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Jueves, 18 de Abril de 2024
Cámara contramayoritaria

Senado rescata a Piñera y pone en duda su existencia en una nueva Constitución

Camilo Solís
Maximiliano Alarcón G.

La acusación contra el Mandatario no alcanzó los 29 votos que se necesitaban, lo que abre la discusión sobre la pertinencia de esta cámara revisora en un país que -según varios sondeos- esperaba en más de un 60% que Sebastián Piñera fuera destituido por la venta de su participación en la minera Dominga. El caso sigue en investigación en el Ministerio Público, por cohecho, soborno y fraude. Dos senadores DC favorecieron al Mandatario.

Admision UDEC

“No me va a temblar la mano”, dijo el lunes pasado el senador Manuel José Ossandon (RN), respecto de la acusación constitucional contra Sebastián Piñera, luego de semanas en que se especulaba que votaría a favor de la destitución del Presidente. Un día después, en la votación, dijo en el Senado “hoy no tengo antecedentes concretos y objetivos para votar a favor de la destitución del Presidente”.

La acusación contra Piñera requería de 29 votos en cualquiera de sus dos capítulos para que la inédita destitución del Presidente de la República procediera. El primer capítulo, se sustentaba en la causal de infracción a la Constitución y las leyes por parte del Presidente; mientras que el segundo capítulo de la acusación descansaba sobre el argumento del daño al honor de la nación.

En este escenario, el oficialismo actuó en bloque, de manera que en el primer capítulo  fueron 24 votos a favor, 18 en contra y una abstención. Mientras tanto en el segundo capítulo, los votos a favor fueron 22, 20 en contra y 1 abstención. 

El voto en abstención en ambos capítulos fue el de Manuel José Ossandon, quien hasta el final mantuvo en duda si ocuparía la instancia como una vendetta contra Piñera y el sector oficialista. Todo indica que Ossandón no vio agua en la piscina, y al ver que los votos del oficialismo estaban cuadrados tras Piñera, no vio la utilidad en apoyar una acusación que ya venía derrotada. 

El voto en abstención en ambos capítulos fue el de Manuel José Ossandon, quien hasta el final mantuvo en duda si ocuparía la instancia como una vendetta contra Piñera y el sector oficialista. Todo indica que Ossandón no vio agua en la piscina, y al ver que los votos del oficialismo estaban cuadrados tras Piñera, no vio la utilidad en apoyar una acusación que ya venía derrotada. 

La oposición también hizo lo suyo y votó en bloque a favor de la acusación contra Piñera, salvó dos excepciones. Ximena Rincón y Francisco Huenchumilla, ambos senadores de la Democracia Cristiana (DC), estuvieron a favor de la acusación constitucional por el primer capítulo, pero votaron en contra -junto a la derecha- en el segundo capítulo del impeachment, sobre el daño al honor de la nación. 

Si bien esos votos no llegaron a ser decisivos -ya que los votos oficialistas eran suficientes para salvar a Piñera- nuevamente la decisión del Senado se tiñe con el sello DC, lo que recuerda a las votaciones que hubo la semana pasada, cuando la Cámara Alta rechazó el cuarto retiro con el voto de Carolina Goic (DC), y además extendió el estado de emergencia en la Araucanía con votos de senadores democratacristianos. 

Esto se traduce en una nueva votación conflictiva en tan solo siete días, contando el rechazo al cuarto retiro y el estado de excepción en la Araucanía, tres proyectos importantes con los que que hubieran sido duros golpes al gobierno de Piñera, pero en los cuales la oposición no supo tener la fuerza para conseguir el objetivo. 

Ya que la DC ha sido protagonista en todas estas votaciones, esta acusación constitucional se traducía en una última oportunidad para la candidata de la DC, la senadora Yasna Provoste, de poder realizar alguna gestión que consiguiera atribuirle dotes de liderazgo en el Congreso, luego de su dura derrota en el proyecto del cuarto retiro.

La oposición también hizo lo suyo y votó en bloque a favor de la acusación contra Piñera, salvó dos excepciones. Ximena Rincón y Francisco Huenchumilla, ambos senadores de la Democracia Cristiana (DC), estuvieron a favor de la acusación constitucional por el primer capítulo, pero votaron en contra -junto a la derecha- en el segundo capítulo del impeachment.

Con todo, la responsabilidad de Provoste es acotada debido a las pocas posibilidades que la acusación tenía de prosperar debido a los votos de la derecha. 

Aún así, queda ver si la opinión pública le pasará la cuenta a la oposición, y en particular a la ex Concertación y la DC, por una nueva derrota en sede parlamentaria contra un Presidente cuyos niveles de aprobación han alcanzado mínimos históricos. 

Esto sumado a que según algunos sondeos, como Pulso Ciudadano y también Ipsos, estimaron que la ciudadanía apoyaba la acusación constitucional contra Pïñera en un 64% y 60%, respectivamente, de manera que una vez más, el Senado abraza su impopularidad y reafirma una característica que ha quedado patente durante sus últimas sesiones: su evidente naturaleza contraria a las mayorías. En particular en este caso, en que es intensa la sensación de impunidad y de protección de la elite a sí misma frente a crímenes evidentes.

Esta naturaleza contramayoritaria del Senado tiene que ver con su diseño institucional, que busca representar territorios del país -más que principios demográficos, como pasa en la Cámara-, por lo que hay sobrerrepresentaciones, y cuya alta duración en el cargo (ocho años) de cada senador lo hace menos sensible a la opinión pública, en directa proporción inversa respecto a grupos de influencia. Esto, sin contar los quórum que exigen más de mayorías simples, lo que hace aún más contramayoritaria a la corporación. 

¿Para qué un Senado?

Esto pone el futuro del Senado en entredicho, puesto que actualmente en la Convención Constitucional ronda la idea de que en una nueva carta fundamental se establezca que el poder legislativo sea una corporación unicameral. Esta idea cobra fuerza al observar que en un organismo que es minoritario en cuanto a escaños (43 senadores) haya revertido la decisión aprobada en la Cámara de Diputados, la cual tiene 155 representantes.

Al respecto, tras finalizar la votación, la presidenta de Senado, Ximena Rincón, manifestó públicamente que “la crítica sobre si se cierra o no se cierra el Senado es algo que tiene que darse al alero de la Constituyente y tienen que ser ellos y ellas los que debatan sobre cuál es la institucionalidad que tiene que tener el país. Por lo tanto yo espero que en ese seno se haga ese debate, las propuestas y se establezca cuál es esa institucionalidad”.

Las señales desde la Convención ya se están dando. Por ejemplo, a través de Twitter la constituyente Bárbara Sepúlveda (PC), indicó: “Menos mal el proceso constituyente nos da la oportunidad de crear un sistema político serio donde la corrupción, la falta de probidad y la impunidad de las autoridades públicas no tengan cabida. #AcusaciónConstitucional”.

Meses atrás, en julio, INTERFERENCIA publicó el artículo ¿Cuál Senado? El futuro de la cámara alta frente a la definición de la Convención Constituyente, en el cual ya se venía observando por parte de los convencionales distancia sobre esta corporación,

"La crítica sobre si se cierra o no se cierra el Senado es algo que tiene que darse al alero de la Constituyente y tienen que ser ellos y ellas los que debatan sobre cuál es la institucionalidad que tiene que tener el país. Por lo tanto yo espero que en ese seno se haga ese debate, las propuestas y se establezca cuál es esa institucionalidad", dice Ximena Rincón, presidenta del Senado.

Otra incertidumbre que se abre con el rechazo a la medida es si esto afectará a quienes se opusieron o abstuvieron a aprobar, ya que varios actualmente buscan ser reelectos en las elecciones parlamentarias de este domingo, como es el caso de Iván Moreira (UDI), Manuel José Ossandón (RN), Marcela Sabat (RN), Ena Von Baer y Jacqueline Van Rysselberghe (UDI), quienes estuvieron por salvar al Presidente Piñera. Más aún si consideramos los sondeos que arrojaron un apoyo ciudadano superior al 60% para la aprobación de la acusación constitucional.

Esta es la segunda vez que el mandatario salva de una acción de este tipo. Anteriormente, en diciembre de 2019 y en medio del Estallido Social, diputados de oposición presentaron una acusación contra el presidente por delitos de lesa humanidad. En dicha ocasión la avanzada fue rechazada en la Cámara luego de que se aprobara la cuestión previa con 79 votos a favor y 73 en contra.

Entre quienes salvaron a Sebastián Piñera hace dos años, estuvieron los diputados de oposición Matías Walker (DC), René Alinco (IND), Pepe Auth (IND), Jorge Sabag (DC), Miguel Ángel Calisto (DC), Fernando Meza (PR), Manuel Matta (DC) y Carlos Jarpa (PR).



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El Senado para la casa. Hace mucho tiempo que no representa a nadie.

Historias repetidas, y podridas del Senado.

FIN A ESTE CARGO ABSURDO

El Senado ha cumplido exitosamente la misión que está vigente, y es si o si mantener la impunidad al Cohecho y Corrupción entre sus pares, miembros de la cofradía que maneja este país llamado Chile.

Cristian Espino, concuerdo absolutamente contigo. Pero agrego: Sistema Parlamentario y Unicameral.

El hecho de q en el Senado no se alcanzaran los votos para aprobar la AC, porque no se alcanzaron los 2/3 (0,67 %) de los votos - q es el necesario en una votación como ésta, no es motivo para considerar q solo deba existir una sola cámara. A algunos les duele más, a otros les duele menos y otros estarán felices. Pero hay q ser Demócrata en los triunfos y en las derrotas, no se puede actuar como un rebaño, con anteojeras y fanatismos ! Averigüen q países tienen una sola camera. La gran mayoría son países pequeños. Y hay muchos q en los q no existe DEMOCRACIA. Es cuestión de informarse...

Unicameral o bicameral siempre que sean reales representantes de los ciudadanos y no arranquen furtivamente en su auto cuando ven una marcha ciudadana acercarse al Congreso. Increíble que ninguno de ellos es capaz de salir y hablarle directamente a sus representados. Están caros para lo que hacen.

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