos que la mirada feminista también esté en lo que es la organización, es decir, que no sea solamente un texto que yo publico, sino todo lo que hay detrás, lo que no se ve, que es como toda la teoría de los cuidados que se aplique en la realidad. Todas las decisiones se toman por consenso. Hay horarios, pero si un día “mira no puedo trabajar hoy porque he tenido mala noche”, nadie me va a decir nada, porque no nos regimos por lógicas capitalistas, ni por lógicas de explotación laboral, aunque también curramos (trabajamos) mucho. Sientes que estás en tu casa, que esta es tu criatura, que es tu cuarto y que pues puedes sentirte cómoda en tu cuarto.
Por ejemplo, este año tuvimos un problema con un monográfico y todas nos hemos volcado para solucionar el problema, ver que se hace a tope, creo que esa lógica y formas de hacer, también es como un Cuarto Propio, compartido en este caso. Siempre decimos que Pikara es la casa de todas, también el espacio es como ves, hay gente que hace eventos, o si lo necesitan para una asamblea, pues se lo cedemos, que esto sea un espacio para todas en lo físico y en lo virtual.
- Respecto a la cobertura, ¿se centran en el País Vasco?
- El medio está acá en el País Vasco y estamos ligadas al territorio, pero publicamos de todo el Estado español, también con América Latina tenemos muchos vínculos, publicamos muchísimos temas de Centroamérica porque también en el País Vasco ha habido siempre un interés y una conexión desde el activismo de izquierda. Igualmente, publicamos de otros territorios de América Latina principalmente sobre la defensa del territorio y el extractivismo, también hay muchas periodistas españolas que viven en América Latina y nos proponen temas como freelance, también periodistas latinoamericanas nos proponen y si nos encaja, pues adelante.
- En su web, declaran que aportan una mirada crítica e interseccional, ¿cómo practican esto?
- Pues yo creo que en estos años Pikara ha sido un aprendizaje constante y la mirada interseccional o el posicionamiento interseccional, es una de los mayores enseñanzas que hemos tenido como medio y como equipo. En los textos intentamos mirar todas las variables que generaban discriminación y vulneración, como la clase, el sexo, la orientación sexual, el color de la piel, la racialización, pues si eres gitana o no, por ejemplo, todo eso tratamos de que esté.
"Pikara ha sido un aprendizaje constante y la mirada interseccional o el posicionamiento interseccional, es una de los mayores enseñanzas que hemos tenido".
Cuando nos planteamos Pikara, donde nos preguntamos quiénes estaban ocupando las publicaciones de los medios de comunicación, también llegó un momento en el que nos cuestionamos quiénes somos nosotras, pues éramos mujeres jóvenes, licenciadas, blancas, de clase media, que estamos viviendo en Bilbao, entonces nos planteamos qué voces no están escribiendo en Pikara e hicimos el ejercicio de que haya más periodistas racializadas.
Por ejemplo, de América Latina han escrito periodistas comunitarias, periodistas indígenas, periodistas migrantes que vienen acá y al final están trabajando en otras cosas, mujeres gitanas, mujeres con diagnóstico de salud mental, es decir, intentamos que las que escribimos en Pikara no seamos siempre el mismo perfil, sino que más allá de lo que escribamos, la importancia de quiénes escriben también, pues cuando sacamos un monográfico tratamos que estas perspectivas estén, a lo mejor no siempre, pero que en cierta manera esté presente en todas estas miradas.
- Y en el sentido económico, ¿cómo han podido sostener el medio?
- Fundamentalmente nos mantenemos por suscripciones, lanzamos una campaña de Navidad que nos fue bastante bien. Cuando hicimos las cuentas del año anterior, cerca del 45% de nuestros ingresos son por suscriptoras.
Paralelamente, tenemos una parte que queremos ir reduciendo -a ver si lo conseguimos-, y es que trabajamos para otra gente, por ejemplo, nos contrata una ONG para hacer una consultoría o llevar las redes para un congreso o hacer un estudio. Además, nos contratan para dar talleres de lenguaje inclusivo o para hacer talleres de periodismo feminista, entonces trabajos que nosotras hacemos para otra gente repercuten a Pikara y ese porcentaje antes era mucho más y ya estamos como reduciéndolo, para centrarnos más en lo que es nosotras. Hay una parte de publicidad, que tampoco es mucho, será como 10% aproximadamente, además está la venta de la revista de los números en papel, y luego subvenciones, pues como un 15% o algo así, o sea, un poco de cada cosa.
- ¿Qué proyecciones tienen?
- Últimamente lo que estamos trabajando un poco la parte interna de la organización. De la misma manera, nos hemos dedicado mucho a lo que es una empresa feminista, desde el año pasado somos una cooperativa pequeña sin ánimo de lucro, que eso implica también un cambio legislativo, más centradas ahí y dedicando esfuerzos.
Asimismo, este año queremos hacer la tercera edición del Congreso de Periodismo feminista, hicimos una primera edición en 2019 presencial, en 2021 tuvo que ser online, y este año, no sé si lo hemos contado todavía, pero la idea es hacerlo aquí en Bilbao, hacia octubre o noviembre, tenemos que trabajar en el programa y conversar qué temas queremos abordar, también tenemos la lógica de compartir todo lo que hemos aprendido estos años, de generar debates con otras compañeras que están en otros medios.
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