El próximo 4 de enero la Convención Constitucional vivirá un momento clave, puesto que aquel día definirá a su nueva mesa directiva, la cual tendrá la misión de defender el proceso de cara al plebiscito de salida. En esta, los cargos más apetecidos son la presidencia y vicepresidencia, cargos que actualmente ocupan Elisa Loncon y Jaime Bassa, respectivamente.
Durante los últimos días se han ido conociendo nombres que postulan a ocupar esta dirigencia: Cristina Dorador (Movimientos Sociales Constituyentes), Patricia Politzer (Independientes No Neutrales), Rosa Catrileo (Pueblo Mapuche), Bárbara Sepúlveda (Partido Comunista), Ricardo Montero (Colectivo Socialista), son los que competirían hasta el momento por uno de los asientos.
Hay dos escenarios que condicionan políticamente esta definición. Primero uno externo: el triunfo de Gabriel Boric puso el debate entre los distintos bloques sobre si la próxima presidenta o presidente debe tener un carácter más “moderado” o “refundacionales” que Elisa Loncon. Por otro lado, el hecho de que el Frente Amplio vaya a ocupar La Moneda, descartó de plano que el principal cargo de la Convención lo busque alguien del mismo conglomerado, esto con el fin de no acaparar poder.
En esta disyuntiva de moderación o refundación se puede posicionar a Politzer en el primer concepto junto con Montero, un poco más al centro a Catrileo, mientras que por el otro lado a Dorador y a Sepúlveda. Y si bien la próxima semana será clave para definir quiénes irán sumando más apoyos para enero, ya hay algunos factores que podrían ser determinantes a la hora de votar.
En esta pasada, el Partido Comunista busca ser parte sí o sí a la mesa directiva, ya sea a través de los dos cargos principales o en una vicepresidencia adjunta.
Aquí entra el otro escenario, que es la interna de la Convención. En esta pasada, el Partido Comunista busca ser parte sí o sí a la mesa directiva, ya sea a través de los dos cargos principales o en una vicepresidencia adjunta. Esto porque en la actual dirigencia no alcanzaron a entrar, de hecho en las elecciones pasadas se dio uno de los conflictos más importantes entre esta colectividad y el Frente Amplio, puesto que estos últimos patrocinaron a otras vicepresidencias en desmedro de Bárbara Sepúlveda.
El FA tiene una deuda política con sus pares de Apruebo Dignidad, tanto por dicho episodio como por la lealtad que los comunistas pusieron en la campaña presidencial de Gabriel Boric, por lo que no sería extraño que el conglomerado que incluye a partidos como Revolución Democrática y Convergencia Social apoyen en bloque a Sepúlveda en esta oportunidad.
Pero puede que esto no sea suficiente para que Bárbara Sepúlveda llegue a la presidencia o la vicepresidencia. Según dijeron a INTERFERENCIA fuentes del PC, aún están calculando si es que pueden conseguir los 78 votos necesarios para lograrlo.
De todas formas en el partido están tranquilos, puesto que Sepúlveda sí tendría asegurados 10 patrocinios de MSC para entrar en una vicepresidencia adjunta. Este es un compromiso que ambos grupos tienen desde que Chile Digno proporcionó las firmas para que Elisa Giustinianovich entrara a la mesa. Esto a la vez le permitiría ser parte de la Comisión de Armonización, instancia en la cual los constitucionalistas de la Convención, tales que como la misma Sepúlveda, Jaime Bassa, Fernando Atria, Amaya Álvez y Christian Viera, buscan brillar académicamente ajustando los detalles previos a la redacción de la propuesta de carta fundamental.
En caso de que el PC se reste de la competencia por la presidencia o la vicepresidencia, la duda es a quién apoyará el Frente Amplio. En este sentido, el bloque tiene cercanía tanto con Rosa Catrileo como con Cristina Dorador.
El problema para la representante del Pueblo Mapuche es que no cuenta con todo el respaldo de los Escaños Reservados, grupo que hoy en la práctica está quebrado. Asimismo, entre algunos convencionales ronda la idea de que puede ser poco estratégico que la Convención sea presidida nuevamente por una convencional mapuche, puesto que podría interpretarse en la ciudadanía como acaparación. Pese a esto, su apuesta es plantear su candidatura como una continuidad a la presidencia de Elisa Loncon.
Mientras que el desafío para Dorador es que en algunos sectores genera “anticuerpos”. Por ejemplo, según dijo una fuente del Colectivo Socialista a nuestro medio, en el grupo no la ven como alguien dialogante.
Mientras que el desafío para Dorador es que en algunos sectores genera “anticuerpos”. Por ejemplo, según dijo una fuente del Colectivo Socialista a nuestro medio, en el grupo no la ven como alguien dialogante.
Otro dato es que ambas deberán buscar los apoyos de Pueblo Constituyente, sector que aún no se ha pronunciado sobre una posible candidatura ni menos sobre si se inclinarán por una de las alternativas que están sobre la mesa.
Por el lado más moderado, ni Politzer ni Montero han avanzado de forma importante en las negociaciones con los bloques que serán más determinantes, aunque sí podrían contar con el respaldo del sector de los ‘dialogantes’ de la derecha. Asimismo, el Colectivo del Apruebo tampoco ha determinado si presentará su carta propia o apoyarán a alguno de los mencionados anteriormente.
Comentarios
Creo que Cristina Dorador es
Dan al PS como dialogante e
Espero q los constituyentes
She has given me the happiest
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