“Las 50 historias que se narran en este libro son únicas y especiales. Hablan de resistencia, resiliencia, de amor, de construcción de una sociedad distinta. Así también del horror y de la tortura más sofisticada que fue aplicada por la dictadura; que es la desaparición forzada”.
Así explica uno de sus autores la publicación Vidas que cambiaron de golpe, iniciativa que comenzó a finales de marzo de este año y cuyo libro será lanzado este jueves 31 de agosto.
El texto aborda historias cruzadas por el único criterio de que los entrevistados tuvieran, al menos, 14 años para el golpe de Estado de 1973. Así, en el libro participaron funcionarios del gobierno de Allende, parlamentarios de la época, personas que trabajaron en la Vicaría de la Solidaridad, militantes del MIR, PC, PS, MAPU y la IC, así como independientes y personas que sin ser militantes, sufrieron en carne propia las acciones del régimen de Augusto Pinochet.
El relato ubica a los protagonistas en tres tiempos cruciales para los autores: la Unidad Popular, el 11 de septiembre de 1973 y la posterior dictadura militar.
El lanzamiento del libro es este jueves 31 de agosto, a las 16 horas en Sala Estación, ubicada en la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio de la Universidad de Santiago de Chile (Las Sophoras 175, Estación Central).
El texto aborda historias cruzadas por el único criterio de que los entrevistados tuvieran, al menos, 14 años para el golpe de Estado de 1973. Así, en el libro participaron funcionarios del gobierno de Allende, parlamentarios de la época, personas que trabajaron en la Vicaría de la Solidaridad, militantes del MIR, PC, PS, MAPU y la IC, así como independientes y personas que sin ser militantes, sufrieron en carne propia las acciones del régimen de Augusto Pinochet.
Interferencia conversó con Alexis Polo González, periodista, investigador y editor del libro para conocer más detalles de la publicación.
- ¿Cómo y cuándo surgió el proyecto y cuál fue la motivación detrás de esta iniciativa?
- El proyecto comenzó a finales de marzo de este año. Si bien la idea fue particular, rápidamente se transformó en un proyecto colectivo. La motivación principal que nos llevó a realizar este libro se debe a que veíamos con preocupación, cómo a 50 años del golpe de Estado, se multiplicaban las voces que reivindicaban la dictadura más brutal por la que ha pasado nuestro pueblo y negaban las graves violaciones a los derechos humanos que se cometieron durante 17 años.
Así también, creíamos que era importante rescatar la vida y el proyecto político de quienes entrevistamos, puesto que sus vidas no empezaron el 11 de septiembre de 1973. Ellas y ellos creían en una sociedad más justa, tenían ideales y lucharon para concretar sus anhelos y eso muchas veces se ha invisibilizado.
- ¿En qué consiste en concreto la idea que se lleva a cabo en Vidas que cambiaron de golpe?
- Para hacer el rescate de las vidas de nuestros entrevistados, nos parecía importante contar quiénes eran, dónde crecieron, si militaban o no militaban, si tenían responsabilidades políticas o no. Es por ello que los ubicamos en tres tiempos cruciales para Vidas que cambiaron de golpe; la Unidad Popular, el 11 de septiembre de 1973 y la posterior dictadura militar.
“Las historias que más llamaron la atención fueron las de Patricia Recabarren González, quien tiene a cuatro familiares detenidos desaparecidos. De Roberto Celedón, quien trabajó en la Vicaría de la Solidaridad y fue torturado por la dictadura. A pesar de eso, en su relato, Celedón entregó profundas reflexiones sobre la fe, lo profesional, lo político y lo personal. Y la de Leila Nash, quien en septiembre de este año cumplirá 50 años buscando a su hermano, Michel Nash, cabo del Ejército. Sus padres ya fallecieron y es la única integrante del núcleo familiar que sigue con vida”, dice el editor del libro.
El objetivo concreto era visibilizar sus luchas y sueños y cómo todo lo creían fue arrebatado de golpe. Pero más allá del hecho dramático que significó el golpe de Estado y la posterior dictadura militar, para nosotros era importante mostrar que hubo personas que lucharon, que resistieron y que siguen resistiendo y luchando a 50 años del 11 de septiembre de 1973. Que siguen buscando a sus familiares, que siguen buscando verdad y justicia.
- ¿Cómo se dio el proceso de buscar las historias que se cuentan en el libro? ¿Tenían algunos criterios particulares o se fue dando caso a caso?
- El único criterio que teníamos para realizar este proyecto era que nuestros entrevistados tuvieran, al menos, 14 años para el golpe de Estado de 1973.
En este libro participaron funcionarios del gobierno de Allende, parlamentarios de la época, personas que trabajaron en la Vicaría de la Solidaridad, militantes del MIR, PC, PS, MAPU y la IC. Independientes y personas que sin ser militantes, sufrieron en carne propia el horror de la dictadura.
- Como autores, y entendiendo que todas las historias pueden ser relevantes por su propio mérito, ¿cuáles fueron las que más les llamaron la atención y por qué?
Las 50 historias que se narran en este libro son únicas y especiales. Hablan de resistencia, resiliencia, de amor, de construcción de una sociedad distinta. Así también del horror y de la tortura más sofisticada que fue aplicada por la dictadura; que es la desaparición forzada.
Desde mi punto de vista, las historias que más me llamaron la atención fueron las de Patricia Recabarren González, quien tiene a cuatro familiares detenidos desaparecidos. De Roberto Celedón, quien trabajó en la Vicaría de la Solidaridad y fue torturado por la dictadura.
A pesar de eso, en su relato, Celedón entregó profundas reflexiones sobre la fe, lo profesional, lo político y lo personal. El legalista recorrió una historia única que se construye sobre experiencias colectivas capaces de remecer la historia de un país. Y la de Leila Nash, quien en septiembre de este año cumplirá 50 años buscando a su hermano, Michel Nash, cabo del Ejército. Sus padres ya fallecieron y es la única integrante del núcleo familiar que sigue con vida.
- ¿La idea fue siempre que apareciera una publicación impresa o en un primer momento se pensó sólo en digital? ¿La cuenta de Instagram seguirá subiendo relatos con las fotografías de los protagonistas?
- Cuando nos reunimos a finales de marzo en un café en el centro de Santiago, ya sabíamos que queríamos imprimir un libro y que serían 50 relatos. En esa primera reunión, nos dimos cuenta que con cuatro personas no seríamos capaces de lograrlo en tan poco tiempo, así que invitamos a dos personas cercanas y en el camino a una tercera persona. Si hubiese faltado una persona de las siete que trabajamos este libro, no hubiéramos logrado nuestro objetivo.
La cuenta de Instagram se realizó para dar a conocer el proyecto, ya que este fue un trabajo totalmente autogestionado y necesitábamos reunir fondos para la impresión del libro. Ya hemos subido las 50 fotografías de nuestras y nuestros entrevistados. Sin embargo, seguiremos utilizando la plataforma para dar a conocer futuros lanzamientos.
- ¿Quiénes componen el equipo del proyecto y cuál fue su función dentro de él?
El proyecto está compuesto por siete personas: cuatro periodistas y tres fotógrafos.
Alexis Polo González; periodista. Entrevistador, investigador y editor del libro.
Francisco Paredes Sierra; fotógrafo.
Ignacio Kokaly Balladare; periodista. Entrevistador e investigador.
Isidora Varela Loreto; periodista. Entrevistadora e investigadora.
Benjamín Jesús Martínez; periodista. Entrevistador e investigador.
Macarena Fuentes Aceiton; fotógrafo.
Mario Hans Salinas; fotógrafo y diseñador del libro.
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