En un diálogo de 38 minutos filtrado por la prensa rusa y verificado por el gobierno alemán, el jefe de la Luftwaffe, Ingo Gerhartz, y tres subordinados discuten sobre la posibilidad de persuadir al canciller germano Olaf Scholz para entregar misiles Taurus a Ucrania, y si esta munición podría volar el estratégico puente de Kerch, que conecta Rusia con Crimea.
Según el general Gerhartz, “cuando se trata de planificación de misiones, sé cómo lo hacen los ingleses, lo hacen completamente en reachback. También tienen algunas personas sobre el terreno, lo hacen. Los franceses no”. El reachback es un término militar para describir cómo las tropas en el frente pueden obtener equipo, apoyo e inteligencia desde unidades no desplegadas.
Sin embargo, según The Guardian, el jefe de la Luftwaffe sugiere que el enfoque británico es más profundo e implica apoyo directo en terreno, ayudando a las fuerzas de Kiev a disparar misiles Storm Shadow de largo alcance.
Ahora bien, antes de la filtración, Gran Bretaña confirmó la presencia de un "pequeño número de personal" en Ucrania el martes de la semana pasada, aunque no dijo qué tareas estaban llevando a cabo.
Sin embargo, el canciller Scholz se ha negado a proporcionar misiles Taurus a Ucrania, en vista que ello requeriría la presencia de alemanes para igualar a los británicos y franceses y participar en "la forma de control de objetivos". El canciller afirmó el lunes de la semana pasada que se corría el riesgo de convertir a Berlín en un “participante en la guerra”, incluso si esos soldados estuvieran dentro de Alemania. "En ningún momento los soldados alemanes pueden ser vinculados con los objetivos que alcanza este sistema [el Taurus]", sentenció Scholz.
En este sentido, el general Gerhartz y otros tres oficiales alemanes discuten en la grabación la negativa del canciller y cómo sería posible sortearla, antes de una reunión de 30 minutos que el jefe de la fuerza aérea tiene con el ministro de Defensa, Boris Pistorius.
En la llamada, los oficiales alemanes discuten los posibles tipos de objetivos para el Taurus, incluido un "puente en el este" al que se dice que es difícil de alcanzar con pilares que son "relativamente pequeños".
Según The Guardian, la descripción coincide con el estratégico puente de Kerch, una ruta de suministro clave hacia la Crimea ocupada por Rusia, que a pesar de numerosos intentos de bombardearlo , los ucranianos hasta ahora no han podido destruir. Concluyen que sería técnicamente factible volar el puente, pero que podrían ser necesarios "de 10 a 20 misiles".
Al fin de la conversación, los altos oficiales llegan a la conclusión de que una entrega rápida y el uso de los misiles en el futuro inmediato sólo sería posible si estuvieran involucrados soldados alemanes, pues el entrenamiento de Taurus para soldados ucranianos era una posibilidad, pero llevaría meses de preparación.
Una vez difundida y verificada la filtración, este lunes, Rusia exigió explicaciones al embajador alemán en Moscú, Alexander Lambsdorff, por la conversación filtrada.
Por su parte, el canciller Scholz prometió una investigación exhaustiva de la filtración sin entrar en más detalles. Así también, insistió en su negativa al envío de misiles Taurus a Ucrania.
“No se puede entregar un sistema de armas que llega muy lejos y no pensar en cómo se puede tener el control sobre el sistema de armas. Y si se quiere tener el control, eso solo es posible si participan soldados alemanes, algo que está totalmente fuera de lugar”, declaró Scholz este lunes.
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