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Viernes, 19 de Abril de 2024
Colonia Dignidad

Hoy ministro de Justicia y DDHH, ayer amigo de Schäfer: Los movimientos de Hernán Larraín en favor de la secta

Camilo Solís

El documental Colonia Dignidad: Una secta alemana en Chile, volvió a recordar los horrores cometidos por Schäfer y su círculo en su reducto del Maule. También la protección que consiguió desde el Estado chileno en dictadura y la férrea defensa de quien, irónicamente, se convirtiera en ministro de Justicia y Derechos Humanos, que en su rol como senador intercedió por la Colonia en numerosas ocasiones.

Admision UDEC

“Lo llevaron al aeropuerto de Frankfurt, y aunque la causa estaba en marcha, la policía no lo detuvo en el aeropuerto. Y así se fue del país. Todos fallaron. El Estado Alemán hizo oídos sordos desde 1957”, menciona Wolfgang Kneese, en el documental de producción alemana-chilena y reciente estreno “Colonia Dignidad. Una secta alemana en Chile”. Se refiere a cómo Paul Schäfer salió de Alemania junto a un grupo de seguidores a pesar de las denuncias que pesaban en su contra en su país por abuso sexual infantil.

En Chile los oídos del Estado no tuvieron un mejor desempeño. Luego de la llegada de Schäfer en 1961, y tras múltiples sospechas, evidencias y denuncias criminales en contra de su persona y de los hechos ocurridos en Dignidad -que incluían malos tratos, abuso sexual, torturas y desapariciones de detenidos políticos- recién en 2005 consiguió ser detenido,- estaba prófugo en Argentina-, y enjuiciado, luego de décadas de poderosa protección civil, especialmente durante la dictadura de Augusto Pinochet, pero también durante largos años de democracia en los noventa.

“No existe un caso en la justicia penal chilena donde se hayan utilizado tantos recursos que contempla la ley para tratar de desvirtuar el procedimiento policial", menciona en el documental.

El caso del propio Kneese también es ilustrativo. En 1967 se fugó de Colonia Dignidad, tras lo cual denunció los malos tratos recibidos en la secta encabezada por Schäfer, ante lo cual recibió de parte del Estado chileno una condena por injurias y calumnias que solo fue rectificada por la Corte Suprema en 2017, 50 años después. 

Algo de lo que cada vez hay menos dudas es que probablemente el Estado chileno hubiera estado más atento si Schäfer y su círculo más cercano no hubieran contado con poderosos amigos, verdaderos gestores de intereses que en el mundo público se dedicaron a defender a ultranza la bondad del jerarca alemán y su espeluznante proyecto de comunidad en El Maule. 

Larraín, la derecha y la secta

“No existe un caso en la justicia penal chilena donde se hayan utilizado tantos recursos que contempla la ley para tratar de desvirtuar el procedimiento policial. Integrantes de la sociedad chilena empezaron a descalificar el procedimiento”, menciona en el documental un policía en retiro que tuvo a su cargo la investigación de Colonia Dignidad en los noventas.

Inmediatamente después, sobreviene la imagen de un cuarentón senador Hernán Larraín en plena Villa Baviera, ocupando un podio al aire libre entre los colonos para decir ante un micrófono: “Se ha ocupado violencia innecesaria, se ha amedrentado a personas que tienen el derecho de vivir en paz y al respeto de su dignidad como tales. Todo ello por una denuncia de un menor que se ha formulado en contra de un anciano de cerca de 80 años, quien además sufre la pérdida parcial de la visión”.

“Quiero señalar que, una vez más, nosotros no aceptaremos ese abuso de poder que se ha cometido”, agregó Larraín en el año 1997, cuando la colonia comenzaba a sufrir los embates de la justicia chilena una vez que ya no contaba con todo el manto de protección que le brindaba la dictadura y las denuncias por abuso sexual y violaciones a los derechos humanos al interior del fundo se multiplicaban. 

No era ni remotamente la primera vez de Larraín al interior de la secta. 

El colono Efraín Vedder señaló que “Larraín asesoró a Hartmut Hopp para la formación de la Organización Comunitaria Perquilauquén”, el organismo que vino a reemplazar a la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad

“Si de amigos se trata, uno de los más connotados es el olvidadizo senador UDI Hernán Larraín”, menciona el libro Los amigos del “Dr.” doctor Schäfer. La complicidad entre el Estado chileno y Colonia Dignidad, de los periodistas Claudio Salinas y Hans Stange. Y agrega: “Según el testimonio de varios colonos, Larraín llegó por primera vez a la colonia siendo estudiante de la Universidad Católica, de la mano de Jaime Guzmán, el prohombre de la actual derecha chilena. Lo hizo acompañado de otros jóvenes dirigentes universitarios gremialistas como Alberto Hardessen, Manuel José Vial y Juan Carlos Méndez”, dice el texto. 

Esta versión tiene respaldo en las palabras que la ex ministra del gobierno de Pinochet, Mónica Madariaga, emitió cuando dijo en una entrevista a La Tercera que Larraín había sido instruido por el propio Jaime Guzmán en los campos de Colonia Dignidad previo a la dictadura, en compañía de los entonces jóvenes Andrés Chadwick y también Pablo Longueira, quienes se transformarían en connotadas figuras de la UDI. 

Las visitas de Larraín son refrendadas por otro dato. En medio de las investigaciones judiciales contra Colonia Dignidad, se dieron a conocer miles de fichas que Schäfer había mandado a confeccionar respecto de numerosos personajes públicos chilenos, ya sea que significaran una amenaza para Colonia, o potenciales amigos. Tal como informó El Mostrador en la época, la del actual ministro de Justicia decía “Larraín se mostró muy abierto y nos contó que había estado en el fundo ya tres veces con Jaime Guzmán. Una vez durante la época de la UP, una en el año 1974 y una vez en el año 1975. Dijo que apreciaba mucho nuestro trabajo. En el fundo conoció al presidente Schmidt, a su esposa, al doctor, a un tal Albert, y que también conocía a Hartmut [Hopp]”.

Larraín reconoció abiertamente, en los años noventa, que su principal interlocutor con Dignidad era el doctor Hartmut Hopp, uno de los colonos de mayor jerarquía en Colonia Dignidad. Médico y brazo derecho de Schäfer, fue condenado en Chile a cinco años de prisión por encubrir abusos sexuales en la colonia, sin embargo escapó a Alemania, donde permanece libre debido a que la Audiencia Territorial de Düsseldorf desestimó hacer cumplir la condena de Hopp en Alemania, a causa de falta de evidencias. 

Contra Hopp, también pesan acusaciones de haber participado en torturas en Colonia Dignidad, donde también funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio de la dictadura militar.

El actual ministro de Justicia fue especialmente colaborador de la Colonia, hasta el punto de asesorarlos con sus conocimientos como abogado. Tal como dice el libro Los amigos del “Dr.” Schäfer, el colono Efraín Vedder señaló que “Larraín asesoró a Hartmut Hopp para la formación de la Organización Comunitaria Perquilauquén”, el organismo que vino a reemplazar a la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad cuando a principios del gobierno del Patricio Aylwin su personalidad jurídica fue cancelada.

Cabe mencionar que la disolución de la personalidad jurídica de Colonia Dignidad en 1991 levantó una polvareda entre los senadores de derecha de la época, 17 de los cuales -entre los que destacó Jaime Guzmán y Sergio Onofre Jarpa- decidieron ir al Tribunal Constitucional para interceder por Colonia.

En una entrevista Raquel Correa le recuerda a Larraín “que en diciembre de 1996, el senador habló con el presidente de la Corte Suprema, Servando Jordán, para manifestar su preocupación por el trato de los funcionarios policiales que fueron a Dignidad.

En una columna publicada en The Clinic, en 2005, el ex subsecretario del Interior de Patricio Aylwin, Belisario Velasco contó que el entonces presidente le encomendó terminar con Colonia Dignidad. Velasco agrega: “tan pronto inicié la tarea encomendada, se presentaron problemas. Una enorme red de influencia empezó a movilizarse para impedir que avanzáramos. Hubo amenazas anónimas y una fuerte ofensiva legal. Decenas de abogados hicieron lobby por los jerarcas de la Colonia. La mayoría era de derecha. Hoy nadie quiere acordarse, pero todos los senadores de la UDI y de Renovación Nacional, excepto Sebastián Piñera, los respaldaron en una carta pública”.

Otras gestiones realizadas por Larraín en favor de la secta aparecieron en una entrevista que le hizo Raquel Correa para El Mercurio. En ella, Correa le recuerda a Larraín “que en diciembre de 1996, el senador habló con el presidente de la Corte Suprema, Servando Jordán, para manifestar su preocupación por el trato de los funcionarios policiales que fueron a Dignidad. «Para serle franco, no lo recuerdo», contestó Larraín”, tal como menciona el libro Los amigos del “Dr.” Schäfer

“Tampoco recuerda si en 1998 se opuso a un proyecto de ley que facultaba al Senado para informarse sobre casos de detenidos desaparecidos en Villa Baviera. «No tengo memoria sobre esa materia», dijo el senador”, agrega el libro de Salinas y Stange sobre las gestiones de Larraín en favor de Dignidad.

Larraín dice que no sabía a pesar de Informe Rettig y denuncias

Debido al revuelo ocasionado por el estreno del documental, y a las imágenes en las que figura prestando apoyo a la Colonia, el ministro Hernán Larraín ha reaccionado a través de los medios. En ellas el ministro señala que su interés era que se mantuviera abierto el hospital de Dignidad y que “con posterioridad a eso aparecieron estas denuncias y esas denuncias consultadas por nosotros, fueron muy extrañas y nadie en ese minuto las creía”, agregando que “yo también fui engañado de que ahí no había tal y por eso es que hice algunas declaraciones”, y que actualmente hay quienes buscan un “aprovechamiento político” a partir de estos hechos.

Larraín hace referencia al hospital creado por Colonia Dignidad, que prestaba atención médica gratuita a los habitantes alrededor de la hacienda. Según lo narrado por el documental de Netflix, el hospital fue el primer paso que tomó Schäfer para buscar apoyo de la comunidad chilena, tras los rumores de abusos en Colonia Dignidad y las primeras fugas de colonos del lugar, en la década de los sesenta. A cambio de salud gratuita, que en ese momento no proporcionaba el Estado, el alemán obtenía el silencio y la colaboración de sus vecinos.

"(..) había un informe de Verdad encargado por el Estado chileno sobre los crímenes de la dictadura, el ‘Informe Rettig’ que es de 1991 y donde aparece Colonia Dignidad como un importante centro de detención, secuestro, tortura y desaparición de prisioneros políticos además de las denuncias de niños abusados por Schäfer”

En conversación con INTERFERENCIA, Margarita Romero, presidenta de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, señaló que “las declaraciones del ministro fueron en 1997, cuando era senador por la región y conocía perfectamente la situación de la Colonia, donde había denuncias de víctimas de la dictadura”. 

“Es más, había un informe de Verdad encargado por el Estado chileno sobre los crímenes de la dictadura, el ‘Informe Rettig’ que es de 1991 y donde aparece Colonia Dignidad como un importante centro de detención, secuestro, tortura y desaparición de prisioneros políticos además de las denuncias de niños abusados por Schäfer”, dice Romero, quien agrega que Dignidad siempre ha contado con una red de protección “desde siempre y hasta el día de hoy, tanto de civiles como uniformados, y todo tipo de autoridades, lo que ha hecho difícil obtener verdad y justicia por estos crímenes".

"Hernán Larraín, actual ministro de Justicia y Derechos Humanos formó parte de ese círculo, por lo cual quienes colaboraron con la dictadura y luego asumieron cargos de representación política, lo que han hecho es defender la impunidad y mantener a la población en la ignorancia haciendo creer que no sabían lo que ocurría en la Colonia cuando lo más probable es que sí lo supieran”, añade Romero.

La asociación que preside Romero fue creada en 2014. Han luchado por conseguir que Colonia Dignidad se transforme en un sitio de memoria abierto a toda la ciudadanía y no solo construir o instalar un memorial. “Nos hemos encontrado con muchos obstáculos para conseguir esto, entre ellos uno de los más importantes es romper el silencio y la resistencia a hablar con la verdad de lo que realmente ocurrió en este lugar”, dice y además critica “la voluntad del Estado chileno y del Estado alemán para trabajar conjuntamente con la ciudadanía organizada”. 

Margarita Romero critica la falta de transparencia: “después de 4 años aún no conocemos el concepto desarrollado por expertos alemanes sin la inclusión de las organizaciones chilenas que históricamente han luchado por la verdad".

Desde 2017 existe una Comisión Mixta chileno-alemana, creada por los Estados de ambos países, la cual se dio a la tarea de hacer un proyecto de memorial y centro de documentación en Dignidad, el cual depende del Ministerio de Relaciones Exteriores y que también cuenta con participación de la Subsecretaría de DDHH, dependiente de la cartera de Justicia que preside precisamente Hernán Larraín. 

Sobre los avances de esta comisión, Margarita Romero critica la falta de transparencia: “después de 4 años aún no conocemos el concepto desarrollado por expertos alemanes sin la inclusión de las organizaciones chilenas que históricamente han luchado por la verdad y justicia en torno a Colonia Dignidad”.

Romero cuenta que la autoridad ha hecho oídos sordos para acoger la propuesta de esta organización, de crear una mesa de trabajo de las organizaciones con las autoridades pertinentes para avanzar en una propuesta de sitio de memoria. 

“Otro de los compromisos de la Comisión Mixta tiene que ver con un diagnóstico de activos, sociedades y empresas surgidas en Colonia Dignidad y Villa Baviera, esto fue encargado por Alemania a GIZ (Sociedad Alemana de Cooperación Internacional), sin embargo el informe permanece en calidad de ‘reservado’, en definitiva nada de lo realizado por esta comisión mixta ha sido público o compartido con las organizaciones de la sociedad civil que por años trabajan el caso de Colonia Dignidad”, menciona Romero. 

Sobre la serie de Netflix, Romero celebra que se vuelva a poner en la discusión pública el tema de Colonia Dignidad, pero critica que la producción centra la acción criminal solamente en Schäfer como si hubiera habido un solo perpetrador. "Hoy sabemos que Schaffer no actúo solo, que muchos otros personajes cumplieron el rol de jerarcas y tenían mucho poder. Algunos de ellos aparecen entregando "testimonio" en la serie", menciona. 

"Nos sentimos decepcionados por un documental hecho por alemanes, en Alemania, que responde a esa política de "contención" que ha tenido el Estado Alemán por años en torno al caso de Colonia DIgnidad. Valoramos la valentía de las víctimas, los niños, hombres y mujeres sobrevivientes del lugar y de los familiares que entregan sus testimonios y nos acercan a la verdad del horror que vivieron, crímenes que aún permanecen impunes por la falta de voluntad política de ambos estados, chileno y alemán para hacer justicia y reparar", cerró Romero.



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La Justicia Alemana y La Chilena, la robusta red de protección. Que hay detrás? Algo así, como la "pederasta conexión", cuántos trapitos sucios guardaría el siniestro Shäfer y su séquito?. No me cuadra tanto interés x protegerlo, pa mi hay gato encerrado. Esa es otra película que va tardar un poco en salir, o que quizá no salga nunca. Digamos que el documental se queda corto, pero igual sería interesante difundir en televisión abierta, que dirían los negacionistas, los que insisten con dejar a tras el pasado que nos divide. Ni perdón ni olvidó!!

El primer día que apareció la noticia informando que Hernán Larraín asumía el ministerio de "Justicia y Derechos Humanos" creí que se trataba de una broma cruel de las redes sociales con las victimas de la secta alemana de Parral . Me era imposible asimilar que ese defensor fanático , desde la primera hora de la violación masiva de derechos Humanos durante la dictadura cívico militar que asolo a nuestro país durante 17 largos años , representante de oscuros montajes y campañas de apoyo a Colonia Dignidad asumiera dicho cargo. IMPRESENTABLE ANTE EL PAIS Y EL MUNDO.

Es realmente una descarada burla a la ciudadanía, que ocupe el cargo de Ministro de Justicia y DDHH, un personaje que fue miembro activo de la Dictadura y amigo de Paul Schäfer, que aportó y colaboró con la DINA y la CNI utilizando instalaciones de Colonia Dignidad.. Hernán Larraín ahora niega haber tenido conocimiento de los crímenes cometidos en esos recintos.

Hola a todas y todos. Escribo desde Bolivia y tengo: una certeza, una duda y un pedido. Certeza: Que Hernán Larraín haya sido ministro de Justicia y DDHH no debiera ser sorpresa, conociendo los antecedentes de su jefe inmediato el entonces presidente y potentado Sebastián Piñera. Duda: Revisé el Informe de la “Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación” o Informe Rettig 1996. La ex “Colonia Dignidad” ubicada en comuna Parral (provincia Linares, Región Maule) NO aparece en la indagación sobre lugares de detenciones y torturas durante la Dictadura cívico - militar 1973 - 1990. Pedido: Por favor, si alguien tuviera datos sobre Colonia Dignidad en alguno de los informes (Rettig, Valech I, Valech II), le estaré muy agradecido. Saludos Edgar Ramos Andrade – [email protected]

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