“Huele a OPA por todos lados”, es el comentario que se ha multiplicado entre inversionistas y personas interesadas en el mercado financiero al ver la impresionante curva al alza que ha tenido el precio de la acción de Clínica Las Condes en la Bolsa desde mediados de mayo hasta esta fecha.
La acción de la clínica, que es controlada desde 2019 por Cecilia Karlezi Solari, quien también es propietaria de Falabella, venía dando tumbos justamente desde mediados de ese año, cuando se transaba en precios un poco inferiores a $40 mil. En un par de años el valor del instrumento se desplomó llegando a mínimos que apenas superan los $10 mil pesos desde agosto de 2022 hasta hace unas pocas semanas atrás.
La primera suspensión ocurrió el 19 de mayo, cuando el valor del instrumento se disparó un 18,8%, y la segunda fue el 6 de junio, cuando el alza fue de un 19%. En ambas ocasiones la Bolsa pidió explicaciones a Clínica Las Condes, y en ambas ocasiones respondió lo mismo a través de hechos esenciales idénticos: “En relación a su carta de esta fecha nos permitimos informarle que esta Sociedad desconoce cualquier circunstancia especial o hecho relevante que pueda explicar la variación en el precio de cotización de sus acciones experimentado el día de hoy”.
El 15 de mayo el precio de la acción de Clínica Las Condes -según registros de la Bolsa de Santiago- fue de $11.113, repitiendo un desempeño similar al del último año en el cual la acción se mantuvo en precios de ese orden. Sin embargo en los días subsiguientes comenzó una escalada en el valor de este instrumento que tiene difícil explicación.
Un mes después, el 15 de junio, el precio ya había ganado más de un 60% de valor alcanzando los $17.939 al cierre de la jornada, para finalmente alcanzar su punto más alto en esta escalada el 6 de julio, cuando la acción de la clínica cerró a $28.419 en la Bolsa. Es decir, en cerca de 50 días, los papeles de la clínica controlada por Karlezi se encontraban a poco de triplicar el valor que tenían antes del 15 de mayo (vea el gráfico más adelante).
El cambio de valor fue tan significativo que en dos ocasiones la Bolsa de Santiago tuvo que suspender la transacción de las acciones de la sociedad desde mediados de mayo hasta la fecha, mecanismo que se activa automáticamente cuando ocurren variaciones significativas en los valores durante un solo día.
La primera suspensión ocurrió el 19 de mayo, cuando el valor del instrumento se disparó un 18,8%, y la segunda fue el 6 de junio, cuando el alza fue de un 19% al cierre de la jornada. En ambas ocasiones la Bolsa pidió explicaciones a Clínica Las Condes, y en ambas ocasiones respondió lo mismo a través de hechos esenciales idénticos: “En relación a su carta de esta fecha nos permitimos informarle que esta Sociedad desconoce cualquier circunstancia especial o hecho relevante que pueda explicar la variación en el precio de cotización de sus acciones experimentado el día de hoy”.
Durante mayo y junio se dispararon los rumores de una OPA (Oferta Pública de Adquisición de Acciones), mecanismo por el cual una sociedad o grupo manifiestan su interés de comprar una porción significativa de acciones de una compañía en un tiempo y precio determinado. Sin embargo, tal como describió El Mercurio Inversiones, Clínica Las Condes negó que existiera una operación de ese tipo, manteniendo en la oscuridad las causas que explican un alza tan importante.
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En los datos publicados por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) se pueden observar los movimientos en los principales accionistas de la compañía entre el primer y el segundo trimestre del año. Según estos datos no hubo movimientos en las sociedades del grupo controlador (Cecilia Karlezi, a través de Lucec Seis SpA e Inversiones Santa Filomena Limitada).
Los únicos movimientos relativamente significativos que se pueden ver corresponden a la corredora de bolsa de Larraín Vial que aumentó su propiedad en la clínica de un 3,45% a un 3,97%. Además, la corredora de Banchile pasó de 1.03% de la propiedad a 1,19%. En todo caso, los movimientos correspondientes a las corredoras de bolsa responden a terceros que a través de estos intermediarios transan las acciones de la compañía.
Otro movimiento relevante es la disminución de propiedad en la clínica de Siglo XXI Fondo de Inversión, el cual pasó de un 1,31% a un 1,03% de las acciones. Se trata de un fondo gestionado por Bice Inversiones Administradora General de Fondos, el cual cuenta con la dirección de la portfolio manager, Mabel Weber Álvarez.
Precisamente Weber asistió en representación de Siglo XXI a la última junta ordinaria de accionistas de Clínica Las Condes, la cual se realizó el 25 de abril de este año. A la hora de someter a votación la auditoría externa, los estados financieros, la memoria anual y los balances de la compañía, Weber presentó su voto negativo rechazando su aprobación.
Las juntas ordinarias de accionistas de Clínica Las Condes durante los últimos años han sido motivo de polémica, principalmente debido a la pugna interna que han tenido los nuevos controladores de la compañía (Cecilia Karlezi) contra históricos accionistas de la sociedad, como lo son un grupo de médicos de la clínica que tradicionalmente han tenido acciones, y por lo tanto, participación en su gestión y conducción.
El modelo de gestión antiguo de la clínica, anclado en formas tradicionales de administrar un recinto médico, ha entrado en conflicto con las visiones comerciales del nuevo grupo controlador, a quienes se les acusa frecuentemente de tener una visión de negocios heredada del retail, considerando la naturaleza comercial de Falabella.
La junta ordinaria de accionistas de 2022 hizo noticia debido a malos tratos e insultos entre los representantes de distintos grupos de accionistas, y la de 2023 no estuvo exenta de polémica. En ella los accionistas no controladores señalaron sus preocupaciones por áreas médicas en las que hubo gran cantidad de rotación de médicos, además de la deuda que Fonasa tiene con la clínica. Esto sin contar que Clínica Las Condes tiene un gran número de causas judiciales laborales debido a numerosos despidos, algunos incluso en medio de la pandemia, lo cual fue objeto de una sentencia del Tribunal Constitucional que le ha impedido contratar con el Estado.
Como ejemplo del tipo de problemas que ocurren en la interna de la clínica, un accionista minoritario consultó en la última junta de accionistas “sobre la rotación de los médicos en la Clínica”, a lo cual el presidente del directorio, Alejandro Gil -pareja de Karlezi- responde según el acta de la sesión que “los médicos se han ido por su propia voluntad, no entiende las razones por las cuales se han marchado ni tampoco comprende las objeciones y groserías que han publicado por medios de prensa y redes sociales agrediendo a personas y a personal que actualmente se desempeñan en la Clínica. Lo único que ha ocurrido es el cambio del modelo médico que era extremadamente beneficioso para los médicos, pero no así para el interés social de la compañía, pero eso no es justificación para las groserías ni atentar contra el trabajo de 5.000 colaboradores de la Clínica”.
“Por lo que se sabe, los nuevos controladores piensan en la rentabilidad de los metros cuadrados más que en el tema médico. Acostumbrados a generar ganancias aprovechando espacios para bodegas y puntos de venta, han tratado de cambiar todo como locos impactando en la cultura tradicional de la clínica”, mencionó a Interferencia un analista del mercado, quien conoce de cerca el negocio del retail, “y esta gente venida de Falabella, no ha dado su brazo a torcer, quieren sacarle rendimiento a toda costa a este negocio, a pesar de los mediocres resultados que han tenido recientemente”, mencionó.
En la última junta ordinaria de accionistas además se menciona con frecuencia la relevancia que tiene un convenio firmado por Clínica Las Condes con la Universidad Finis Terrae, el cual fue firmado en diciembre de 2022 como una “alianza estratégica” entre ambas instituciones por al menos diez años. El comunicado de la universidad señala que el convenio implica que las entidades “acordaron desarrollar conjuntamente un proyecto académico para la Facultad de Medicina que considera la realización de docencia, investigación y vinculación con el medio en dependencias de Clínica Las Condes”.
Revisados los últimos hechos esenciales enviados por Clínica Las Condes a la Comisión para el Mercado Financiero, se puede observar que precisamente en diciembre de 2022 la clínica cumplió con informar los aspectos relevantes para el mercado de valores que tiene este convenio entre la Universidad Finis Terrae y la Clínica Las Condes.
Finalmente, Clínica Las Condes complementa en este hecho esencial que “el modelo de la Sociedad está basado en configurar un modelo potente de academia, que no es un modelo de negocio. Un ejemplo de ello son las grandes instituciones a nivel mundial, como por ejemplo Mayo Clinic, que cuenta con un altísimo prestigio. (...) La Sociedad ha analizado contar con una universidad propia, y los esfuerzos se han hecho en ese sentido”.
En cumplimiento con la obligación de informar a la CMF respecto de “eventuales montos involucrados y efectos en activos, pasivos y/o resultados de la Sociedad”, la clínica informa que:
“El proyecto considera una inversión en infraestructura que será financiada en un 100% por parte de la Universidad Finis Terrae. Por tanto, no compromete recursos financieros de la Sociedad. El monto de dicha inversión aún no está determinado, puesto que la Universidad debe realizar las respectivas visitas técnicas para proyectar los requerimientos específicos para habilitar mobiliario, módulos e infraestructura requerida para cumplir con el propósito del convenio”, menciona el documento.
Además complementa que: “Con base a lo anterior, la Sociedad entregará a la Universidad, a título de comodato y por el plazo de 10 años, un área de aproximadamente 4.000 metros cuadrados, ubicada en los pisos 6 y 7 de la Torre Norte del Edificio Verde, recintos que hace más de 5 años se encuentran sin utilización. El plazo del comodato de 10 años corresponde a la estimación de la depreciación de la inversión que realizará la Universidad en los referidos recintos”.
El documento explica que en términos de activos, el valor libro neto de depreciación (el valor de un activo menos su depreciación) de dichos 4.000 metros cuadrados es de $3.213.862.985, a un valor de $802.466 el metro cuadrado. El mismo valor para la torre completa, correspondería a $106.902 millones. Agrega además que “no hay mayor impacto en la valorización de los activos, ni tampoco en pasivo, ya que no implica un nuevo financiamiento ni movimiento de cuentas en resultados, puesto que los costos operacionales en mantención de esos espacios están como costo hundido en los resultados de la sociedad, y es la Universidad la que asume la mantención del inmueble”.
Finalmente, Clínica Las Condes complementa en este hecho esencial que “el modelo de la Sociedad está basado en configurar un modelo potente de academia, que no es un modelo de negocio. Un ejemplo de ello son las grandes instituciones a nivel mundial, como por ejemplo Mayo Clinic, que cuenta con un altísimo prestigio. (...) La Sociedad ha analizado contar con una universidad propia, y los esfuerzos se han hecho en ese sentido”.
Explican que este acuerdo es “de nivel superior, con un valor de prestigio, valorización de marca, imposible de cuantificar porque no existe parámetro para valorar una alianza como esta”.
Interferencia se comunicó con la Universidad Finis Terrae para consultar por el monto de la inversión y en qué consistiría en concreto. Insistimos varias veces para además consultar lo mencionado por la clínica respecto de que “la Sociedad ha analizado contar con una universidad propia”, pero luego de las primeras consultas no volvieron a contestarnos.
Consultadas algunas fuentes que conocen sobre el mercado financiero, nos mencionaron que este tipo de acuerdos pueden significar variaciones en los flujos de ingresos que no estaban considerados, en especial si el convenio implica en algún momento que la clínica adquiera o se fusione con la universidad. Esto implica que en algún momento podría ingresar la universidad en la propiedad de la clínica o viceversa, y en el marco de una alianza académica, se generen nuevos flujos de efectivo que modificarían las cuentas de la sociedad.
Interferencia también consultó a Clínica Las Condes sin obtener respuesta.
Además consultamos a la Comisión para el Mercado Financiero si tienen algún antecedente que pueda explicar el alza de la acción de la clínica, o si se encuentran investigando esta situación, pero mencionaron que los procesos de supervisión siempre son reservados.
Comentarios
Es abominable todo lo que
Todo es reservado cuando se
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