La educación es el vehículo de movilidad social por excelencia. Boric, en cambio, levanta evidencia empírica en sentido contrario. En efecto, sin título universitario( porque no quiso ) accederá a la primera magistratura, y de paso, obtendrá una suculenta pensión (ad eternum ) por los servicios prestados al país. la mayoría de los trabajadoras y trabajadores, en cambio, deben trabajar hasta los 60 o 65 años años, respectivamente, para percibir una pensión miserable. Un buen atajo, sin duda. Así las cosas, la crítica debiera venir de éstos últimos, no de Sichel, un yanacona de la elite. No obstante, y para ser justos, el ingreso a la Moneda de Boric debiera apalancar la reducción de la brecha de ingresos en el mercado laboral, entre aquellos trabajadoras y trabajadores que ostentan un grado académico y los que no.