Iván Duque

Su nominación implica un giro para la política exterior después de 30 años en que la región estuvo en un segundo plano para Washington. El senador cubano-americano por Florida ha sido crítico de la influencia china en la región y sus líderes de izquierda, entre ellos Gabriel Boric.

Si bien desde la CPC, Ricardo Mewes afirmó que "sería tremendamente perjudicial para el crecimiento económico, una reforma con alza de impuestos", el presidente Gabriel Boric pidió avanzar en el Pacto Fiscal, pues "nuestro país, en definitiva, puede y debe crecer más, y los frutos de ese crecimiento pueden y deben distribuirse mejor".

En las primeras elecciones en 20 años sin candidatos del ex mandatario Álvaro Uribe en segunda vuelta, el líder de Pacto Histórico derrotó al representante de la derecha populista, Rodolfo Hernández, acentuando el giro hacia la izquierda en América Latina.

El grupo, integrado por 40 personas de diversas organizaciones de derechos humanos en el mundo, estudió y observó en terreno las manifestaciones y el actuar de la policía de Iván Duque. El informe identificó que no sólo la policía ha vulnerado los derechos de quienes han protestado, también lo han hecho grupos paramilitares y civiles armados que actúan en conjunto con los uniformados.

Ante la fuerte ola de violencia callejera que vive el país colombiano bajo el gobierno de Iván Duque, el director de la secretaría de Derechos Humanos de Bogotá renunció acusando insubordinación policial, agresiones sistemáticas a los manifestantes por parte de la policía y falta de contundencia en el rechazo de las autoridades a las violaciones a los DD.HH.

INTERFERENCIA conversó con Jessica Arcila Orrego. “En esta ocasión las cosas han sido muy distintas, porque hay protestas en más ciudades como en Cali y Pereira. Eso es simplemente una muestra de que hay un descontento generalizado, en los barrios populares, en comunas, en zonas vulnerables e incluso en las élites”.

En un hecho insólito para ese país, por primera vez la Corte Suprema investiga y aplica medidas cautelares en contra de un ex mandatario.

A comienzos de 2019 todo indicaba que sería un buen año para la derecha sudamericana, Jair Bolsonaro recién había asumido en Brasil y el Prosur iba a la caza de Venezuela, pero en octubre el panorama cambió, Alberto Fernández se impuso en Argentina y una ola de protestas populares agrietó la conducción conservadora. Desde entonces, Fernández ha asumido por defecto el liderazgo progresista, ha polemizado con Piñera y ha reunido a los líderes de la centroizquierda de la región, en un giro en 360 grados respecto de su antecesor.

En la tradición andina, sobre todo la de Ecuador, el Pachakutik es un evento que remece la historia. Este año hubo comicios presidenciales que sacaron a incumbentes y protestas sociales que hicieron tambalear e incluso caer a gobiernos. Pero como incluyó derrotas y victorias de lado y lado, las consecuencias no están claras. El Pachakutik -de acuerdo a algunas culturas indígenas- puede ser tanto fértil como catastrófico.

En los últimos tres meses en cuatro países sudamericanos se ha decretado estado de excepción o de emergencia para reprimir protestas sociales, movilizando el ejército en labores de orden público y seguridad interior. Debido a la represión han muerto 66 personas y diversos organismos internacionales han registrado abusos y violaciones a los derechos humanos que ponen en entredicho la imagen democrática que la derecha ha intentado construir en las últimas décadas.

Eliminar la corrupción, estimular el crecimiento, crear empleos y terminar con la delincuencia fue parte del guión que desarrolló la derecha para dar vuelta el tablero y quedar a la cabeza en la mayor parte de los países de la región. Sin embargo, Piñera, Macri, Bolsonaro y Duque, los hombres ancla de este cambio, aún no logran despegar.

Más afianzado fuera de su país que dentro de Venezuela -las instituciones han ignorado su supuesta función presidencial, en especial las fuerzas armadas- el rápido ascenso del diputado de 35 años se debe a una serie de hechos fortuitos, pero también al liderazgo político de Leopoldo López, mentor político de Guaidó, y sus redes en Washington. Con todo, es la amenaza más seria que ha enfrentado el chavismo desde el intento de golpe de Estado en 2002.