Romy Rutherford

La declaración de César Neira indicó que el Ejército estuvo al menos cuatro meses en los alrededores del despacho de Romy Rutherford en 2019, cuando ella investigaba a la institución castrense. El objetivo, según Neira, era “identificar e informar quienes eran las personas que ingresaban al edificio, para establecer o descartar si estaban vinculados al caso de desfalco denominado ‘Milicogate’ y si estas personas se encontraban en el listado de nombre que nosotros manejábamos”.

El alto tribunal rechazó una solicitud del Consejo de Defensa del Estado que buscaba mantener a la jueza en el caso por otros seis meses. El CDE argumentaba que aún quedaban 67 órdenes de investigar pendientes, pero el tribunal desestimó la petición. El 4 de septiembre deberá dejar su cargo en el caso por fraude donde ha encausado a 68 uniformados.

De no mediar su renuncia, Ricardo Martínez habría sido el único comandante en jefe activo inculpado en el Milicogate y eventualmente detenido en esa condición. El general tuvo que renunciar a días del cambio de mando de la Comandancia en Jefe del Ejército, y a horas de declarar como imputado ante la ministra Romy Rutherford.

AthenaLab, fundada el año pasado por el ex dueño de la cadena Líder, se dedica al análisis e investigación en seguridad, defensa y relaciones internacionales. En un puesto de confianza está el general (R) John Griffiths, ex jefe del Estado Mayor del Ejército, quien fue juzgado por fraude al fisco por la jueza Romy Rutherford en 2018.

La incautación de documentos contables en las oficinas centrales de la concesionaria de vehículos de lujo Ditec impactó el Ministerio del Interior, donde cumple un alto cargo Cristóbal Lira. Este asesor es copropietario de la firma donde la diligencia policial encontró un cheque por US$ 30.000 a nombre del ex comandante en jefe del Ejército, Juan Manuel Fuente-Alba, actualmente procesado y en prisión preventiva por malversación de caudales públicos por más de $3.000 millones de pesos.

El comandante en Jefe del Ejército no solo eludió todos los escasos controles del poder civil para enriquecerse, sino que además llevó un estilo de vida de privilegios -y con capacidad de repartir prebendas a sus cercanos- imposible de ser ocultado.