Lula

El debate de los candidatos presidenciales en Argentina, a siete días de las elecciones, tuvo un resultado negativo para Javier Milei, abanderado del partido ultraderechista La Libertad Avanza.

El país organizador, Brasil, no invitó a la potencia norteamericana, a pesar de la inversión de 500 millones de dólares que Joe Biden anunció en abril en la zona. Los países miembros acordaron, en una declaración conjunta, distintas medidas para proteger el pulmón del continente, pero recibieron críticas tras no acordar políticas conjuntas para evitar la deforestación.

Brasil, Argentina, Colombia y México, son algunos de los países que en la región se negaron a entregar armamento a Ucrania en el contexto de la guerra con Rusia. Chile aún no se ha referido directamente al tema, pero la suspensión de la reunión entre Boric y Zelenski puede ser una pista de que el país seguirá el mismo camino que nuestros vecinos.

A comienzos de 2019 todo indicaba que sería un buen año para la derecha sudamericana, Jair Bolsonaro recién había asumido en Brasil y el Prosur iba a la caza de Venezuela, pero en octubre el panorama cambió, Alberto Fernández se impuso en Argentina y una ola de protestas populares agrietó la conducción conservadora. Desde entonces, Fernández ha asumido por defecto el liderazgo progresista, ha polemizado con Piñera y ha reunido a los líderes de la centroizquierda de la región, en un giro en 360 grados respecto de su antecesor.

El ex mandatario fue liberado tras una resolución de la Corte Suprema de su país que beneficia a miles de personas encarceladas que no han pasado por todo el proceso penal. Ante la noticia, el presidente Jair Bolsonaro fue más cauto de los habitual, aunque respaldó a su ministro de justicia Ségio Moro, quien fue quien encarceló a Lula y quien está fuertemente cuestionado por las filtraciones de The Intercept que demuestran que actuó parcialmente.