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Domingo, 27 de Julio de 2025
Cartas que se barajan

Los riesgos de una invasión israelí a la Franja de Gaza

Interferencia

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Más de 300 mil viviendas destruidas en Gaza, según la ONU.
Más de 300 mil viviendas destruidas en Gaza, según la ONU.

Desde la Guerra de los Seis Días en 1967, los soldados de Israel no han lanzado una operación terrestre a gran escala sobre la Franja de Gaza, donde su potencial tecnológico y militar podría verse menguado ante emboscadas preparadas por las milicias palestinas.

El gobierno de Israel asegura que todo está preparado para la siguiente fase de su guerra contra Hamas. Cientos de miles de soldados y un gran número de vehículos blindados están movilizados y dispuestos para entrar en la Franja de Gaza.

Israel cuenta con 173 000 soldados, 465 000 reservistas y unos 8000 paramilitares. Dispone de 601 aviones de diversos tipos y 126 helicópteros. También tiene 2200 tanques, 56 000 vehículos blindados y más de 300 cañones autopropulsados. Su presupuesto militar es de $23.000 millones de dólares y ocupa el 18° lugar entre 145 países, según el Global Fire Power, organismo que mantiene estos datos actualizados.

En paralelo, hace una semana que Israel bloqueó por completo la entrada de cualquier suministro a la Franja de Gaza. Ni agua ni combustible ni electricidad ni comida; algo que puede considerarse como un castigo colectivo a la población palestina y, por lo tanto, un crimen de guerra.

La invasión terrestre a gran escala parecía inminente, pero la operación se ha ido retrasando mientras Estados Unidos, principal apoyo de Israel, trata de ganar tiempo ante la posible escalada de un conflicto que puede agravar la delicada situación de Oriente Medio.

La ONU informó ayer que unas tres mil toneladas de ayuda, en cientos de camiones, están a la espera de que se abra el paso que comunica a Egipto con el territorio palestino, la única puerta de entrada y salida que tienen los habitantes de Gaza.

El viernes 13, aviones israelíes lanzaron miles de panfletos que recomendaban a la población de Gaza abandonar la zona norte de la Franja. Comunicados oficiales también lanzaban ese ultimátum que ha desplazado forzosamente a cerca de un millón de personas, pese a las críticas de Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud.

La invasión terrestre a gran escala parecía inminente, pero la operación se ha ido retrasando mientras Estados Unidos, principal apoyo de Israel, trata de ganar tiempo ante la posible escalada de un conflicto que puede agravar la delicada situación de Oriente Medio.

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Máquinas de guerra en la frontera con Gaza.
Máquinas de guerra en la frontera con Gaza.

Posible lucha cuerpo a cuerpo

La invasión de Gaza supone correr una serie de riesgos a distintos niveles, como el eventual alto costo en bajas durante una guerra urbana cuerpo a cuerpo contra las diferentes milicias palestinas, que juegan con el terreno a favor; la alta probabilidad de causar más víctimas civiles en una zona reducida, severamente castigada y muy poblada; y, la posible ejecución de cerca de 200 rehenes civiles y militares.

También puede provocar la reacción de milicias proiraníes, que podrían abrir nuevos frentes de guerra tanto en el sur del Líbano como en la frontera con Siria, para obligar a Israel a diversificar sus fuerzas. La gran incógnita es qué intención tiene Israel tras la entrada en Gaza, ¿debilitar todo lo posible a Hamas o arrebatar otro pedazo de territorio en el menguado mapa de Palestina? 

Por otra parte, la huida de la Franja de Gaza de cientos de miles de palestinos es otro de los escenarios más temidos.

La invasión a Gaza también puede provocar la reacción de milicias proiraníes, que podrían abrir nuevos frentes de guerra tanto en el sur de Líbano como en la frontera con Siria, para obligar a Israel a diversificar sus fuerzas. La gran incógnita es qué intención tiene Israel tras la entrada en Gaza, ¿debilitar todo lo posible a Hamas o arrebatar otro pedazo de territorio en el menguado mapa de Palestina?

El problema es que ni Jordania ni Egipto quieren una avalancha de refugiados palestinos en sus territorios y han dicho que el paso de Rafah, única posible vía de evacuación, no reúne las condiciones para la salida de más de un millón de personas. No todos querrán irse porque saben que quizás nunca puedan regresar. Gran parte de la población jordana son refugiados palestinos que nunca regresaron tras su éxodo.

El "gran error"

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aterrizó el miércoles en Israel después de que su secretario de Estado, Anthony Blinken, haya pasado una semana en visita oficial con distintos representantes políticos de la zona (Jordania, Egipto, Israel, la Autoridad Nacional Palestina, Catar, Baréin y Arabia Saudí).

El domingo, Biden advirtió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de que una invasión terrestre de Gaza sería "un grave error". 

Guerrilla urbana

Entrar en Gaza supondrá un combate calle a calle y casa a casa, y en ese escenario la ventaja tecnológica de Israel no se elimina pero se reduce muchísimo frente a un enemigo que conoce bien el terreno. Se teme que habrá muchos muertos entre los soldados israelíes y de eso también tendrá que dar cuentas Netanyahu, han advertido distintos analistas del conflicto.

Entrar en Gaza supondrá un combate calle a calle y casa a casa, y en ese escenario la ventaja tecnológica de Israel no se elimina pero se reduce muchísimo frente a un enemigo que conoce bien el terreno. Se teme que habrá muchos muertos entre los soldados israelíes y de eso también tendrá que dar cuentas Netanyahu, han advertido distintos analistas del conflicto.

Los expertos agregan que las milicias palestinas llevan tiempo preparando este escenario, saben tender emboscadas y preparar explosivos, además de contar con una gran red de túneles. Enfrente tendrán un gran número de reservistas sin experiencia en guerrilla urbana, en un lugar que no ha sido evacuado del todo. Creen que es seguro que el número de civiles asesinados aumentará muchísimo más, y eso puede dañar la imagen de Israel ante la comunidad internacional y, sobre todo, aumentar el descontento entre los países árabes.

Casi 200 rehenes

La gran diferencia con otras operaciones militares en la Franja, coinciden, son los 199 rehenes israelíes y extranjeros en poder de las milicias de Hamas y de la Yihad Islámica. Temen que una entrada de soldados en masa provocará con seguridad la eliminación de rehenes o de buena parte de ellos. 

Precisamente, los rehenes son una de las razones por las que Netanyahu dice que la invasión es más importante que nunca. En 2011, Hamas logró la liberación de más de mil presos palestinos en Israel a cambio de un solo soldado. En cambio, ahora parece estar claro que Netanyahu está dispuesto a sacrificar a algunos rehenes si consigue liberar a la mayoría. 

El paso final

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El despliegue de las tropas judías.
El despliegue de las tropas judías.

La incursión de tropas israelíes en la Franja de Gaza es una práctica habitual. En lo que va de año ha habido operaciones de entrada, localización y detención o eliminación de objetivos de Hamas. Aunque otra cosa son operaciones a gran escala, como las cuatro registradas en los últimos tiempos. El modo siempre ha sido el mismo: ataques aéreos previos con incursiones puntuales para neutralizar a líderes o bases logísticas. Infiltración, golpe y retirada. Todo eso ya se ha realizado en estos 12 días de guerra. Lo que ahora se plantea es una entrada en masa del Ejército, algo que no se ha producido desde 1967.

En la Guerra de los Seis Días (1967), Israel atacó a la coalición de países árabes y logró anexionarse la Franja de Gaza y la Península del Sinaí (Egipto), Cisjordania, Jerusalén Este (Jordania) y los Altos del Golán (Siria). Tras los acuerdos de Oslo (1993) y hasta 2005, Israel mantuvo más de una veintena de asentamientos de colonos judíos en la Franja de Gaza, hasta que Ariel Sharón ordenó la evacuación forzosa tras décadas de enfrentamientos.

La incursión de tropas israelíes en la Franja de Gaza es una práctica habitual. En lo que va de año ha habido operaciones de entrada, localización y detención o eliminación de objetivos de Hamas. Aunque otra cosa son operaciones a gran escala, como las cuatro registradas en los últimos tiempos. El modo siempre ha sido el mismo: ataques aéreos previos con incursiones puntuales para neutralizar a líderes o bases logísticas. Infiltración, golpe y retirada. Todo eso ya se ha realizado en estos 12 días de guerra. Lo que ahora se plantea es una entrada en masa del Ejército, algo que no se ha producido desde 1967.

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Más de 300 mil viviendas destruidas en Gaza, según la ONU.
Más de 300 mil viviendas destruidas en Gaza, según la ONU.

El objetivo declarado de Netanyahu es acabar definitivamente con Hamas, aunque militarmente es imposible acabar con estos grupos y su infraestructura, por mucho daño que se les haga.

Uno de los principales peligros de esta incursión es que Gaza se convierta en el Afganistán de Israel: una guerra larga, imposible de finalizar y con un alto y continuo costo para Israel en vidas de soldados y civiles. En los últimos 15 años, las operaciones militares para debilitar a Hamás han fracasado, aunque ahora se repite a gran escala. Se ha eliminado a varios líderes pero no se le ha podido derrocar del poder en la Franja.

Parece posible, además, que Israel mantenga inhabitable la zona norte de la Franja para emprender a largo plazo una política de colonización con nuevos asentamientos como la que ha vuelto a arreciar en Cisjordania con el actual gobierno. Eso implicaría que cientos de miles de gazatíes perderían sus hogares y sus tierras. La situación ya ha sido calificada por organizaciones de derechos humanos como una limpieza étnica en un territorio y alertan del riesgo de genocidio.

Parece posible, además, que Israel mantenga inhabitable la zona norte de la Franja para emprender a largo plazo una política de colonización con nuevos asentamientos como la que ha vuelto a arreciar en Cisjordania con el actual gobierno. Eso implicaría que cientos de miles de gazatíes perderían sus hogares y sus tierras. La situación ya ha sido calificada por organizaciones de derechos humanos como una limpieza étnica en un territorio y alertan del riesgo de genocidio.

En estas condiciones, y ante el posible final de Hamas, apuntalar en Gaza un gobierno de Al Fatah, que apuesta por la coexistencia entre los dos Estados, parece muy improbable, tanto por el radicalismo que se instalaría entre la población gazatí como por el desprestigio que atraviesa desde hace años a la Autoridad Nacional Palestina.



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