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Domingo, 28 de Septiembre de 2025
Elecciones 2025

Cristóbal Bellolio y posibilidad de que Matthei no pase a segunda vuelta: “Es muy difícil que Chile Vamos diga ‘ni a misa con los republicanos’”

Maximiliano Alarcón G.

El analista remarca que el origen común de la UDI y el Partido Republicano en el gremialismo, dificulta la posibilidad de diferenciarse. Añade que puede ser la oportunidad para que Evópoli emerja como la alternativa moderada que no ha podido consolidar hasta ahora.

Las encuestas difieren, algunas dicen que la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, ha crecido después del debate en Chilevisión y que José Antonio Kast ha bajado en puntos.

Pero si bien existe tal matiz, todavía ninguna muestra que la ex alcaldesa de Providencia tenga chances fuertes de pasar siquiera a la segunda vuelta presidencial, la que protagonizaría el republicano junto con la candidata oficialista, Jeannette Jara.

Pero tal como ha informado Interferencia anteriormente, la derecha no sólo se juega la presidencial, sino que también la batalla por la hegemonía en el sector, en la cual el Partido Republicano busca ser el eje principal volviendo a la tradición impulsada por Jaime Guzmán, en desmedro de la UDI, la cual ha ido mutando sus principios en las últimas décadas.

De ganar Kast, este último partido en conjunto con sus socios históricos de Renovación Nacional, deben decidir qué posición tomarán en caso de que el ex diputado llegue a ocupar el sillón en La Moneda.

¿Se sumarán al gobierno? ¿En qué términos? ¿Perderán definitivamente la hegemonía?

Sobre esto Interferencia conversó con el analista político Cristóbal Bellolio, quien abordó en profundidad las posibilidades que existen en el conglomerado en cuestión, el cual también incluye a Evópoli.

- ¿Cuál es el escenario en caso de que Matthei no pase a segunda vuelta y Kast termine siendo presidente?

- Yo veo muy difícil que en Chile se produzca lo que en Europa llaman el 'cordón sanitario'. Es decir, es muy difícil que en Chile los partidos de la centroderecha –como se suele llamar los partidos de Chile Vamos–, digan ‘ni a misa con los republicanos, nosotros somos una derecha democrática y moderada’.

Es muy difícil, de hecho, ya trabajaron juntos en el Consejo Constitucional, en el segundo proceso. Ahí el Partido Republicano fue el que lideró el asunto y Chile Vamos más bien fue el vagón de cola de ellos, algo de lo que después de perder el plebiscito de salida se dieron cuenta de que había sido una mala estrategia.

Hoy muchos de ellos ya también se están desembarcando de la campaña de Matthei porque ven que el caballo ganador es Kast. 

- ¿Esto es una señal de lo que ocurrirá?

- A mí no me preocupa tanto lo que diga Carlos Larraín, quien siempre ha sido probablemente mucho más republicano en su corazón que de centroderecha, siempre ha sido más de una derecha radical. No es ninguna novedad. Todas sus provocaciones, las que para algunas personas son divertidas, hablan de un personaje que siempre ha sido representante de una derecha dura y es algo que le hizo muy mal en su momento a RN para poder perfilarse como una derecha más liberal y moderada.

"Si tu coalición acaba de elegir a una candidata, tú no puedes mandarte a cambiar al mes porque porque no marca bien en las encuestas"

Dejando de lado eso, yo creo que hay otros apoyos que son más preocupantes, como el de Rodrigo Álvarez, por ejemplo. Rodrigo Álvarez es un tipo súper respetado, centrado, es super institucional. Y cuando digo super institucional me refiero a aquellas personas que supuestamente son capaces de respetar la palabra empeñada. Y si tu coalición acaba de elegir a una candidata, tú no puedes mandarte a cambiar al mes porque porque no marca bien en las encuestas. 

Yo creo que eso es preocupante porque muestra a un Chile Vamos que, hasta por lo menos antes del debate, no estaba muy seguro de su candidata. Yo creo que hoy día el estado de ánimo es un poco distinto, creen que que su candidata lo hizo bien en el debate y por lo tanto hay buenas razones para seguir insistiendo en ese proyecto, a la espera de que se les abra en el medio una especie de oportunidad, de gente que no quiere a los extremos y la prefiera a ella. 

Entiendo también a los parlamentarios tipo Raúl Celis, que dicen ‘Bueno, ¿Con quién me saco con la foto? ¿Con el que marca 30% o la que marca 10%?’, y si tú quieres ser reelecto, quizás te conviene sacarte la foto con el que marca 30%. Esa es la estrategia individual de los parlamentarios, entonces no le daría mayores connotaciones políticas. Pero sí la de Rodrigo Álvarez me parece más preocupante.

- ¿Por qué se da esta baja resistencia de Chile Vamos ante el avance de Kast?

- No solamente está esa cuestión práctica, sino que en Chile la tesis del cordón sanitario, ésta de que las derechas democráticas aíslan a las derechas más radicales, autoritarias o populistas, es muy raro que se dé en Chile porque acá republicanos nace del riñón de la UDI, e incluso ha sumado gente que estaba en RN.

No hay tantas diferencias doctrinarias, ideológicas entre el Partido Republicano y la UDI. De hecho, republicanos, en la mente de ellos, en la mente de Arturo Squella, son ellos son los que realmente están llevando adelante el proyecto que siempre soñó Jaime Guzmán, ellos son los que se han mantenido incorruptibles y es la UDI la que ha abandonado sus principios originarios. Ellos se sienten los verdaderos depositarios de ese legado.

"Yo por eso no veo cómo se puede trazar una distinción tipo ‘ustedes son nada que ver con nosotros’ cuando en el fondo vienen un poco de la misma familia, vienen vinculados desde la época de la dictadura"

Yo por eso no veo cómo se puede trazar una distinción tipo ‘ustedes son nada que ver con nosotros’ cuando en el fondo vienen un poco de la misma familia, vienen vinculados desde la época de la dictadura. Entonces la UDI no puede trazar esa línea y decir ‘de aquí para allá nosotros no pasamos’. Eso puede funcionar en otros países, con otra historia política, especialmente con la historia que tuvieron los partidos de extrema derecha en la Segunda Guerra en Europa, pero nosotros tenemos una historia distinta.

Sería distinto que en Chile, por ejemplo, nuestra derecha fuese Evópoli y de repente apareciera Johannes Kaiser por el lado. Ahí Evópoli puede decir ‘mira, nosotros aquí trazamos una línea y de aquí para allá nosotros no cruzamos’. Ahí claro, Ignacio Briones podría decir, ‘yo con Johannes Kaiser ni a misa’, pero veo muy difícil que RN y la UDI lo digan respecto de un gobierno republicano, lo más probable es que se sumen.

- ¿En qué condiciones se sumarían?

- Una, que se sumen coalicionalmente. Es decir que así como Boric en un minuto dijo, "Bueno, aquí está Apruebo Dignidad, pero necesito llamar al Socialismo Democrático’ y los invita como coalición, especialmente después de la derrota del del 4 de septiembre. Entonces, en ese caso lo que haría Kast sería invitar institucionalmente a Chile Vamos a ser parte de su gobierno, entregándole ciertos ministerios relevantes. Por ejemplo, Juan Antonio Coloma, padre obviamente, como ministro del Interior. Eso sería una señal política súper clara de que es un gobierno de coalición.

Sería una coalición donde está el Partido Republicano, el Social Cristiano y el Nacional Libertario por un lado, que sería como el Apruebo Dignidad de este eventual gobierno, y después invitas por igual a la coalición a tus socios de de Chile Vamos, en este caso la UDI y RN, porque habrá que ver si se suma Evópoli, quienes han dicho que no van a participar de un gobierno de Kast.

"Yo creo que la opción de la alianza coalicional se da especialmente en el escenario en que a Chile Vamos le vaya relativamente bien en la parlamentaria"

Yo creo que la opción de la alianza coalicional se da especialmente en el escenario en que a Chile Vamos le vaya relativamente bien en la parlamentaria. Si, por ejemplo, republicanos saca el 25% del Congreso y Chile Vamos otro 25%, entonces está claro que ahí lo que tienes que hacer Kast es invitarlos institucionalmente de igual a igual, porque necesitas ese 25% en el Congreso para llevar adelante tu agenda.

En cambio, si los republicanos sacaran el 30% del Congreso y Chile Vamos apenas el 10%,  el resto hay que ir a pirquinearlo entre los parlamentarios de Franco Parisi u otros. Entonces la fuerza con la cual invitas a Chile Vamos a participar del gobierno es menor. 

- ¿Qué puede hacer Kast con un mal resultado parlamentario de Chile Vamos?

- Podría incluso hacer lo que hizo Javier Milei, quien no le dijo al PRO de Mauricio Macri ‘vénganse todos para acá’, sino que dijo ‘bueno, yo le gané a la Patricia Bullrich, a ella la invito a ser ministra de seguridad’, pero no invita entera a la coalición, sigue siendo el PRO un partido distinto que no integra el riñón del gobierno de Milei. Entonces, al comprar las piezas por separado, de alguna manera desarticulas a la coalición que estás interviniendo. Eso ha sido una especie de éxito político de Milei.

El PRO en un minuto pensó que podía infiltrar, que yo creo que es la teoría de algunos en en Chile vamos, que yo creo que pueden estar equivocado. Algunos en Chile vamos creen que ellos pueden infiltrar el gobierno de Kast, por así decirlo. Que él pague los costos por los ajustes más duros, tanto en economía como en seguridad y que ellos después estén ahí para recibir los beneficios, que la gente diga ‘Kast se pasó mucho pa’ la punta’, lo que va a ser como el shock, que es un poco lo que está haciendo Milei hoy día en Argentina. Pero eso lo veo más bien, como dicen los gringos, ‘wishful thinking’, o sea, como ellos quieren quisieran que ocurra, pero es altamente improbable. 

Milei terminó por destruir el PRO, así que aquellos de Chile vamos que crean que ellos pueden ocupar a Kast como una especie de caballo de Troya para rearmarse por dentro y después ellos ser los que vienen después, yo veo que esa tesis es un poquito fantasiosa.

- ¿Qué pasa con Evópoli en este cuadro?

"Evópoli podría decir ‘hasta aquí no más llegamos, yo voy a buscar un espacio distinto en la política chilena, un espacio que tenga otras coordenadas, ser oposición a Kast’"

- Los únicos que podrían un acto de valentía política, que sería bien increíble, pero que tiene sentido, es que Evópoli el día de mañana dijera ‘este es el momento, hemos estado tanto tiempo bajo la lupa, que nos critican, de que que no somos liberales, de que somos lo mismo que los otros’. Este es el momento en el cual si gana Kast, Evópoli podría decir ‘hasta aquí no más llegamos, yo voy a buscar un espacio distinto en la política chilena, un espacio que tenga otras coordenadas, ser oposición a Kast’.

Desde ese punto de vista pueden recuperar la identidad perdida, de lo contrario desaparece ese proyecto por completo, el cual ya está muy desdibujado, ya tuvieron que apoyar a regañadientes a Kast en la segunda vuelta de la elección pasada. Este sería el momento idóneo para marcar la diferencia, esperando que después esa diferencia rentabilice en el futuro y que la gente diga ‘aquí hubo un sector de derecha liberal, moderada, democrática que fue capaz de decir que no tenía nada que ver con ese proyecto’.

Por lo tanto, cuando ese proyecto se empiece a vencer, porque siempre ocurre esto en política, a veces es mejor mantener la consistencia, ahí es donde la gente va a mirar hacia ti. Yo creo que eso es lo que deberían hacer algunos en la derecha, más que ir con el rabo entre las piernas a participar de un gobierno de Kast.

- En términos de gobernabilidad ¿Cómo proyectas este escenario?

- Lo que a Chile le conviene es que Chile Vamos participe del eventual gobierno del Partido Republicano, porque le conviene tener una coalición dentro con cuadros técnicos con experiencia, porque si no, un gobierno de Kast, así como el del Frente Amplio en un primer momento, se transforma en una especie de gobierno de alumnos en práctica, que es justamente lo que muchos señores no quieren ahora, lo que no les gustó del gobierno de Boric era que eran puros cabros que venían a improvisar, lo que no es tan así, pero fue el mote que se les puso en un principio. 

En general a los chilenos les gustaría que la gente que llegue al gobierno no esté empezando a aprender ahí, sino que tenga cierta experiencia y para eso los cuadros de Chile Vamos son muy relevantes. No sólo para eso, son relevantes también para poder alcanzar acuerdos en el Congreso y también para moderar el programa político de Kast, el que ya se ha moderado bastante, al menos en el papel, pero para evitar hacer la guerra cultural, ir contra el feminismo y contra todo eso, con ese perfil más bien de la derecha más radical. Podrían moderarse si es que entran elementos que hayan participado en los gobiernos de Sebastián Piñera, que tengan una visión de derecha un poco más centrada.

Eso obviamente ayudaría a disminuir un poco la conflictividad, no agudizaría tanto las contradicciones, así que desde el punto de vista de qué es lo que nos conviene como chilenos, te guste o no te guste Kast, es que la mayor cantidad de gente preparada participe de su eventual gobierno.



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