“Nuestro lamguen Eloy Ulises Alarcón Manquepan yem defendía un territorio familiar que estaba bajo el título de Merced Hilario Manquepan de aproximadamente 933 hectáreas, parte de las cuales estaban siendo usurpadas por Roberto Antonio Iturra Kusel, quien en complicidad con Mauricio Briceño habían comenzado a parcelar”, fue parte del comunicado público lof Manquepan Nahuelpan el 4 de junio.
Aquel sábado cerca de las 10 de mañana, Eloy Alarcón Manquepan, de 33 años, recibió un disparo en su pecho entre Villarrica y Lican Ray en el Lof Hualapulli, sector Liumalla en Wallmapu, falleciendo en el Hospital de Villarrica.
Eloy Alarcón Manquepan, de 33 años, recibió un disparo en su pecho entre Villarrica y Lican Ray en el Lof Hualapulli.
Fue baleado por Mauricio Ernesto Briceño Medina, quien hizo uso de su arma debidamente inscrita y que acusó que personas que ingresaron a su predio lo habrían intimidado portando machetes y un hacha. Pero rápidamente sus familiares señalaron públicamente que Eloy Alarcón no estaba armado.
Pese a la declaraciones de la madre del fallecido -quien estuvo en ese momento- Carmen Manquepan Nahuelpan, quien remarcó que su hijo no llevaba armas-, el día 8 de junio en la audiencia de formalización en el Juzgado de Garantía de Villarrica se rechazaron las medidas cautelares solicitadas, por el Ministerio Público y la parte querellante, en contra de Mauricio Briceño, imputado como autor del delito consumado de homicidio. En definitiva, el magistrado Julio Sandoval Berrocal dejó sin medidas cautelares al homicida, por considerar que habría indicios de que actuó en legítima defensa.
La disputa territorial
Según ha comunicado el lof Manquepan Nahuelpan, Eloy Alarcón Manquepan, reivindicaba recuperación de tierras en Villarrica, derecho territorial que respaldaba con el Título de Merced.
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Dicho documento al que accedió Interferencia tiene el nombre de Hilario Manquepan el cual corresponde al departamento de Villarrica, lugar Liumalla y fue firmado en 1912 con para devolver al lof Manquepan Nahuelpan una parte del terreno usurpado durante la Ocupación de la Araucanía, la cual significó una invasión al Wallmapu.
El título bajo el nombre de Hilario Manquepan corresponde al departamento de Villarrica, lugar Liumalla y fue firmado en 1912.
Luego de un mapa del territorio en el documento, en la página tres se consigna que el 24 de noviembre de 1911, Hilario Manquepan se presentó ante la Comisión de Título de Merced para solicitar que se reconociera su propiedad sobre el terreno:
“En Temuco a veinticuatro de noviembre del año mil novecientos once compareció el indíjena Hilario Manquepan por sí i en representación de treinta i nueve individuo de su familia i manifestó que requería de la Comisión que en uso de atribuciones que le confiere la lei, lo radicase en el terreno que posee en Liumalla del departamento de Villarrica otorgándole el correspondiente título de merced” (sic).
“Justificó la posesión legal, su calidad de indíjena i la de los demás requerientes i el no haber sido antes radicados en otro lugar con el testimonio de don Bartolo Tranamil i don Andrés Millaleo” (sic), constata el documento que también menciona a los integrantes de la familia.
“La comisión hace merced a nombre de la República a los indígenas mencionados de la hijuela nº36 de (988.10 ha)”.
Así, el escrito indica que con la información rendida “se ha justificado la posesión por el tiempo que la ley lo exige” y añade entre otros puntos: “la comisión hace merced a nombre de la República a los indígenas mencionados de la hijuela nº36 de (988.10 ha) novecientas ochenta y ocho hectáreas de terreno”.
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Estos documentos según explicó el investigador Miguel Melin Pehuen a Interferencia anteriormente, son el “documento del despojo” entre los siglos XIX y XX. “A los sobrevivientes de esta guerra de ocupación y exterminio, les entregó estos títulos, como un regalo, desplazándolos a distintos territorios en las tierras menos aptas para la ganadería y cultivo. Entregaron aproximadamente 3.000 títulos de merced".
Una materia en la que también ahondó en una entrevista en profundidad a este medio el investigador Martín Correa: “El despojo forma parte de la memoria mapuche y constituye la base para los procesos de recuperación territorial”, donde indica que "cuando a las familias mapuche se les mide y adjudica los Títulos de Merced ya tienen a los vecinos al lado, ya tienen a los colonos, ya tienen a los particulares. Entonces, no es que lo sobrante a la ocupación mapuche se remata, sino al revés, lo sobrante de los remates se le reconoce en dominio a las familias mapuche, por lo mismo se les llama 'reservas'”,
Mientras que el historiador de la Universidad Católica De Temuco, Pablo Marimán, explicó en otro artículo de este medio (revisar acá) que la Comisión Radicadora nace de la ley del año 1866, conocida como Radicación Indígena, concebida en plena campaña militar.
“En el acto deben atender el desorden creado y los intereses cruzados en materia de propiedad, entonces necesitan regular el asunto, o sea el despojo, y para eso se proponen ese año instalar una ley y un organismo que se encargue de establecer los títulos que le van a dejar a ‘los indígenas’, como pasarán a denominarnos. Sin embargo, no fue operativo hasta que se culminó la guerra en 1884, y desde ese año hasta 1929, durante 45 años, esa comisión estuvo yendo de norte a sur y desde los valles hasta las costas y montañas, repartiendo Títulos de Merced”, fue parte de lo comentó.
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Cuando llegaron los mapuches
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