Entre 1963 y 1980, un Cubillos y un Fontaine impulsaron ante la opinión pública la instalación del actual modelo político-económico, el que se impuso mediante un golpe de Estado (1973) y una nueva Constitución (1980). Hoy, los mismos apellidos se repiten, esta vez para defender ese modelo de quienes quieren cambiarlo, por la via de rechazar a como dé lugar, la nueva carta magna.
Los primeros son los padres; Hernán Cubillos Sallato y Arturo Fontaine Aldunate, y los de ahora son los hijos; Marcela Cubillos Sigall y Bernardo Fontaine Talavera, quienes -en un paréntesis de 44 años- no han cambiado de estrategia para dicha defensa, siendo el púlpito mediático el mismo: El Mercurio y sus diarios, revistas y medios asociados.
La historia de Hernán Cubillos y Arturo Fontaine con El Mercurio comienza en 1963. Aquel año, Cubillos ingresó al Consejo del diario, el que llegaría a presidir en 1973. Además, comenzó a asesorar a Agustín Edwards -el dueño- hasta ser su brazo derecho. También en 1963, Arturo Fontaine llegó a El Mercurio tras un paso por El Diario Ilustrado y la Subsecretaría de Hacienda durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo. En las rotativas mercuriales, ascendió hasta ser nombrado director en 1978.
Fontaine, Cubillos y Edwards trabajaron en la desestabilización del Gobierno de la Unidad Popular y en el impulso del modelo importado de la Escuela de Chicago a través de las publicaciones de El Mercurio basadas en los escritos del think tank Centro de Estudios Socio Económicos (CESEC) y la Cofradía Náutica del Pacífico.
Fontaine, Cubillos y Edwards trabajaron en la desestabilización del Gobierno de la Unidad Popular y en el impulso del modelo importado de la Escuela de Chicago a través de las publicaciones de El Mercurio basadas en los escritos del think tank Centro de Estudios Socio Económicos (CESEC) -fundado por Edwards y Cubillos para reunir a los primeros Chicago Boys- y la Cofradía Náutica del Pacífico Austral, un club donde coincidieron Edwards, Cubillos, José Toribio Benítez, Patricio Carvajal y Roberto Kelly, todos quienes tendrían un papel fundamental en el golpe militar de 1973.
La estrategia era simple. Desde la subdirección de El Mercurio, Fontaine publicaba los insumos del CESEC y daba voz a sus Chicago Boys, Sergio de Castro, Pablo Baraona y Rolf Lüders, entre otros, en entrevistas, columnas de opinión y editoriales para educar a las elites chilenas en el modelo neoliberal.
La consumación del golpe no cambió la línea editorial. Álvaro Barón, Sergio de la Cuadra y Felipe Lamarca continuaron publicando artículos y columnas en El Mercurio a lo largo de toda la década de los 80', marcando opinión pública y respaldando las políticas económicas de la dictadura. Esto incluye, por supuesto, la defensa de la creación de la Constitución de 1980.
La estirpe Fontaine: prensa y defensa de la Constitución del 80
Una década más tarde, para el plebiscito constitucional de 1980, Arturo Fontaine llevaba dos años como director de El Mercurio y más de 17 como empleado del diario. Aquel año le tocó impulsar la campaña para promocionar la nueva Constitución que habría de corregir los errores de la de 1925, esa que Jaime Guzmán había señalado como muerta en las mismas páginas de El Mercurio en octubre de 1975.
Desde la dirección de El Mercurio, Fontaine publicó titulares como Constitución o caos, Constitución protegerá a chilenos del marxismo o El texto constitucional es ‘democrático, libre y moderno”. Para profundizar en la cobertura mercurial del plebiscito del 80, Interferencia publicó el artículo Constitución o Caos: Así cubrió 'El Mercurio' y 'La Nación' el plebiscito del 80’.
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El Mercurio dirigido por Fontaine padre levantó un clivaje: nueva Constitución o caos. Sus editoriales, columnas de opinión y la pretendida objetividad mercurial se volcaron en esos meses a blindar aquella votación -que resultó de todos modos fraudulenta- con herramientas para mover la opinión pública.
El Mercurio dirigido por Fontaine padre levantó un clivaje: nueva Constitución o caos. Sus editoriales, columnas de opinión y la pretendida objetividad mercurial se volcaron en esos meses a blindar aquella votación -que resultó de todos modos fraudulenta- con herramientas para mover la opinión pública.
Ahora Bernardo Fontaine invierte la fórmula: vieja Constitución o caos. O al menos, vieja Constitución o expropiación de fondos de pensiones, tal como da cuenta la entrevista llevada en portada de Las Últimas Noticias -de propiedad de El Mercurio SAP y dirigido por Agustín Edwards del Río, hijo del histórico Agustín Edwards Eastman- donde Fontaine advierte, no sin deshonestidad: "Los trabajadores ya no serán dueños de sus ahorros previsionales".
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En aquella ocasión, Fontaine impugnó una medida respecto de los fondos de pensiones que ni siquera estaba en discusión, pues el debate versaba sobre un sistema de seguridad social en general. y, porque se rechazó en la Convención finalmente la idea de contemplar en el texto constitucional la inexpropiabilidad de esos dineros, algo que tampoco está dispuesto en la actual Constitución.
Si bien la Comisión de Ética de la Convención sobreseyó a Fontaine el 19 de mayo, el oficio del fiscal a cargo aclara que con sus dichos “amplifica algunas de sus expresiones con el potencial efecto de causar temor e incertidumbre en la ciudadanía".
La estirpe Cubillos, El Mercurio y think tanks
Hernán Cubillos Sallato -padre de Marcela Cubillos- coincidió con Agustín Edwards en la década de los 60'. Hijo de Hernán Cubillos Leiva, ex comandante en jefe de La Armada entre 1952 y 1964, y nieto de un oficial naval, este personaje siguió la senda familiar y se graduó de guardiamarina el año 1953. En dicha institución se mantuvo hasta 1961. Se retiró con grado de teniente para dedicarse a los negocios.
Entre esos años desarrolló su pasión por la navegación. De esta forma, creó en 1968, junto con José Toribio Benítez, Patricio Carvajal, Roberto Kelly y Agustín Edwards la Cofradía Náutica del Pacífico Austral, club deportivo con sede en Algarrobo. En la constitución de dicho grupo, Edwards fue escogido comodoro y Benítez vicecomodoro. Ellos, junto con Carvajal, Kelly y Cubillos coincidieron cerca de seis años en el club.
Un año antes de su fundación en 1967, nació la tercera hija de Cubillos, Marcela Cubillos Sigall.
No obstante, los vínculos de Cubillos con Edwards se habían estrechado con anterioridad, pues el ex oficial de marina se desempeñó como asesor ejecutivo de la presidencia de El Mercurio durante los años 1963 y 1970. Posteriormente, integró el Consejo del diario hasta 1973 y presidió los folios mercuriales en 1974.
No obstante, los vínculos de Cubillos con Edwards se habían estrechado con anterioridad, pues el ex oficial de marina se desempeñó como asesor ejecutivo de la presidencia de El Mercurio durante los años 1963 y 1970. Posteriormente, integró el Consejo del diario hasta 1973 y presidió los folios mercuriales en 1974.
Cubillos Sallato siguió su carrera comunicacional en la Sociedad Interamericana de la Prensa en el período 1974-1976, entidad que reúne a los dueños de medios de comunicación en la región americana. Además, en 1978 se convertiría en ministro de Relaciones Exteriores de la dictadura de Augusto Pinochet. Cargo que anteriormente había usado Patricio Carvajal, también miembro de la Cofradía.
Para ese entonces, la figura de Cubillos había sido clave en la posición que tomó El Mercurio contra el gobierno de Salvador Allende y se ganó la confianza de Pinochet.
De hecho, Cubillos tuvo un rol preponderante en la creación del think tank Centro de Estudios Socioeconómicos (CESEC) por parte de Edwards. Dicho centro de pensamiento -de corte neoliberal- insumó a las páginas mercuriales desde su fundación en 1963. Tal como detalla la columna del periodista Marcos Ortiz publicada en Interferencia.
Ahora, en un salto al presente, su hija, Marcela Cubillos -ex ministra de Sebastián Piñera en dos oportunidades y actual convencional- defiende el legado de su padre en la Convención Constitucional, con mecanismos similares a los que aplicó su progenitor durante el mandato de Allende y posteriormente en la dictadura; nuevamente con El Mercurio como amplificador de sus ideas.
Una de esas estrategias es usar laboratorios de ideas para a través de estudios entregar datos que puedan nutrir sus posiciones y ser luego publicadas por medio de las páginas mercuriales. En este caso, Libertad y Desarrollo (LyD), mientras que en los 80' fue CESEC.
Una de esas estrategias es usar laboratorios de ideas para a través de estudios entregar datos que puedan nutrir sus posiciones y ser luego publicadas por medio de las páginas mercuriales. En este caso, Libertad y Desarrollo (LyD), mientras que en los 80' fue CESEC.
LyD es un think tank fundado por Hernán Büchi, Carlos Cáceres, Cristián Larroulet y Luis Larraín en 1990. Definen su objetivo principal como una colaboración a las políticas públicas chilenas en orientación a defender la libertad individual, el libre funcionamiento de los mercados, el derecho de propiedad y el progreso e igualdad de oportunidades de sus habitantes a través del desarrollo económico.
Libertad y Desarrollo fue presidido por Marcela Cubillos desde el año 2020 y hasta el 2021, la ex diputada señaló que dejó la dirección del centro para abocarse a su trabajo en la Convención.
Un ejemplo de este entronque entre LyD y El Mercurio para organizar críticas a la Convención ocurrió el 17 de abril. En esa edición del diario, los folios mercuriales le entregaron voz a cuatro rostros conocidos del centro de pensamiento: Constanza Hube, Natalia González, Marcela Cubillos y Bettina Horst.
En concreto, se registran tres notas con titulares aludidos al trabajo de los constituyentes. 1. El Senado se suma al cementerio de instituciones de la Convención, correspondiente a una entrevista a Hube, convencional UDI; 2. Una columna de opinión de González titulada Cyber social constituyente, con letra chica; y 3.Convencionales abordan resultados de encuesta Panel Ciudadano UDD, con Cubillos como primera consultada.
En concreto, se registran tres notas con titulares aludidos al trabajo de los constituyentes. 1. El Senado se suma al cementerio de instituciones de la Convención, correspondiente a una entrevista a Hube, convencional UDI; 2. Una columna de opinión de González titulada Cyber social constituyente, con letra chica; y 3.Convencionales abordan resultados de encuesta Panel Ciudadano UDD, con Cubillos como primera consultada.
Un último titular de la edición alude a la situación inflacionaria del país con opiniones de Horst y otros profesionales.
El primero de mayo de este año, El Mercurio entrevistó a Cubillos destacando las siguientes declaraciones: “Chile no está obligado a tragarse un texto que no le guste. El proceso constituyente no está en juego”, y “no creo que la posición política del Gobierno pueda inclinar la balanza a favor del Apruebo, sino todo lo contrario. Su gestión ha sido casi tan mala y ya despierta casi el mismo rechazo que la Convención”, fueron algunas de las palabras de Cubillos en El Mercurio.
En marzo de este año, Cubillos también poseyó presencia en el diario de Edwards para sus ideas. En otra entrevista a la convencional, destacan afirmaciones como “quien tenga la mayoría en la Cámara plurinacional, tendrá el poder total”, asimismo “a la derecha no se le perdona jamás que cambie de opinión, pero la izquierda se da volteretas y no pasa nada”.
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En el caso de febrero, la actual Cubillos firma una columna de opinión llamada Nuestra responsabilidad que escribió junto con Gonzalo Cordero -otro pensador de LyD- donde sostienen “los que creemos en la democracia, el Estado de Derecho y la libertad individual en sus distintas expresiones tenemos la responsabilidad inexcusable de defender las instituciones que son esenciales para su subsistencia”.
Sin embargo, uno de los últimos episodios que involucró el binomio Cubillos-El Mercurio fue a propósito de la invitación que la convencional realizó a Cayetana Álvarez, una diputada derechista española, perteneciente al Partido Popular (PP) y a la alta nobleza del país, quien en entrevista con El Mercurio el 8 de mayo, declaró que "no solo se puede lograr el rechazo a este texto absurdo, sino contribuir a una alternativa".
No fue su única parada mercurial. El 3 de mayo, fue portada de Las Últimas Noticias, con la siguiente afirmación: "El proceso constituyente busca lo que divide a los chilenos", lo que desató una ola de memes por la osadía de esta noble española de evaluar el proceso que los chilenos se dieron soberanamente, aunque eso es otra historia.
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