Fernando Haddad

Con un 50,9% de las preferencias, Lula da Silva vuelve a la Presidencia de Brasil. Pese a que obtuvo más de 60 millones de votos, con dos millones de diferencia respecto de Bolsonaro, de todos modos enfrentará un país y un Congreso divididos -e inclinados a la derecha-, y a 14 gobernadores estaduales de oposición, entre ellos Tarcísio de Freitas, un bolsonarista que ganó en el Estado de Sao Paulo.

Jair Bolsonaro, un ex capitán de Ejéricto, conquistó la presidencia de ese país. Su triunfo consolida la ola derechista que se impone en Occidente.

¿Cómo se vive, en el día a día, la elección presidencial más polarizada de Sudamérica? Para saberlo, INTERFERENCIA recogió el testimonio de casi una decena de brasileños.

Luego de la investigación que denuncia a Bolsonaro de crear una asociación criminal junto a empresarios para esparcir noticias falsas a través de WhatsApp, revivió el debate sobre el peso de las redes sociales en las elecciones populares. El big data y las noticias falsas han sido utilizadas con éxito por los partidarios del Brexit y Donald Trump. En el país, el fenómeno de chilezuela siguió la misma lógica durante la campaña y en Brasil, Bolsonaro ha desplegado una estrategia similar. La regulación de este tema, aún es escasa.

Jair Bolsonaro obtuvo 49,2 millones de votos (46%), y si bien no fueron suficientes para quedarse con la presidencia en primera vuelta, está a un paso de lograrlo en segunda. Fernando Haddad, el candidato llamado a frenarlo, se quedó con un exiguo 29,3%, preso de un clima adverso para el Partido de los Trabajadores al cual representa.

Los sondeos dicen que no habrá un ganador en la primera vuelta de este domingo. Pero gane quien gane, los resultados afectarán la política y el equilibrio de poder en la región. Todo indica que se dará una estrecha pelea entre Bolsonaro, ex militar de extrema derecha, y Haddad, el delfín de Lula da Silva. El centrista Ciro Gomes quedaría fuera de una segunda vuelta.