Redes Sociales

El jueves el presidente de Estados Unidos convocó una cumbre de representantes de redes sociales en dependencias de la Casa Blanca. La finalidad era discutir el supuesto sesgo que las plataformas virtuales han impuesto sobre figuras de la ultraderecha. Todo ello con miras de las elecciones presidenciales de 2020.

Como respuesta al hashtag #ImpeachmentBolsonaro que venía tomándose Twitter en los últimos días en Brasil, apareció como trending topic (TT) uno en apoyo a Bolsonaro que, rápidamente, se convirtió en TT mundial. ¿El problema? Decía “#BoldonaroNossoPresidente”, con el apellido mal escrito, lo que denota el uso de bots para levantar su imagen. De todos modos, poco le importó este detalle al mandatario, quien agradeció el supuesto apoyo recibido.

Hace unos días trascendió que Gwyneth Paltrow, que tiene 5,3 millones de seguidores en Instagram, había tenido una pequeña bronca con su hija, Apple Martin, después de que la joven de 14 años llamara la atención a su madre por subir a las redes sociales una foto en la que salía ella. Asunto que recuerda la discusión sobre los límites de la información que los padres comparten de sus hijos.

El periodo estival parecía un domingo eterno para la actividad política. Pero, hoy puedes ser parlamentario de oposición, estar en la playa y seguir enfrentando al gobierno. La ciudadanía se informa en gran parte por medios digitales y redes sociales, lo que está cambiando los paradigmas de las autoridades para relacionarse con sus pares y acercarse a la población.

La agencia estadounidense Mediakix, especializada en publicidad en redes sociales, estima que el “marketing de influencers” será una industria que moverá más de USD5.000 millones en de los próximos cinco años. Un negocio que crece a paso acelerado también en Chile, pero sin ninguna obligación tributaria.

En entrevista a INTERFERENCIA Amber Case, explica el lado oscuro de las redes sociales. "Facebook encontró el algoritmo para hacer que la gente se sienta lo suficientemente deprimida como para cliquear cosas, pero no tan deprimida como para suicidarse", dispara esta antropóloga y socióloga experta en la integración hombre-máquina.