A comienzos de julio del año pasado, el gobierno de Gabriel Boric (CS) presentó el Plan de Emergencia Habitacional, iniciativa que contempla el desafío de construir 260 mil viviendas durante su administración, en el contexto de la crisis por acceso a la vivienda que existe en el país.
En esa oportunidad, el Presidente manifestó que “no estamos haciéndoles un favor, estamos garantizando algo que debe ser el derecho de todos nuestros habitantes, que es tener una vivienda digna”, mientras que el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes (PS), detalló que “este Plan busca ser un camino para fortalecer distintos instrumentos, el derecho a la vivienda digna con opciones claras, como el enfoque de género, la descentralización, la participación, la planificación y la asociación público privada”.
A través de un comunicado, desde La Moneda explicaron que, a esa fecha, Chile se encuentra en una situación de déficit de vivienda estimado en 650 mil casas/departamentos, mientras que la situación de los campamentos ha crecido exponencialmente y los comités que esperan una solución han continuado una espera de años.
En cuanto a la forma de implementación de soluciones habitacionales, desde el Ejecutivo plantearon una serie de claves, tales como recuperar el rol del Estado en la planificación y gestión habitacional; entregar 260 mil viviendas durante el actual periodo de gobierno; impulsar proyectos en todas las comunas del país y asegurar equipamiento social; robustecer el Banco de Suelo Público; diversificar las formas de acceso a la vivienda, como la autogestión, las cooperativas y el impulso al arriendo a precio justo; promover relaciones más directas con los ciudadanos y gobiernos locales y procesos de producción habitacional más eficientes, modernos y sostenibles.
Desde La Moneda explicaron que Chile se encuentra en una situación de alto déficit de vivienda, estimado en 650 mil viviendas.
A menos de un año de su implementación, la iniciativa ya ha recibido sus primeros reproches. Así lo hizo ver un sector de la oposición durante la semana pasada en una sesión especial del Senado sobre el avance del Plan Habitacional del gobierno a la que asistió Montes, donde la senadora María José Gatica (RN) cuestionó; “¿por qué motivo el gobierno, desde el año 2022 en adelante, bajó la entrega de viviendas sociales en promedio mensual para nuestro país?”
La congresista expuso que entre los años 2011 y 2021 “se entregaron cerca de 5.600 casas como promedio mensual. Desde que asumió el Presidente Gabriel Boric se han entregado como promedio cerca de 3.400 viviendas sociales en un periodo mensual”.
El titular de la cartera informó que ya se entregaron 39.000 casas, mientras que hay otras 136.000 en ejecución. “Este Gobierno lleva once meses. Una casa se demora por lo menos 14 meses, hasta 18 meses. Por lo tanto, todas las casas que estamos terminando ahora son las que venían de arrastre de antes”.
El Plan de Emergencia Habitacional del gobierno de Gabriel Boric contempla el desafío de construir 260 mil viviendas en los próximos cuatro años.
El secretario de Estado además remarcó que “no basta con construir viviendas, es cómo se construye la vida y hoy día tenemos un problema porque en muchos casos, a poco tiempo de estar viviendo en un lugar, intervienen personas vinculadas a la droga o distintas cosas y se echa a perder la vida. Si esto no lo asumimos estamos negando la realidad”.
Déficit habitacional disparado
En cuanto al déficit habitacional cuantitativo, que hace referencia al total de viviendas particulares que deben ser añadidas al parque habitacional, con el objeto de atender requerimientos de reemplazo de viviendas y soluciones para hogares allegados y hacinados, Chile ha experimentado un alza ostensible en ese indicador desde 2015 (segundo año del segundo gobierno Michelle Bachelet), cuando el déficit fue el más bajo desde que se mide (1996), con 392 mil viviendas en déficit. Ahora, en 2022, según los datos reportados por el actual gobierno, la cifra es de 650 mil; lo que representa un incremento del déficit del 66% en siete años.
Este indicador proviene del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, Subsecretaría de Evaluación Social, en base a información de la Encuesta Casen (salvo la estimación gubernamental de 2022).
Según las cifras disponibles, para 1996 Chile presentaba un déficit de 564 mil viviendas, número que fue decreciendo paulatinamente hasta llegar a uno de sus niveles más bajos en 2006 con 435 mil viviendas. Posteriormente hubo un incremento importante del déficit en 2011; llegando a 493 mil viviendas, para luego experimentar una nueva reducción del déficit, tendencia que llegó a su fin en 2015.
De ahí en adelante, todo ha ido al alza y acelerándose, lo que incluye la mayor parte del segundo gobierno de Bachelet, la totalidad del segundo gobierno de Sebastián Piñera y lo que va del gobierno de Gabriel Boric.
Considerando el compromiso de Boric de construir 260 mil viviendas en sus cuatro años, estas representan solo el 40% del déficit habitacional actual (sin considerar cómo éste viene creciendo aceleradamente, a tasas del 9% anual), mientra que las viviendas en ejecución representan 20,9% de ese déficit y las entregadas en 2022 sólo un 6%.
Comentarios
Si el gobierno se compromete
Añadir nuevo comentario