Desde su implementación a fines de 2019, el Programa Integral de Reparación Ocular (Piro) ha sido objeto de diversas críticas. La iniciativa, que originalmente buscaba dar rehabilitación y reparación a las cientos de víctimas de traumas oculares ocurridos tras el 18 de octubre de 2019, principalmente en manos de Carabineros, ha sido constantemente criticada por sus beneficiarios.
Este viernes, sin embargo, la situación pasó a mayores cuando distintos afectados se tomaron las oficinas del Piro en Santiago, exigiendo una ley de reparación integral para los heridos. Entre el petitorio de once puntos, solicitan horas de atención concretas, sin aplazamientos, horas de operaciones, psicólogos y psiquiatras con perspectiva de género y derechos humanos, entre otras medidas.
La Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular también solicitó la “injerencia en toma de decisiones médicas, de lentes, tratamientos, asistencia social integral con nosotros, en las mesas de trabajo y profesionales traumas oculares”, y alojamiento, transporte y colaciones para las víctimas que son de regiones, junto a emergencia con equipo integral 24/7.
La medida de tomarse el recinto responde a una acumulación de situaciones de gravedad que las víctimas vienen denunciando desde hace meses.
Junto a ello, se exige la renuncia inmediata de Victoria Pinto, directora del Hospital del Salvador, donde funciona este programa, y que se transparenten los presupuestos enviados al Piro en los dos años que lleva en vigencia.
INTERFERENCIA conversó con Gerardo Van Der Meer, uno de los afectados presentes en el lugar, quien señaló que la medida de tomarse el recinto responde no a algún hecho particular que haya desencadenado la acción, sino a una acumulación de situaciones de gravedad que las víctimas vienen denunciando desde hace meses, lo que en particular ha causado una revictimización en los usuarios ante la falta de consistencia en la ejecución del programa.
Este medio también conversó con Luciano Victoriano, víctima de trauma ocular residente en Concepción y beneficiario del Piro, quien explicó que “se han hecho muchas peticiones que hasta el día de hoy no han sido cumplidas. Se ha alegado muchas veces sobre las fallas que ha tenido el programa, las negligencias que se han hecho y no hacen nada al respecto. Se mejora algo y al poco tiempo se vuelven a equivocar. El programa no da el ancho, no cumple las exigencias y los requerimientos que se están solicitando”.
Asimismo, relató su experiencia al ser un herido ocular que se traslada desde regiones para poder ser atendido. “Yo soy usuario del Piro desde comienzos de año. En primera instancia, yo tuve que contactarlos y llegar ahí, porque ellos no tienen información de los heridos. La primera ida fue buena pero después empecé a notar los errores, la descoordinación que tenían entre ellos, y eso generó muchos malos ratos, como perder buses, cancelación de operaciones, y un montón de otras circunstancias repudiables. He perdido dos viajes que he tenido que costear de mi bolsillo, con meses de espera para que me devuelvan el dinero”.
En esa línea, Victoriano comentó que “es nefasto que el programa esté tan centralizado. En lo particular tengo que viajar seis horas de ida y seis horas de vuelta para atenderme, que a veces son más dependiendo del tráfico. Me parece injusto que uno tenga que estar viajando a otra región para que nos atiendan un poquito mejor, porque tampoco es que sea algo extraordinario. Esto es para ingresar al programa, pues si yo me atiendo en Concepción sería de forma particular”.
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