En una elección histórica y con una masiva participación que superó los 13 millones de votantes, una aplastante mayoría de 61% (al cierre de este artículo con el 99,95% de las mesas escrutadas) de chilenas y chilenos optó por rechazar el texto de la nueva Constitución que propuso al país la Convención Constituyente electa en mayo de 2021.
Los resultados incluso sorprendieron a partidarios y voceros del Rechazo y la ventaja de esta opción fue aun más amplia de lo que pronosticaban las encuestas.
“Es el triunfo de los trabajadores chilenos, del sentido común de los chilenos que le dijo no a un texto refundacional”, afirmó el presidente de la UDI, Javier Macaya.
Estos resultados ponen en serios aprietos políticos al gobierno de Gabriel Boric que, a juicio de partidarios del Rechazo hizo abiertamente campaña a favor del Apruebo, y a juicio de muchos seguidores del Apruebo hizo demasiado poco.
Estos resultados ponen en serios aprietos políticos al gobierno de Gabriel Boric que, a juicio de partidarios del Rechazo hizo abiertamente campaña a favor del Apruebo, y a juicio de muchos seguidores del Apruebo hizo demasiado poco. Hace un rato, el Presidente Boric se dirigió al país reconociendo la contundencia de la derrota de la opción Apruebo y anunciando el inicio de un nuevo proceso constituyente, cuyas claves estarán en el Congreso Nacional, y cambios en la conducción de su Gobierno.
Para mañana Boric tiene presupuestado mantener varias reuniones para diseñar los pasos a seguir. Mientras tanto, en chats de políticos vinculados a la opción Rechazo ya circulaba la idea de que el mandatario debería renunciar.
De hecho, el senador republicano Rojo Edwards publicó en su cuenta de Twitter que estos resultados “marca(n) el término de su gobierno como lo conocíamos”.
Consultado por su voto hoy, un votante aseguró a este medio: "después del 80 a 20 en el plebiscito de entrada, realmente se lo farrearon los convencionales. Tuvieron una soberbia impresionante, se presentaron como paladines de la justicia, dueños de la moral. Esta vez no hay nadie ajeno a quien culpar. Espero que se haga un nuevo proceso constituyente, con las lecciones aprendidas de este primer desastre”.
El futuro de un eventual nuevo proceso constituyente queda ahora en manos de la clase política. Amplios sectores de la derecha y algunos de la antigua Concertación han insistido en que se va a cambiar la Constitución, aunque no está claro se tratará de reformas profundas o un texto completamente nuevo.
De momento, tal como se estableció en las bases de este proceso, la carta fundamental de 1980 redactada durante la dictadura de Pinochet permanece plenamente vigente.
Comentarios
Es el miedo a los cambios de
No es la derrota lo que duele
¡uf! Me parece que nunca
Yo vote apruebo con gran
"Todo para atrás". Tanto en
yo comparto lo expresado por
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