“Según nuestra cifra, los papitos corazón, solo los inscritos en el registro de deudores de pensiones de alimentos a la fecha, son 270.000. Han salido otros 160.000 del registro de deudores también y se sale de la misma forma en que lo hizo el candidato, pagando o llegando a un acuerdo de pago (...) en ese sentido, no alcanzan los papitos corazón para ganar una elección”.
La frase anterior corresponde a la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana (Frente Amplio), y fue su respuesta al periodista Nicolás Copano –en entrevista con el medio Turno–, cuando éste le consultó sobre el crecimiento del candidato presidencial del Partido de la Gente (PDG), Franco Parisi, en las encuestas presidenciales.
La representante del gobierno de Gabriel Boric atacó directamente el talón de aquiles de Parisi: su historial como ‘papito corazón’. O al menos eso pensarán algunos.
En 2021, incluso siendo conocido públicamente como un deudor de pensión de alimentos vigente en ese entonces, el personaje aludido obtuvo el tercer lugar en las elecciones presidenciales con 899.403 votos.
Porque la realidad es que en 2021, incluso siendo conocido públicamente como un deudor de pensión de alimentos vigente en ese entonces, el personaje aludido obtuvo el tercer lugar en las elecciones presidenciales con 899.403 votos. No le alcanzó para ser presidente, pero obtuvo bastante más que la cantidad de ‘papitos corazón’ inscritos en Chile actualmente.
Ahora, según la última encuesta Latam Pulse Chile realizada por Bloomberg y AtlasIntel, publicada durante esta semana, Parisi está de momento repitiendo el tercer lugar con un 17,1%, siendo superado por Jeannette Jara (35,2%) y José Antonio Kast (26,5%), pero dejando atrás a Evelyn Matthei (10,6%).
Esto no es una sorpresa. Ya se veía hace algunas semanas cómo el abanderado del PDG había dejado muy atrás en las encuestas al candidato del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, e iba acercándose fuertemente a la representante de Chile Vamos, Evelyn Matthei.
Ahora la gran interrogante a la que sus contendores no se están refiriendo, al menos públicamente, es si Franco Parisi puede dar una sorpresa aún mayor y seguir creciendo hasta ganar un espacio en la segunda vuelta.
En 2021 llegó al tercer lugar teniendo la candidatura presidencial más extravagante que se haya visto en el ámbito local. La hizo de forma telemática desde Estados Unidos, dado que si volvía a Chile no podría salir, porque existía una orden de arraigo en su contra por deber más de $207 millones en pensión de alimentos.
En agosto de 2025 ya aparece en tercer lugar en una encuesta relevante, a tres meses de la primera vuelta del 16 de noviembre y con el plus de que ahora realiza su campaña en terreno.
En agosto de 2025 ya aparece en tercer lugar en una encuesta relevante, a tres meses de la primera vuelta del 16 de noviembre y con el plus de que ahora realiza su campaña en terreno, ya que hoy puede entrar y salir de Chile libremente tras acordar el pago en cuotas de la deuda que afectaba a sus hijos.
La frase de Antonia Orellana sobre el candidato del PDG tiene una relevancia mayor. El hecho de que una autoridad de gobierno se refiera al crecimiento de Parisi en los estudios de opinión es una especie de bienvenida a la parte alta de la tabla de posiciones, es reconocer que también está dentro de la pelea, junto con Jeannette Jara (oficialismo), José Antonio Kast (Partido Republicano) y Evelyn Matthei (Chile Vamos).
Si somos profundamente especulativos, quizás las palabras de la ministra fueron precisamente para levantar más el nombre de Parisi y así aumentar la dispersión de votos al interior de la derecha.
Porque sí, tal como publicamos anteriormente en Interferencia, el abanderado del Partido de la Gente avanza por el carril de la derecha. Esto por cosas como su discurso ofensivo, anti establishment, parecido en parte a los estilos de Donald Trump y Javier Milei; además de las prioridades de su programa, como por ejemplo, achicar el Estado a través de la fusión de ministerios, la rebaja de sueldos en cargos públicos y el combate al ‘narcoterrorismo’ a través de operaciones comando.
El ambiente político y mediático proyecta como un evento próximo que Parisi deje atrás a Evelyn Matthei, puesto que la abanderada de Chile Vamos no logra zafar de su campaña constantemente errática y por lo mismo algunos candidatos a diputado de su sector, específicamente de Renovación Nacional, ya se están descolgando de apoyarla y mirando con buenos ojos a Kast.
Pero tomando en cuenta lo dicho en párrafos anteriores, Parisi tiene tiempo y condiciones favorables para avanzar más en los tres meses restantes, por lo que podría perfectamente ir por el candidato del Partido Republicano y dejarlo a él en el tercer lugar de la primera vuelta.
Sin embargo, en el comando de Jeannette Jara y el resto del oficialismo no deberían estar tan confiados.
Parisi es una figura que dice no ser ni de izquierda ni de derecha y juega de esa manera, entonces también podría ponerse como objetivo el perseguir a la militante del Partido Comunista y buscar dejarla a ella fuera de la segunda vuelta.
Esta semana el PDG sumó a Pamela Jiles y a Pablo Maltés a sus filas, ambas figuras vinculadas con la izquierda en un pasado no tan lejano, pero que hoy son tan ambiguos políticamente que calzan a la perfección con la colectividad de Parisi.
Una señal en este sentido es que durante esta semana el PDG sumó a Pamela Jiles y a Pablo Maltés a sus filas, ambas figuras vinculadas con la izquierda en un pasado no tan lejano, pero que hoy son tan ambiguos políticamente que calzan a la perfección con la colectividad de Parisi.
Por supuesto, esto no va a generar que militantes o personas que sean convencidamente de izquierda se descuelguen de la candidatura de Jara, pero sí podría acarrear a simpatizantes con menos doctrina y que están descontentos con la gestión del gobierno actual.
Este sería un pésimo escenario para la ex ministra del Trabajo, considerando que en las últimas encuestas se ve más bien estancada y aún no hay luces de un nuevo elemento que incremente el fenómeno que provocó en las primarias.
Ni Kast ni Jara deben estar tranquilos ante el alza de Parisi, ya que si bien no alcanzan los ‘papitos corazón’ para ser presidente, el serlo tampoco sería un impedimento.
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