Desde que se anunció el nombre de Brandon Judd como nuevo embajador de Estados Unidos en Chile hace unos días, de inmediato comenzaron las especulaciones sobre la razón que tendría el electo presidente Donald Trump para enviar a Santiago a un veterano ex agente de la Patrulla Fronteriza (Border Patrol), que durante años supervisó la frontera con México, pero también la de Canadá.
Las teorías iban desde la cancelación del programa de visa waiver, frenar las relaciones comerciales de nuestro país con China, hasta la deportación de venezolanos ilegales en EE.UU. a Chile, so pena de elevar drásticamente los aranceles de productos chilenos que ingresan al país del norte.
Según las fuentes consultadas por este medio, Brandon Judd le pidió al presidente electo Donald Trump la embajada en Chile. ¿Por qué? Porque nuestro país tiene una importancia especial y personal para él.
Interferencia contactó a fuentes del departamento de Estado de Washington y a personas cercanas al nuevo secretario de Estado Marco Rubio. Éstas, que hablaron bajo la condición de no aparecer con sus nombres, coinciden en que esas teorías sobre el arribo de Judd en Chile están errando en el blanco.
La razón sería mucho más simple. Como presidente del sindicato de más de 17.000 agentes fronterizos estadounidenses, ya en la campaña presidencial de Trump en 2016 apoyó públicamente la idea de construir un muro en la frontera con México. Desde entonces, ambos hombres han estado en plena sintonía respecto del tema inmigratorio, con Judd apareciendo de manera frecuente en medios de derecha como Fox News, abogando por políticas más estrictas como las que propone Trump. Judd se retiró de ese puesto en mayo de este año, tras casi 30 años de carrera en el Border Patrol, y tras el triunfo de Trump en noviembre, este le ofreció como premio a su lealtad algún puesto en el nuevo gobierno.
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Y, según las fuentes consultadas por este medio, Brandon Judd le pidió al presidente electo la embajada en Chile. ¿Por qué? Porque nuestro país tiene una importancia especial y personal para él.
El nuevo embajador es mormón y en su juventud, a fines de los años 80, estuvo de misionero en Chile, predicando y viviendo en Santiago al menos dos años.
Brandon Judd, nacido en el estado de Arizona, es miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocida como Mormones, y en su juventud, a fines de los años 80, estuvo de misionero en Chile. Todos los jóvenes mormones que terminan la secundaria deben ir a misiones al extranjero para ‘evangelizar’. Y Judd terminó viviendo en Santiago al menos dos años. Aquí conoció a familias chilenas mormonas. Según las fuentes que hablaron con nuestro medio, Judd tiene muy buenos recuerdos del tiempo que estuvo predicando en nuestro país. Para él volver a Chile como embajador después de cuatro décadas tiene un gran valor humano y significado personal.
Lejos de venir como una suerte de ‘sheriff’ de Trump, lo que Judd en realidad quiere, afirman estas fuentes, es asegurarse una vida cómoda en sus últimos años laborales -tras casi tres décadas en el complejo empleo de patrullar fronteras- en un país al que le tiene cariño. En sus años en Chile aprendió hablar de manera fluida el español.
Durante los últimos 20 años, en paralelo a ser agente fronterizo, Judd ha ejercido como periodista deportivo en el diario Deseret News, un periódico del estado de Utah que es propiedad de la iglesia mormona. Lo que más ha cubierto es fútbol, lo que no necesariamente lo acercará culturalmente a Chile, ya que se trata del llamado fútbol americano.
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