Cuando el 29 de enero de 2020 se realizó el primer Encuentro Nacional de la Empresa (Enade) posterior a los eventos del estallido social, las principales ideas que se dejaron percibir en las palabras del presidente Sebastián Piñera, y en la conversación de expositores y asistentes eran dos: consternación por la revuelta y nostalgia por la añorada ‘democracia de los acuerdos’ conducida por la Concertación en los 90.
Por el contrario, la versión 2022 de Enade -denominado Prosperum Imposta Iter (que su viaje sea exitoso), en referencia al camino que deberá enfrentar el presidente electo Gabriel Boric- estuvo dominada por otro tipo de conceptos y sensaciones: el estallido quedó atrás, la revuelta se canalizó en un proceso constituyente legítimo, a lo que se suma que el presidente electo ha dado muestras de moderación y lejanía respecto de lo que podría haber sido un gobierno de Daniel Jadue, su competidor en Apruebo Dignidad. Esto, pese a que Boric señaló al menos un par de veces durante el encuentro que sería un presidente de izquierda.
El resultado: Gabriel Boric fue recibido de pie, entre aplausos por parte de los cerca de 500 asistentes presenciales al evento cuando hizo aparición a eso de las 12:45 horas en el Centro de Eventos Entre Muros, en la comuna de Huechuraba, lo que también significó un cambio respecto de encuentros anteriores: tradicionalmente estos encuentros se hacían en Casa Piedra, en Vitacura.
Su discurso -el cual inició con la lectura de un poema de Enrique Lihn que trata el problema de la desigualdad- también fue aplaudido en algunas ocasiones, y además el evento estuvo marcado por gestos y palabras de buena voluntad de los distintos representantes del empresariado que tuvieron la palabra en el encuentro.
“Nosotros los empresarios, los emprendedores, los privados, estamos dispuestos a todo lo que sea necesario para que le vaya bien, Presidente”, dijo Juan Sutil Servoin, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), cuando inició su discurso durante la jornada.
De tal modo, abundaron los llamados al ‘consenso’, la ‘unidad’, la ‘confianza’ y el ‘sentido republicano’ de Enade, el cual lleva más de 30 años celebrándose.
Incluso Sutil destacó la jornada del 25 de octubre de 2019, cuando 1,5 millones de personas salieron a protestar en Santiago, en lo que fue el viernes posterior al inicio del estallido social, donde resonaron con fuerza las demandas sociales y el malestar que llevó al proceso político que hoy tiene al país con una Convención Constituyente y un presidente que se declara de izquierda, cuyo lema de campaña fue ‘cambiar Chile’.
Sutil incluso también mencionó -aunque a la pasada- la necesidad de realizar cambios en el sistema de tributación, algo que es clave para Boric si es que pretende solucionar problemas sociales reales y de grandes magnitudes. “De ser necesaria una mayor recaudación tributaria, tendremos que ver cómo nos hacemos cargo, sin poner en riesgo las inversiones, la generación de empleo, el crecimiento y el progreso. Esperamos conocer, cuando sea oportuno, la propuesta que el nuevo gobierno haga en este sentido y aportar con altura de miras a esa discusión”, dijo Sutil.
Esto, aunque de todos modos el jefe de la CPC no dejó de criticar un izquierdismo “identitario” y posturas que considera extremas, como la del decrecimiento o de la ecología profunda. Así Sutil señaló abiertamente que Chile debe firmar finalmente el TPP1 con el argumento de no perder terreno en la competencia con otros mercados del mundo.
Pese a este tipo de señales -en las que el empresariado intenta determinar la agenda del futuro Presidente- el encuentro contó principalmente con palabras de conformidad: “Icare lo recibe con alegría y esperanza”, señaló Lorenzo Gazmuri, presidente de Icare.
Se trata de un episodio más de lo que algunos analistas han denominado “la luna de miel de Boric”, el cual luego de su aplastante victoria goza de buenos índices de aprobación en sondeos y redes sociales, a lo cual se suman los empresarios del país luego de esta versión de Enade. Atrás parecen haber quedado los últimos meses del año pasado, en los que la derecha tradicional y el mundo privado pusieron sus fichas por un candidato de extrema derecha como José Antonio Kast, quien no fue parte de los asistentes al evento ni nadie de su entorno.
Al respecto, INTERFERENCIA, que estuvo en el evento, conversó con algunos asistentes, quienes valoraron especialmente la moderación de Boric y las señales de responsabilidad fiscal, según confidenciaron a este periódico. “Estuvo bien el presidente, esperamos que se cumplan sus llamados a la moderación”, dijo una de las asistentes al evento.
Por otro lado, llamó la atención que a diferencia de otros eneros de Enade, esta vez el público se percibía más joven, con tal vez más ejecutivos y menos dueños entre los asistentes. Así le pareció a un joven ejecutivo que había asistido a otras versiones del encuentro empresarial. “Se ven menos nombres reconocidos”, señaló. Al respecto, de todos modos, hay que señalar que los aforos de la pandemia obligaron a esta versión a reducir el público y la duración de las ponencias, razón por la cual cambió la composición y número de los asistentes
Por su parte, Boric recibió las ofrendas empresariales con estatura presidencial, reafirmando su voluntad de diálogo, moderación (o “ponderación”, como prefirió referirse) de expectativas y responsabilidad fiscal.
Juan Sutil: "a diferencia de la Enade 2021, que fue en diciembre cuando aún no ocurría la primera vuelta, muchas de las propuestas de los candidatos eran bastante más marcadas que ahora. Hoy tenemos una Enade que es muy distinta ya que se resolvió la primera y segunda vuelta, donde hay un presidente electo que tiene que asumir prontamente, y hay un discurso que es mucho más integrador y que va hacia todos los chilenos y chilenas, por lo cual nuestras expectativas mejoran bastante de la versión de 2021"..
Quizá el punto más interesante estuvo cuando el presidente electo habló de la necesidad de dotar al país no solo de soluciones institucionales al malestar social, en referencia al proceso constituyente, sino que también de “soluciones materiales”, cuyas carencias -dijo Boric- son causa directa del estallido social.
Si bien Boric no ahondó en ello, y más bien repitió las ideas de ir con gradualidad y de manera negociada a los cambios sociales, logró instalar la idea de que es necesaria una reforma tributaria que cumpla con objetivos de recaudación y progresividad.
Asimismo, delineó su plan económico para los primeros dos años; mientras que en 2022 buscará estimular la inversión, recuperar el empleo formal y abordar la crisis climática, en 2023 buscará reducir el déficit fiscal mediante la mentada reforma tributaria, la que espera que surja de grandes acuerdos, tenga estándares de países pertenecientes a la OCDE y que no surja de la confrontación ni de visiones maniqueas ni de clases sociales.
En conversación con INTERFERENCIA, el presidente de la CPC señaló que "a diferencia de la Enade 2021, que fue en diciembre cuando aún no ocurría la primera vuelta, muchas de las propuestas de los candidatos eran bastante más marcadas que ahora. Hoy tenemos una Enade que es muy distinta ya que se resolvió la primera y segunda vuelta, donde hay un presidente electo que tiene que asumir prontamente, y hay un discurso que es mucho más integrador y que va hacia todos los chilenos y chilenas, por lo cual nuestras expectativas mejoran bastante de la versión de 2021”.
Sutil agregó que “si hubiera sido electo José Antonio Kast o Gabriel Boric hubiéramos sido igualmente respetuosos y republicanos como corresponde, porque merece el respeto. Es el presidente, no puede ser de otra manera”.
Señales en la agenda
Previo a la sección que contó con la participación de Gabriel Boric, Juan Sutil y representantes de los poderes del Estado -Ximena Rincón (presidenta del Senado), Diego Paulsen (presidente de la Cámara, y Juan Eduardo Vargas (presidente de la Corte Suprema)- hubo dos secciones que contaron con paneles compuestos de distintos actores.
En ellos también se pueden ver señales de buena voluntad de los empresarios, en particular, en el diseño de la agenda de la jornada de ayer.
El primer panel estuvo dedicado al proceso constituyente, donde los convencionales Fernando Atria (FA) y Constanza Hube (UDI) abordaron varios aspectos de contenidos de la nueva Constitución, como la forma del presidencialismo o semi-presidencialismo que adoptará el país, el bicameralismo, el modelo de Estado (unitario o autonómico), la acusabilidad (o no) de los consejeros del Banco Central, entre otros aspectos.
Eso sí, este panel no incluyó a ninguno de los nuevos actores que irrumpieron en la Convención -como Movimientos Sociales Constituyentes o Independientes No Neutrales, quienes hoy detentan el liderazgo de la Mesa Directiva, de la mano de María Elisa Quinteros y Gaspar Domínguez-, con lo que se repitió la lógica de conversación intra-élite y “binominal” de otras Enade.
Pero, de todos modos, se observaron varias señales de apertura o aceptación del proceso constituyente, en el entendido de que se aceptó la visión de Atria, quien afirmó que el proceso goza de legitimidad y que avanza hacia normas razonables a un ritmo adecuado. Lejos de la actitud que había adoptado la derecha económica a través de sus medios de deslegitimar el trabajo de la elaboración de la nueva Constitución, subrayando sus déficits, retrocesos y contradicciones.
El segundo panel estuvo dominado por tópicos relacionados con el compromiso de las empresas con la sociedad actual.
Este bloque de responsabilidad social de la empresa contó con la participación de empresarios como Jaime de la Barra Jara, director de Compass Group; Hans Eben, CEO de Westfalia y ex Unilever; Vivianne Blanlot, directora de empresas como Colbún (Matte) y Antofagasta Minerals (Luksic), además de haber pasado por el primer gobierno de Michelle Bachelet como ministra de Defensa; Francisco Errázuriz, CEO de Sigdo Koppers, y también el presidente de Icare y hombre del grupo Angelini, Lorenzo Gazmuri
De esta forma los temas: salud, adulto mayor, cambio climático, agua, territorio y ciudad, educación y mejores empresas; fueron expuestos por distintos representantes del gremio en atención al trabajo realizado por Icare para entregar a Gabriel Boric el documento “Grupos Compromiso”, en el que se resumen las propuestas de los empresarios en estas materias.
Este bloque de responsabilidad social de la empresa contó con la participación de empresarios como Jaime de la Barra Jara, director de Compass Group; Hans Eben, CEO de Westfalia y ex Unilever; Vivianne Blanlot, directora de empresas como Colbún (Matte) y Antofagasta Minerals (Luksic), además de haber pasado por el primer gobierno de Michelle Bachelet como ministra de Defensa; Francisco Errázuriz, CEO de Sigdo Koppers, y también el presidente de Icare y hombre del grupo Angelini, Lorenzo Gazmuri,
En este segundo bloque se expuso abundantemente a propósito de los desafíos de la empresa en los tópicos mencionados, con un amplio énfasis en el punto de vista ético del empresario y también con su responsabilidad de cara al cambio climático y la desigualdad social.
En este bloque, aunque también en el primero y en el tercero, se habló negativamente de vicios del mercado como la colusión. Pese a eso, los pendones que enmarcaron el conversatorio, y que exponían a los auspiciadores del evento, contaban con empresas como Agrosuper, CMPC y también Cruz Verde, tres que han sido condenados por colusión (colusión de los pollos, del papel tissue y de farmacias, respectivamente). También con SQM, de Julio Ponce, la que se vio envuelta en el escándalo de financiamiento irregular de política, además del Caso Cascadas.
Comentarios
muy buenos artículos
Buen reportaje, si los
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