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Jueves, 17 de Julio de 2025
Fútbol y política

'Chiqui' Tapia de la AFA vs. Alberto Fernández: la pugna que llevó a que la Selección Argentina no fuera a la Casa Rosada

Lun Lee

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Claudio 'Chiqui' Tapia, presidente de la AFA y Alberto Fernández, presidente de Argentina
Claudio 'Chiqui' Tapia, presidente de la AFA y Alberto Fernández, presidente de Argentina.

El antagonismo histórico entre ambos hizo que por primera vez los campeones del mundo argentinos no fueran a celebrar desde el balcón de la casas de gobierno, como sí hiceron con Jorge Videla y Raúl Alfonsín, aunque la versión oficial dice que los jugadores desistieron por cansancio. 

Junio de 1986; la Selección Argentina, liderada por un excelso Diego Armando Maradona, retornaba a su país con una nueva Copa del Mundo en sus manos tras vencer a Alemania en la final del Mundial de México. 

En Buenos Aires, el entonces presidente de Argentina, Raúl Alfonsín (radical), esperaba a los seleccionados en la Casa Rosada. En paralelo, un millar de argentinos esperaba lo mismo; ver a su selección campeona salir por uno de los balcones de la sede de gobierno levantando el trofeo. 

El momento, fue inmortalizado con el histórico ‘10’ sosteniendo la Copa junto a los otros seleccionados y el director técnico del conjunto, Carlos Bilardo, celebrando la obtención del máximo título del fútbol en conjunto con miles de argentinos, por segunda vez en su historia. 

El argumento oficial se fundamentó en el cansancio acumulado de los jugadores tras haber disputado los siete partidos necesarios para coronarse campeones del mundo, una concentración de más de 30 días y el mismo viaje desde Doha, Qatar a Buenos Aires.

Alfonsín, no salió al balcón, pues consideró que el espacio les correspondía a “los verdaderos protagonistas de esa gesta” y decidió pasar el momento en su despacho, una vez que ya había saludado a los jugadores. 

36 años después, la Selección Argentina volvió a conquistar la Copa del Mundo, ahora con Lionel Messi como protagonista. El momento de continuidad histórica era perfecto; Messi, al igual que Maradona con el 10 a su espalda y comandando a su escuadra con la camiseta a franjas blancas y celestes, volvía a Argentina con el trofeo, y muchos esperaban que los nuevos campeones alzasen también la copa desde el balcón de la Casa Rosada. Pero, no ocurrió. 

El episodio despertó diferentes lecturas. El argumento oficial se fundamentó en el cansancio acumulado de los jugadores tras haber disputado los siete partidos necesarios para coronarse campeones del mundo, una concentración de más de 30 días y el mismo viaje desde Doha, Qatar, a Buenos Aires, por lo que la decisión permitió no extender aún más la concentración del equipo. 

Sin embargo, Alberto Fernández, el presidente de Argentina, sí tenía la intención de recibir a los seleccionados en la sede gubernamental. Es más, las gestiones por parte del gobierno comenzaron previo a la final entre Argentina y Francia. Asesores y cercanos a Fernández iniciaron conversaciones informales con Claudio 'Chiqui' Tapia, el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), para coordinar la visita de los jugadores y el cuerpo técnico a la casa de Gobierno.

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Maradona en el balcón de la Casa Rosada en 1986, Victor Bugge
Maradona en el balcón de la Casa Rosada en 1986. Foto: Victor Bugge.

Fernández no quería arriesgarse a realizar una invitación formal y que esta fuera rechazada, exponiéndose a un problema, cuando se estaba produciendo uno de los momentos de mayor unidad en el pueblo argentino. En ese sentido, la comunicación formal nunca se realizó, pues Tapia sostenía que era una decisión exclusiva de los jugadores y no dependía de sus intenciones personales, según informa Clarín

Con la decisión aún en ascuas, el mismo Tapia le comunicó a Messi que debían tomar una decisión respecto de si tocaban las puertas de Fernández, tal como lo había hecho 'el Diego' en el '86 con Alfonsín. 'Lio', reunió a los 26 jugadores en el mismo avión que los llevaba desde Doha, Qatar hasta la capital argentina y les planteó la situación. 

Finalmente, y más allá de afinidades políticas, habrían sido los jugadores quienes decidieron acotar los festejos mundialistas, desplazándose en un bus por las principales calles bonaerenses y llegar hasta el Obelisco, donde millones de personas ya copaban las calles. Idea finalmente impracticable, pues, dada la cantidad de argentinos en las calles, fue imposible para el bus y la escolta de los jugadores llegar hasta el emblemático punto. 

También hay razones políticas que explicarían la distancia que tomó la selección de Argentina respecto de reunirse con Fernández, pues el mandatario crítico abiertamente al presidente de la AFA en público, lo evitó en la foto oficial durante la inauguración de un estadio y apoyó a dirigentes que querían removerlo de la conducción de la AFA. 

“La causa que me transmitieron fue el agotamiento y la dificultad para llegar. Todo lo entiendo. Los homenajeados eran ellos, no era el presidente de la Nación”, señaló Fernández. "En lo personal, si la decisión tuvo que ver con no meterse con la política, me encanta hacer escuela de que el fútbol no se meta con la política", puntualizó.

Sin embargo, también hay razones políticas que explicarían la distancia que tomó la selección de Argentina respecto de reunirse con Fernández; y que no tienen como protagonista a los jugadores, sino al presidente de la AFA, ‘Chiqui’ Tapia. 

Esto, pues la relación entre Fernández y Tapia no es buena. Ya en el pasado, el Presidente argentino intentó frustrar la llegada de ‘Chiqui’ a la conducción de la AFA, pues su candidato para era Marcelo Tinelli, a quien seguía apoyando incluso una vez derrotado, según informa La Política Online.

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Raúl Alfonsín y Diego Maradona
Raúl Alfonsín y Diego Maradona. Foto: @AlfonsinEpopeya.

La relación se quebró entre 2020 y 2021, pues hasta 2019 había buena llegada entre ambos. En concreto, el mandatario crítico abiertamente a Tapia en público, lo evitó en la foto oficial durante la inauguración de un estadio y apoyó a dirigentes que querían remover a 'Chiqui' de la conducción de la AFA. 

Tapia siguió y afianzó confianzas en La Cámpora -organización política kirchnerista, que muchas veces ha jugado en contra de Alberto, en intentos de mejor la posición de Cristina Fernández de Kirchner-, con lo que sumó respaldos entre los equipos el ascenso argentino (la antigua segunda división). 

La posición del 'Chiqui' finalmente se afianzó cuando Argentina ganó la Copa América en Brasil, contra Brasil, lo que terminó afirmando la posición del técnico Lionel Scaloni, y con eso, su propio respaldo en el 'sillón de Grondona', en alusión al histórico presidente de la AFA, Julio Grondona.

Con este pasado, dicen fuentes cercanas a la AFA, se esperaba un gesto personal de Fernández que nunca llegó. Se entendía que bastaba una simple llamada, un acercamiento; al menos no coordinar la visita a través de intermediarios y de manera extra oficial, como supuestamente lo manejó el gobierno. 

Luego de conocido que los jugadores no visitarían la Rosada, la AFA se quejó con el Gobierno, en particular con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, porque la autoridad decidió que era imposible que el bus llegase al obelisco. La determinación habría enojado a 'Chiqui' Tapia, quien vio en esta una revancha por parte del gobierno, privando a la Selección de la imagen de ellos campeones frente al icono de Buenos Aires y epicentro de sus celebraciones.

No obstante, luego, se habría aceptado que era impracticable el trayecto desde Ezeiza, donde está el aeropuerto internacional más grande de la ciudad y la sede de la AFA, a la avenida 9 de julio, donde se emplaza el ícono urbano, dado que las celebraciones estaban completamente desbordadas, en lo que el diario El Hincha calificó como "El pogo más grande del mundo" (pogo es el baile punk, conocido también como mosh). 

Otra hipótesis. informada por La Nación, refiere a que desde la interna del Gobierno habrían truncado la visita de la selección a la Casa Rosada, pues Máximo Kirchner -hijo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, de buena relación con Tapia-, desaprobó una foto entre el plantel argentino y el actual mandatario.

El episodio también recordó la mala relación que tuvo Alfonsín con Grondona, quien conducía la AFA en 1986, y a quien el Presidente argentino de ese entonces también intentó sacar de la AFA. No obstante, una vez ganada la Copa en México, Alfonsín llamó a Grondona y subió al avión del equipo a su ministro de Salud, Conrado Storani, sellando así la visita como forma de alianza. 

Lo más cercano a una comunicación oficial por parte de Fernández fue la instrucción a su secretario Julio Vitobello para lograr un nexo con Marcelo Achile, uno de los seis vicepresidentes de la AFA, pero no fue suficiente.

"Debo ser el único presidente que no recibió a un equipo campeón del mundo, pero creo ser el único Presidente que durante su mandato ganó la Copa América, la Intercontinental (por la Finalísima con Italia) y la Copa del Mundo", declaró Fernández tras la negativa de los jugadores de asistir a la Casa Rosada.

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Hinchas argentinos concentrados frente al balcón de la Casa Rosada. Foto Federico Imas.
Hinchas argentinos concentrados frente al balcón de la Casa Rosada. Foto Federico Imas.

Otra hipótesis. informada por La Nación, refiere a que desde la interna del Gobierno habrían truncado la visita de la selección a la Casa Rosada, pues Máximo Kirchner -hijo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, de buena relación con Tapia-, desaprobó una foto entre el plantel argentino y el actual mandatario.

Sin recibir a la Selección en la sede gubernamental, Fernández tampoco estuvo presente en la final del mundo. El mandatario declinó asistir -en parte por cábala y por la sensible situación económica del país-, aunque estuvo invitado por el mismo Emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, con lo que perdió la oportunidad, no solo de mostrarse al mundo, sino de compartir el momento con los jugadores y condecorarlos ante los ojos del mundo.

Esta oportunidad, de todos modos, sí la tuvo Emmanuel Macron, presidente de Francia, pero como su equipo perdió, no es claro que haya sacado provecho político de la visita. En particular lo criticaron por buscar consolar de manera indecorosa a Kylian Mbappé, quien, visiblemente incómodo, siempre declinó a aceptar los gestos amistosos del mandatario. 

Esta oportunidad sí la tuvo Emmanuel Macron, pero como su equipo perdió, no es claro que haya sacado provecho político de la visita. En particular lo criticaron a Macron por buscar consolar de manera indecorosa a Kylian Mbappé, quien, visiblemente incómodo, siempre declinó a aceptar los gestos amistosos del mandatario. 

Uno de los argentinos que sí estuvo presente en diferentes partidos del Mundial de Qatar fue el ex presidente argentino Mauricio Macri, quien en su calidad de presidente ejecutivo de la Fundación FIFA, por lo que se le vio en las zonas VIP de los estadios cataríes, habría sido clave en evitar que Fernández lograse juntarse con los jugadores.

Con todo, el descanso político que ofreció el Mundial para los argentinos durante diciembre duró poco, pues durante el pasado jueves, el Gobierno de Fernández comunicó que no acatará un fallo de la Corte Suprema que ordena elevar de un 2,32% a un 2,95% los fondos federales que recibe la ciudad de Buenos Aires, con lo que se acabó el veranito de San Juan y se inicia una fuerte batalla entre los poderes Ejecutivo y Judicial de Argentina, que seguramente dejarán chicas las disputas con la AFA.

Estos fondos fueron aumentados por Macri en 2016, quien vía decreto incrementó de un 1,40% al 3,75% los recursos que recibía la ciudad porteña, lo que en su momento fue una ayuda directa para Horacio Rodríguez Larreta, su sucesor en la alcaldía bonaerense y cercano colaborador del ex mandatario.

En septiembre de 2020, Fernández tuvo que enfrentar una huelga de los policías de la provincia de Buenos Aires, quienes solicitaban un aumento salarial. El actual mandatario redujo los fondos coparticipables y financió con ello lo solicitado, desencadenando una acusación judicial por parte de la oposición que acabó con la Corte Suprema, la que acaba de fallar en contra del mandatario esta semana.

Fútbol y Política 78: cuando la cosa no daba para chistes

La primera Copa del Mundo obtenida por Argentina fue en 1978, como anfitrión del torneo y bajo la dictadura de Jorge Rafael Videla, quien dos años antes había dado un golpe militar al gobierno de María Estela Martínez de Perón. 

El mundial de Mario Alberto Kempes y César Luis Menotti, fue utilizado por Videla como una cortina para ocultar las violaciones a los derechos humanos centrando la atención en el evento para lograr apoyo internacional. "Duele saber que fuimos un elemento de distracción", dijo años después Osvaldo Ardiles, ex jugador de la selección argentina. 

El mundial de Mario Alberto Kempes y César Luis Menotti, fue utilizado por Videla como una cortina para ocultar las violaciones a los derechos humanos centrando la atención en el evento para lograr apoyo internacional.

Asimismo, otra de las manchas del mundial de Argentina fueron los sobornos que Videla habría pagado a la selección de Perú para dejarse perder contra la selección trasandina en las semifinales de la competencia. Incluso, personas que estuvieron presentes en su momento, aseguran que Videla entró al vestuario peruano para hablar con los jugadores. 

Sin embargo, el mundial argentino pudo no celebrarse, pues durante 1978 se agudizó el conflicto entre Chile y Argentina por las islas ubicadas entre el canal Beagle y el Cabo de Hornos, en el límite entre los dos países. El conflicto, alcanzó su punto más álgido en diciembre del mismo año cuando una flota argentina avanzó hacia las islas y una escuadra chilena salió a dar respuesta. 

Finalmente, las pretensiones bélicas de Videla se cumplirían en 1982 en la guerra contra Inglaterra por la soberanía de las islas Malvinas, Georgios del Sur y Sandwich del Sur. Lo que comenzó en abril con la toma del puerto Stanley acabó -dada la desproporción de fuerzas- 10 semanas después con los ingleses expulsando a los argentinos de la isla Thule.



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