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Jueves, 7 de Agosto de 2025
Concierto de Ficwallmapu

Elisa Avendaño, cantante mapuche: "Lo que me ha llevado a más escenarios es la música de resistencia indígena"

Lissette Fossa

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Elisa Avendaño. Foto: Fundación Teatro a Mil.
Elisa Avendaño. Foto: Fundación Teatro a Mil.

La cantante y compositora de música mapuche, Elisa Avendaño Curaqueo, creció escuchando a su madre y a los integrantes de su comunidad cantando sobre sus alegrias, penas, su vida cotidiana y la naturaleza. Esos temas, además de la reivindicación de sus tierras y su cultura, son las temáticas de sus canciones, que estarán presentes en el concierto organizado por Ficwallmapu, el 28 de junio en el Teatro municipal de Temuco y vía online para todo el mundo.

Este 21 de junio se conmemora el We Tripantu o Wüñol Txipantül, festividad mapuche en torno al solsticio de invierno en el hemisferio sur del planeta, que da la bienvenida al invierno. A propósito de esta fecha, el Festival Internacional de Cine y las Artes Indígenas en Wallmapu, Ficwallmapu, organizó una serie de eventos especiales para conmemorar un nuevo ciclo, bajo el lema, “Wiñotuaiñ antü reke, komke newen kimünmuw” ("Retornaremos como el sol, con la fuerza de lo aprendido”). Dentro de esas actividades, está un concierto especial el próximo 28 de junio, con artistas indígenas.

El concierto se realizará el próximo 28 de junio, en el Teatro municipal Camilo Salvo de Temuco, a las 19.00 hrs, y será transmitido vía online en vivo para todo el mundo, a través de las redes del festival. Contará con las actuaciones de la cantante maya kaqchikel Sara Curruchich y con las artistas mapuche Carmen Lienqueo- cantora popular y experimental con tintes de electrónica- y Elisa Avendaño Curaqueo- cantora ülkantufe de música tradicional mapuche-.

“La música mapuche es un lenguaje de formación, de comunicación, de observación del medio ambiente. Se observa el choque de las ramas de los árboles, el sonido de los pajaritos, el sonido del agua”, cuenta Avendaño.

Avendaño lleva años haciendo música. Cuenta a INTERFERENCIA que creció con una madre que le enseñó a cantar en su lengua, el mapudungún, y que luego, cuando se fue de su comunidad a estudiar en un internado, participó en las actividades musicales del colegio. 

“La música mapuche es un lenguaje de formación, de comunicación, de observación del medio ambiente. Se observa el choque de las ramas de los árboles, el sonido de los pajaritos, el sonido del agua”, cuenta Avendaño.

Ya como joven estudiante, en la universidad, fue dirigenta y también participó en grupos musicales, mientras evadía la represión de la dictadura recorriendo comunidades mapuche y comunicando, a través de la música, lo que pasaba en el wallmapu y en el país. Con la vuelta a la democracia comenzó a trabajar en temas sociales y volvió a las comunidades a investigar el trabajo, los conocimientos y la música de las machis. Luego comenzó a presentarse como cantante y a grabar su música, que la ha llevado a giras por Europa, América Latina y distintas ciudades del país. 

En esta entrevista Avendaño reflexiona sobre los temas de su música, sobre el significado del we tripantu para ella y critica la falta de espacios en Chile para mostrar la música mapuche a las nuevas generaciones.

- ¿Cómo es para usted participar en este concierto, en el contexto del we tripantu, que es un momento especial para el pueblo mapuche? ¿Qué significa para usted cantar para conmemorar esta fecha?

- Sí, para mí el we tripantu es un contexto muy especial, espiritual también y de agradecimiento por nuestra tierra y nuestro medio ambiente y cantarle al ñuke mapu es muy importante y hacerle las oraciones correspondientes a la tierra, en el momento en que la tierra llega a a trabajar, por decirlo así, ya que termina un ciclo de vida. Nosotros como humanos, como personas, retomamos la siembra y cultivamos nuestras tierras.

- ¿Y qué sensación y qué impresión espera generar en las personas que vayan al concierto?

- La gente de la comunidad de Temuco, de alguna u otra manera, casi todos los años está celebrando el we tripantu. Y cuando se recibe este nuevo año siempre estamos haciendo música, oraciones, encuentros de familia, celebramos también la alimentación. Yo creo que estas actividades van personas de la misma región y que va a ser diferente porque generalmente hacemos ceremonias antes de hacer cantar, de comer, ante de empezar los conversatorio, pero esta vez en Ficwallmapu se van a mostrar historias, en los documentales, y creo que eso es algo diferente. Esperamos que la gente pueda educarse más, aprender más del mapuche, del conocimiento mapuche, sus raíces, su cosmovisión. 

"Lo que me ha llevado a más escenarios es la música de resistencia indígena, para denunciar los atropellos, mostrar a nuestros jóvenes asesinados, interpretar los sentimientos de los lagmienes asesinados".

- Su música toca muchos temas, además de la conexión con la naturaleza, trata temas sociales, la represión que ha sufrido el pueblo mapuche, la invasión de su territorio. ¿Cómo se lo han tomado otros mapuche? ¿Qué le comentan? ¿Y qué mensajes le gustaría entregar en tu música? 

- Yo hago distintos tipos de música, con distintos temas. Un poco de música social, donde se usa en celebraciones, cumpleaños, casamientos, y también la música de ceremonia, de sanación, de ngillatun. Pero lo que me ha llevado a más escenarios es la música de resistencia indígena, para denunciar los atropellos, mostrar a nuestros jóvenes asesinados, interpretar los sentimientos de los lagmienes asesinados, todo porque han luchado por la recuperación de las tierras y por la sobrevivencia del pueblo mapuche. 

Yo creo que mi música ha sido valorada por eso, porque he tenido constancia en esos temas, en escenarios distintos, comunidades. También porque he soportado mucho en el camino, una porque soy mujer y la otra es porque soy indígena y es difícil llegar a escenarios donde hay puros hombres y además hacer música mapuche, les genera contradicción. Por eso hay que tener, como se dice, piel de chancho, en eso yo creo que he sido fuerte, y eso me dice la gente. Y también me celebran por lo que llevo, lo que enseño y lo que digo. 

- Y los chilenos, ¿cómo se toman su música? ¿Cree que ahora los chilenos están más abiertos a escuchar música mapuche y los mensajes de esta música? 

- Yo creo que hay un tipo de público que escucha esta música, creo que es el público que está con la causa mapuche, ya sea mapuche o no mapuche, creo que ellos escuchan mi música. No puedo decir que haya generaciones o mucha gente que siga mi música, porque en Chile hay un racismo muy grande y por otro lado hay mucha competencia. Además ya la música chilena se escucha poco, falta el acceso a la cultura. En Chile hay mucha pobreza cultural o ignorancia. 

Yo creo que quienes escuchan mi música están por la causa mapuche o por un cambio de trato al pueblo mapuche. Incluso a veces cuando hay personas que no la entienden, que les gusta por el ritmo, por la voz, porque a veces no saben mapuzungun, pero no sabiendo el idioma la gente solo la siente. Pero eso es lo rico de la música mapuche, que uno la puede sentir en el corazón, porque el sonido del kultrún y de la voz llega adentro del corazón. 

"Debería haber recursos dedicados a encuentros regionales y nacionales de música, y que se pudieran dar todos los años, quizás más de una vez por año. Y no sólo se necesita la plata para hacerlo, también se necesitan los espacios".

- ¿Cree que faltan espacios para que artistas mapuche puedan mostrar su trabajo? Porque no sólo está su música, sino también otros artistas y jóvenes haciendo fusión de música mapuche, también hip hop en mapudungun, etc. 

- Sí, acá antes, en los años 80 y 90 se hacían grandes encuentros de música popular y música mapuche. También creo que los artistas usábamos más los escenarios y esos espacios para hacer música. Hoy día hay poco solidaridad para hacer ese tipo de eventos culturales. Debería haber recursos dedicados a encuentros regionales y nacionales de música, y que se pudieran dar todos los años, quizás más de una vez por año. Y no sólo se necesita la plata para hacerlo, también se necesitan los espacios. Hoy en día hay que tener plata para eso, antes la gente era más solidaria y te prestaban los equipos de sonido, aunque no tuvieras ni un peso, ahora es difícil conseguir buenos espacios. Antes las universidades también prestaban sus gimnasios, sus teatros. Hoy en día todo es plata. Eso es un problema.

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