Corría el año 1986. El ministro del Interior del estado alemán de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Schnoor, miraba, en solitario, el cañón de un carro lanza aguas. El encargado de las policías exigió que se experimentaran en él los efectos del gas irritante CS antes de utilizarlo contra la ciudadanía. Los resultados de la prueba fueron decidores: describió la experiencia como "aleccionadora y devastadora", asegurando a Der Spiegel que “mientras yo sea ministro del Interior, la policía de Renania del Norte-Westfalia no utilizará CS”. (Revise acá el artículo en alemán del medio Der Spiegel).
En Chile, el acercamiento de la cartera de Interior al gas irritante utilizado por Carabineros fue distinto. Cabe destacar que el uso del componente irritante CS es reconocido por la institución. (Revise acá el artículo de este medio, ISP: componentes de lacrimógenas pueden dañar sangre, corazón y sistema nervioso).
El pasado 17 de noviembre, el ex ministro del Interior, Gonzalo Blumel, declaró ante la fiscal regional de Valparaíso, Claudia Perivanich, dando cuenta de su gestión durante octubre de 2019 y marzo de 2020; los meses más intensos de protesta desde el retorno a la democracia en Chile. El entonces jefe de Interior confesó que el gobierno solicitó aumentar el personal de Carabineros en las calles y, también, la adquisición de vehículos lanza agua y lanza gases, los cuales utilizan el mismo gas CS que experimentó el ministro alemán Schnoor en 1986.
Han transcurrido 34 años desde el experimento con gas CS del ministro del Interior de Renania del Norte, y un año desde que Blumel solicitara mayor presencia de este elemento en las calles. Tanto en 1986 – con lo vivido por Schnoor – como a fines del 2019 ha existido evidencia de los peligros del gas CS.
Investigaciones militares y civiles alrededor del mundo – provenientes de Francia, Australia, Estados Unidos, Uruguay y Japón, entre otros – dan cuenta de que el gas irritante es capaz de causar quemaduras en los manifestantes. En Chile, durante los últimos meses, han sido publicados en redes sociales múltiples registros denunciando que manifestantes habrían sufrido lesiones en la piel después de ser mojados por carros lanza agua de Carabineros.
Registros de Piensa Prensa entre los meses de noviembre y diciembre de 2019

El medio La Voz de los que Sobran recogió algunas de estas denuncias en su reportaje “Quemados por el guanaco: Víctimas muestran lesiones similares al uso de gas mostaza y químicos en el agua serían cancerígenos”. En el se incluyen testimonios y fotografías de manifestantes que resultaron con quemaduras de primer y segundo grado en su piel luego de ser mojados por el agua de los carros policiales. (Revise acá el artículo de La Voz de los que Sobran).
Estudios científicos revisados por INTERFERENCIA indican que el químico culpable de dichas lesiones sería el utilizado como agente irritante por Carabineros y otras policías alrededor del mundo. Según estos, la concentración del gas CS en la solución; la humedad; la temperatura; posibles alergias y la pigmentación de la piel de las víctimas son factores que pueden propiciar lesiones cutáneas en personas expuestas al químico.
Estudios civiles y militares alrededor del mundo califican las quemaduras como potencial consecuencia a la exposición al gas CS
En Francia, el doctor en biología molecular, Alexander Samuel, en conjunto con el presidente de la Sociedad de Toxicología francesa y director honorario de investigación del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS), André Picot; estudiaron el químico y sus efectos.
En “L’Utilisation du gas lacrymogene CS ses effets toxiques a plus ou moins long terme” (en español, Uso de gas lacrimógeno CS: sus efectos tóxicos a mediano y largo plazo), los científicos recopilaron una serie de estudios sobre la capacidad del químico de provocar quemaduras en la piel.
Además, y como informó este medio, Samuel y Picot descubrieron que el gas CS genera cianuro en la sangre, transformándose en un “gran factor de riesgo para el cerebro, hígado, riñones, ojos y el sistema gastrointestinal” para quien se vea expuesto. (Revise acá el artículo de Interferencia, Investigación científica francesa concluye que componente presente en lacrimógenas de Carabineros produce cianuro en el organismo).
En cuanto a las quemaduras, los autores condensaron los resultados de múltiples estudios de distintas épocas en diferentes lugares del mundo. De 9.261 personas cuyo contacto con el gas CS – además del gas OC, también utilizado por Carabineros – resultó en problemas a la salud y fue documentado, más de 3 mil presentaron lesiones dérmicas; siendo la consecuencia más común, seguida por daños oculares. De estos, sobre 500 presentaron lesiones moderadas o severas en su piel.
Gráfico publicado por estudio francés. Fuente: Alexander Samuel y André Picot

En conversación con esta redacción, el Dr. Samuel indicó que las lesiones evidenciadas en las fotografías de manifestantes chilenos “son claramente provocadas por el gas CS”. Además de descartar la posibilidad de que Carabineros utilice soda cáustica en sus carros – rumor esparcido por redes sociales durante las protestas de octubre y diciembre –, ya que es poco efectivo al diluirlo con agua; Alexander Samuel, luego de realizar su investigación, cataloga las quemaduras por el gas CS como una quemadura química, la cual está “bien documentada dentro de la literatura científica”.
Dentro de la documentación incluida en el estudio del científico se encuentra un estudio realizado por el gobierno de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam. En éste, se estableció que quemaduras de primer y segundo grado pueden resultar de exposición al gas, siendo factores para que esto suceda la humedad, temperatura y la pigmentación de la piel de quien resulta expuesto. (Revise acá el estudio norteamericano).
Inglaterra también realizó estudios para el gas irritante. Dentro de la investigación de Samuel y Picot, se detalla un estudio realizado por la Chemical Defense Establishment (Establecimiento de Defensa Química, en español) del Reino Unido.
El gas CS fue aplicado al antebrazo de militares, quienes fueron examinados una hora, seis horas y 24 horas después. En su estado seco, no se observó ningún tipo de irritación salvo en concentraciones sobre 20 mg de CS. En estado húmedo, irritación leve pudo presenciarse en cuatro los cuatro sujetos, la cual empeoró considerablemente a los 20 mg. Si bien con 30 mg todos presentaron irritación, ésta no presentó ampollas los días siguientes.
En Uruguay, en tanto, se realizó un estudio luego de que un militar presentara quemaduras en su piel al ser expuesto al gas. La investigación concluyó que el efectivo habría tenido mayor exposición al químico que el resto de los militares; pero que sus lesiones fueron efectivamente provocadas por el gas. El estudio concluye que “el uso de medidas de protección personal resulta relevante con el fin de evitar la exposición durante entrenamientos de fuerzas de choque” al químico. (Revise el estudio uruguayo acá).
Lesiones sufridas por militar uruguayo

La exposición al gas también fue estudiada en Hong Kong, China. El año 1996, luego de que se presentara una revuelta dentro de un campo de detención para vietnamitas, la policía china empleó gases lacrimógenos cuya base irritante fue el gas CS. Alrededor de 1.500 personas fueron expuestas al gas, analizándose las lesiones de 184 personas 21 días después de haber tomado contacto con el compuesto CS – dentro del estudio explican que no pudieron analizar a todos los lesionados dada la falta de recursos, incluyéndose sólo a los más graves. De estos, un 52% de las personas incluidas en el estudio (96) presentó quemaduras. (Revise acá el estudio).
Este artículo contó con la colaboración de Pablo Ugalde, doctor en Microbiología y Biotecnología de la Universidad de Montpellier.
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