A 23 días de iniciado el gobierno de Gabriel Boric continúan sin nominaciones algunos cargos claves. Uno de ellos son las capellanías al interior de La Moneda. Allí existen tres autoridades religiosas: católica, evangélica y judía, figuras encargadas de mantener relaciones entre el mundo religioso y el laico, una herencia histórica que se mantiene desde hace más de un siglo cuando en 1925 fue suprimido el vínculo entre el Estado y la Iglesia.
Sin duda, en cuanto a prominencia, el cargo de capellán católico es uno de los más relevantes dentro de Palacio. Hoy, al igual que el resto, el Gobierno aún no ha propuesto candidatos al Arzobispado de Santiago, institución encargada de recibir la nominación y responsable de dar el visto bueno al nombre que desde La Moneda proponen.
Esta nueva ¿cuestión del capellán? es un nuevo episodio que deja al descubierto las confusiones al interior de los Ministerios en La Moneda y un manejo comunicacional confuso. Pues desde el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres) —cartera encargada de esta gestión— y frente a la solicitud de información oficial por parte de esta redacción, señalaron que no sabían quién era el responsable de aquella información.
No obstante, fuentes de la capellanía evangélica señalaron que el Ministerio encargado efectivamente era Segpres y que la información que manejan al respecto indicaba que para el mes de abril deberían ser definidas las nuevas autoridades religiosas. Algo que claramente para ese entonces no manejaban en la cartera.
Es tarea de cada Gobierno solicitar un nuevo nombramiento, pues una vez finalizada la gestión anterior, el capellán cesa en sus funciones. Sin embargo, fuentes de Palacio indican que el padre Pablo Palma —capellán propuesto por Sebastián Piñera—aún asiste a la capilla ubicada en el Patio de los Canelos los días miércoles y viernes
De igual forma, INTERFERENCIA contactó al Arzobispado de Santiago para conocer la existencia de acercamientos por parte del Ministerio Secretaría General de La Presidencia, pero negaron conversaciones y señalaron “por ahora no tenemos antecedentes de dicha solicitud”.
Asimismo, respecto a la vacante, indicaron que es tarea de cada Gobierno solicitar un nuevo nombramiento, pues una vez finalizada la gestión anterior, el capellán cesa en sus funciones. Sin embargo, fuentes de Palacio indican que el padre Pablo Palma —capellán propuesto por Sebastián Piñera—aún asiste a la capilla ubicada en el Patio de los Canelos los días miércoles y viernes.
En este escenario, INTERFERENCIA consultó al ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, para saber si existían las nominaciones. Jackson señaló que “tenemos que tratar de resolver el diseño de la ONAR —Oficina Nacional de Asuntos Religiosos— de aquí al lunes [4 de abril]”.
Remembranzas de una capellanía fallida
Las funciones del capellán en La Moneda, principalmente, buscan "representar al Gobierno frente a entidades religiosas", pero más allá de ser un nexo entre los credos y el Ejecutivo, el nombramiento no es algo accesorio. De hecho, entre sus objetivos estratégicos definen "promover la efectiva Igualdad y Libertad religiosa en Chile", además de "propiciar el diálogo interreligioso".
Por último, el académico que también impartió el curso "Justicia y Doctrina Social de la Iglesia", concluye que estos "pastores sin ovejas", pueden terminar siendo verdaderos "lobbistas".
No obstante, hay quienes se oponen a la existencia de este cargo dentro de las dependencias de Palacio. Esto, pues señalan que más allá de sus facultades su presencia no se justifica. Tal es el caso del académico de la Universidad Católica, Jorge Precht, quien en una columna de opinión publicada en Diario Constitucional donde entre los argumentos que plantea, sostiene un problema de igualdad ante la ley, incompatibilidad con la laicididad del Estado y el fortalecimiento de la ONAR, si es que la intención es tener asesorías en materias eclesiásticas. Por último, el académico que también impartió el curso "Justicia y Doctrina Social de la Iglesia", concluye que estos "pastores sin ovejas", pueden terminar siendo verdaderos "lobbistas".
Un episodio sucedido el año 2015 dejó en evidencia la importancia política de estas nominaciones tras la nominación fallida del sacerdote jesuita Felipe Berríos.
Según señaló La Tercera en el año 2015, fueron revelados una serie de correos electrónicos entre el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati y el cardenal Francisco Javier Errazúriz, en donde planeaban impedir la llegada de Berríos, tras una serie de operaciones y que incluía el lobby de Enrique Correa —ex ministro de Estado—, a ocupar el cargo de capellán en La Moneda, según consignó El Mostrador.
Aunque Berríos luego aclaró que no le interesaba usar el cargo, la preocupación por parte de altas autoridades religiosas por su eventual nominación deja en evidencia la importancia que para la Iglesia significa este cargo, aún cuando la separación entre Estado e Iglesia ocurrió hace casi 100 años en nuestro país.
Sin embargo, la historia pesa y la Iglesia mantiene aún vínculos con el Estado pese a la escisión. En ese sentido, las autoridades religiosas mantienen prominencia y las relaciones con el Gobierno de Boric no comenzaron calmas, precisamente con Ezzati y Errazúriz.
Un pasaje entre Boric y la Iglesia que también tuvo réplicas por parte de Ezzati, donde el ex arzobispo de Santiago, sostuvo que “Gabriel Boric no sabe todo lo que hicimos para conocer los abusos de Karadima”. No obstante, el estado de las relaciones entre el Ejecutivo y el Episcopado tendrá que verse nuevamente en la nominación para el capellán de La Moneda, pues la última palabra la tiene el Arzobispado.
El 13 de marzo, Gabriel Boric desarrolló una jornada llamada “Cambio de Mando Ciudadano” en La Pintana. Allí, tras el cierre de la actividad señaló “me molestó ver en la Catedral al señor (Ricardo) Ezzati y gente que ha actuado como encubridora de graves delitos contra los niños que están aquí presente”, según La Tercera.
A estas declaraciones, se sumaron las que luego dio para Chilevisión, donde expresó directamente y de forma “categórica” que esperaba que no fueran parte del Te Deum en septiembre, tras las “altas responsabilidades” jerárquicas que poseían en “momentos de graves abusos contra niños, niñas y adolescentes y en donde hubo al menos una negligencia y yo diría que más una complicidad institucional en esconder estos casos es absolutamente inaceptable”.
Un pasaje entre Boric y la Iglesia que también tuvo réplicas por parte de Ezzati, donde el ex arzobispo de Santiago, sostuvo que “Gabriel Boric no sabe todo lo que hicimos para conocer los abusos de Karadima”. No obstante, el estado de las relaciones entre el Ejecutivo y el Episcopado tendrá que verse nuevamente en la nominación para el capellán de La Moneda, pues la última palabra la tiene el Arzobispado.
Comentarios
Porque la moneda debe tener
Creo que llego el fin de
Por qué tener un capellán en
¡Qué idiotez!.... ¡Qué
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