El asesinato de Camilo Catrillanca ha puesto al gobierno contra la pared, pero también ha dado nuevos bríos a una izquierda chilena que se encontraba sin una causa potente para oponerse al gobierno de Sebastián Piñera.
Ayer, el ministro del Interior Andrés Chadwick, dio una entrevista al diario El Mercurio, probablemente pedida por La Moneda, en la que reafirmó la línea dura que impuso desde el jueves, respaldando sin titubeos el accionar de Carabineros.
El día domingo también se supo que los efectivos del Comando Jungla que participaron en la operación que terminó con la muerte del comunero de Temucuicui, destruyeron la tarjeta de memoria que contenía la grabación audiovisual de los hechos. El día antes, el director general de Carabineros, Hermes Soto, afirmó que los hechos nunca quedaron registrados.
La Comisionada de Derechos Humanos de la ONU: Michelle Bachelet, no ha dicho ni una sola palabra acerca de este asesinato, pese a que la defensa de los pueblos originarios figura en lo más alto de la agenda de la agencia que ella encabeza.
Las evidentes contradicciones en lo que afirman las autoridades no sólo son dudosas – dados los antecedentes de la llamada Operación Huracán que, al final del mandato de la presidenta Bachelet, gestionó una emboscada para culpar falsamente a comuneros mapuche de actos de violencia-, sino que parecen estar fuera de todo sentido común. Si fuera verdad que Camilo Catrillanca participó de un robo de autos, ¿cómo es que estaba huyendo en un tractor que es más lento que una persona promedio corriendo a toda velocidad?.
La oficina de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Chile instó al gobierno a investigar los hechos de manera exhaustiva y transparente. “Expresamos nuestra preocupación por el contexto de violencia en que esta muerte se produjo”, afirmó esa organización en un comunicado.
Pero hay alguien que ha mantenido en silencio hasta ahora, y se trata de la Comisionada de Derechos Humanos de la ONU: Michelle Bachelet Jeria. Hasta el cierre de esta edición, la ex mandataria no ha dicho ni una sola palabra acerca de este asesinato, pese a que la defensa de los pueblos originarios figura en lo más alto de la agenda de la agencia que ella encabeza.
El mismo 14 de noviembre, el día en que Camilo Catrillanca fue asesinado por efectivos de la unidad de elite de Carabineros conocida cono ‘Comando Jungla’, Michelle Bachelet dio un discurso sobre las amenazas de las nuevas tecnologías para estudiantes de la Universidad de Ginebra en Suiza. Mientras lo hacía, dos manifestantes se subieron al escenario, la interrumpieron y la acusaron de complicidad en la persecución de la comunidad mapuche en Chile. “Hoy Alto Comisionado, ayer culpable”, se leía en uno de los carteles.
Bachelet y la Araucanía
Desde que Bachelet comenzó su segundo gobierno en 2014, comenzaron a surgir críticas a la agenda impulsada por el Ministerio del Interior con Jorge Burgos a la cabeza, y el subsecretario de la cartera, Mahmud Aleuy, respecto a la militarización en la Araucanía.
En marzo de 2016, Burgos fue citado a la Comisión Investigadora sobre la violencia en la región de La Araucanía. Todo esto, por el aumento que hubo en esa época de ataques incendiarios a camiones madereros.
"He respaldado a Carabineros permanentemente en la lucha contra el delito. Y lo he hecho por instrucciones de la Presidenta y lo voy a seguir haciendo mientras esté en el cargo", dijo en la sesión.
Un informe emitido el 12 de marzo de 2016 por Carabineros y presentado por el ex director general de Carabineros, Bruno Villalobos, ante la comisión de parlamentarios reveló el incremento de la dotación policial en los años de la mandataria de la Nueva Mayoría.
Por ejemplo, entre 2014 y 2016 se crearon nuevas comisarías en la región, como aquella que en 2016 empezó a funcionar en las instalaciones del que fue el Liceo Técnico Profesional de Pailahueque, donde estudió Camilo Catrillanca.
Se creó también la Zona de Control Público, con mayor dotación de funcionarios, recursos y unidades operativas dependientes de ésta, donde se agregaron helicópteros del GOPE. Todo esto, acompañado de la implementación de sistemas geo referenciados, compra de drones, teléfonos satelitales y otros elementos que se evaluaron.
Fue durante el gobierno de Bachelet que se hicieron los contactos, a nivel de cancillería y defensa, para preparar a este grupo de choque conocido como 'Comando Jungla'.
En 2017, también bajo el mandato de Bachelet se creó la Unidad de Inteligencia Operativa Especial, que terminó involucrada en el montaje del Caso Huracán. Pese a los hechos, el director general de Carabineros de ese momento, Bruno Villalobos, no fue dado de baja y recién dejó el cargo el primer día del actual gobierno de Sebastián Piñera.
El silencio de Michelle Bachelet llama la atención, sobre todo por su posición ligada a los Derechos Humanos. Ante eso, diputados del Frente Amplio hicieron un llamado a que la ex mandataria se pronuncie sobre la muerte de Catrillanca. “Me parece absolutamente lógico y necesario que ella en su rol internacional levante la voz sobre la situación del pueblo mapuche en Chile. Eso es justo y necesario”, dijo Vlado Mirosevic a La Tercera.
De todos modos, el ahora cuestionado Comando Jungla de Carabineros, cuyo estreno anunció Piñera, también es una política que viene del gobierno anterior. Fue durante el gobierno de Bachelet que se hicieron los contactos, a nivel de cancillería y defensa, para preparar a este grupo de choque.
La ex mandataria, radicada ahora en Ginebra, tampoco ha dicho nada al respecto.
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