La tarde del pasado martes fue parecida a la del 14 de noviembre de 2018. Como aquel día, por redes sociales se conocía que un mapuche de la Comunidad de Temucuicui había sido baleado por Carabineros. La diferencia es que el año pasado la víctima murió y era Camilo Catrillanca. Esta vez, José Queipul, no murió, recibió el impacto en su pierna, se encuentra hospitalizado y está en prisión preventiva.

Pero, los días posteriores a los disparos son similares en ambas situaciones. Si bien esta vez las autoridades del Ministerio del Interior, Andrés Chadwick y Rodrigo Ubilla, no han salido a dar declaraciones que los comprometan, el esclarecimiento de los hechos ha sido tan lento como en el asesinato de Catrillanca, puesto que Carabineros ha ejercido acciones destinadas a ocultar lo acontecido y han ofrecido versiones que tienen deficiencias lógicas.

Según la versión entregada por Carabineros en el parte policial, el martes a las 16:55 personal de Control de Orden Público (COP) junto con funcionarios de la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos (SEBV), se encontraban transitando por una ruta que une Ercilla con Traiguén intentando encontrar una retroexcavadora que fue robada en febrero de este año.

En medio de esto encontraron unas huellas que podían corresponder al vehículo que buscaban. Siguieron el rastro e ingresaron a un camino interior, al costado derecho de la ruta, hasta que se encontraron con un corte de camino mediante un árbol caído. Según el relato de los uniformados, al ver esto retrocedieron. En ese acto, habrían comenzado a recibir disparos, siendo impactados en la ventana de la puerta trasera del lado derecho de la camioneta en que se movilizaban.

Es en este momento, según la policía uniformada, al frente del vehículo apareció José Queipul e intentó escapar saltando el árbol que estaba en el camino. Al no lograrlo, habría disparado contra los carabineros, por lo que estos habrían respondido hiriéndolo en la pierna.

Los uniformados dijeron que tras esto, el comunero logró saltar el árbol, lanzó el arma cerca de tres metros del lugar donde cayó, para posteriormente ser alcanzado y detenido por porte ilegal de armas y municiones, las que supuestamente portaba dentro de un banano.

Dejaron la cámara en la guantera

El miércoles se realizó la audiencia de control de detención en contra de Queipul, tomado en la sala del Hospital de Victoria donde se encuentra internado el mapuche. El audio de la jornada, al cual accedió INTERFERENCIA, da luces de las incongruencias en la versión de Carabineros.

En el registro es posible notar el dolor físico del comunero durante la instancia, pero lo más relevante en términos judiciales, es que de inmediato interpuso la denuncia en contra de los uniformados.

“Recuerdo que me dispararon. Después no me dieron tiempo para nada. Después que me dispararon, disparaban sobre mi cabeza y me decían 'te voy a matarte'. De ahí me agarraban el pelo, incluso tengo heridas, no sé si raspó la bala o es donde me pegaron, porque en un momento perdí el conocimiento. Creo que fui como secuestrado por ellos, porque si fuera un procedimiento, bueno ¿Por qué tenían que esconderme? Porque cuando pasaban vehículos ellos me escondían”, dijo Queipul.

Son versiones encontradas, pero los antecedentes presentados durante la audiencia sostienen las dudas en torno al actuar de la policía.

Por ejemplo, la herida en la cabeza que mencionó el comunero fue acreditada en la constatación de lesiones, e incluso reconocida por el fiscal a cargo de la investigación, Iván Isla, en la misma jornada.

En tanto, el relato de Carabineros hasta ahora no ha sido acreditado, principalmente porque la cámara GoPro que portaban fue dejada en la guantera de la camioneta durante todo el procedimiento, no dejando registro alguno de lo que ocurrió. Lo mismo que dijeron los policías en el caso Catrillanca y que resultó ser falso.

La jueza del Juzgado de Garantía de Traiguén, Evelyn Zelaya, expresó suspicacias respecto de la actitud de los uniformados en cuanrto a la cámara, puesto que tenían la opción -y el deber- de haber registrado todo lo sucedido.

Sobre el arma y las municiones, la Fiscalía sólo presentó fotografías del arma y las municiones, no así del banano en el que supuestamente el comunero las llevaba. Esto también fue cuestionado por la magistrado, puesto que las imágenes no prueban que los elementos pertenezcan a Queipul.

En tanto, Humberto Serri, el abogado defensor, cuestionó en la audiencia hechos que considera que van contra toda lógica. Puntualmente ¿Cómo es posible que Queipul estando disparando frente al vehículo de Carabineros, este no tenga ningún impacto de bala en la parte delantera y sólo una en la ventana trasera? Esta última, según dijo el mismo fiscal, llegó antes de los supuestos disparos del comunero.

Otra duda levantada por Serri es ¿Cómo, según el relato de los funcionarios policiales, Queipul comenzó a disparar tras no poder saltar el árbol que estaba en el camino, pero después de recibir el impacto en su pierna sí pudo superar el obstáculo sin problemas?

Con estos antecedentes la jueza Zelaya declaró ilegal la detención. Además, durante la audiencia, se abrió de inmediato una investigación aparte por la denuncia hecha por Queipul, en la que se hará parte el Instituto Nacional de Derechos Humanos y además considera periciar la cámara GoPro de los carabineros, para revisar posibles manipulaciones.

Detención ilegal, pero a la cárcel de todas formas

Una vez que José Queipul salga del hospital, tendrá que cumplir prisión preventiva, puesto que ayer miércoles la Corte de Apelaciones de Temuco revocó la decisión de la jueza Zelaya de dejar en libertad al comunero mientras dura la investigación de dos meses.

El escueto fallo del tribunal de alzada sólo manifestó que los delitos imputados y los antecedentes del mapuche (anteriores a 2012, siendo hurto y receptación los más relevantes) lo vuelven un peligro para la sociedad, influyendo tal vez el hecho de que el parte policial dijera -sin aportar antecedentes- que "tendría entrenamiento paramilitar", pero no cuestionó el alegato de la defensa.

La decisión fue tomada por la ministra María Elena Llanos, la abogada integrante, Hellen Pacheco y el ministro Aner Padilla. Este último es el mismo que dio las autorizaciones a Carabineros para interceptar celulares en la Operación Huracán.

En tanto, si bien este caso -y a diferencia del de Catrillanca- no ha sido protagonizado por Andrés Chadwick ni Rodrigo Ubilla, los ministro y subsecretario del Interior, respectivamente, el gobierno sí se hizo parte a través de una querella, pero está vez contra el mapuche.

Esta fue presentada por el abogado de la Intendencia de La Araucanía, Reinaldo Osorio, quien según informó INTERFERENCIA anteriormente, tiene un conflicto de intereses puesto que a la vez es abogado integrante en la Corte de Apelaciones de Temuco (nombrado por Piñera). Es decir, de otro poder del estado, que además falla este tipo de causas en la que Osorio litiga.