A las once de la mañana del sábado 12 de octubre miles de personas, entre ellas organizaciones del pueblo mapuche, se congregaron en la Plaza Italia convocados por la COEM, Coordinadora de Organizaciones de Estudiantes Mapuche, Lof Kiñe Molfun y Meli Wixan Mapu. La manifestación llamada “marcha por la lucha mapuche”, tuvo como consigna la defensa del agua y la tierra así como la libertad a los presos políticos mapuche.
Belén Curamil, hija del lonko Alberto Curamil- el Nobel Verde que lleva más de un año en prisión preventiva en la cárcel de Temuco- leyó una carta de su padre, quien el próximo 21 de octubre se someterá a juicio, junto al de Álvaro Millalén, José Cáceres y Víctor Llanquileo.
“Reafirmamos que no hay nada que celebrar en estas fechas, sino que hay que visibilizar toda la resistencia que ha hecho la comunidad ante las acometidas de destrucción que están llevando a cabo las grandes empresas nacionales e internacionales en nuestro territorio”, dijo la joven mapuche con solo 18 años debió tomar un rol protagónico en la defensa de su padre, el lonko Alberto Curamil.
Belén Curamil que llegó a la capital desde Temuco la misma mañana de la marcha, enfatizó que la respuesta del Estado frente a quienes se oponen a diversos proyectos, es “el hostigamiento, la persecución y el encarcelamiento con la finalidad de silenciarnos”.
Cientos de wenufoye (Canelo del cielo), una de las banderas mapuche más usadas como símbolo de resistencia, flameaban entre los manifestantes que caminaban por la Alameda. Sin embargo- cerca de las 12:30- la protesta comenzó a verse afectada a la altura del metro Santa Lucía, cuando Fuerzas Especiales de Carabineros empezó a utilizar indiscriminadamente carros lanza aguas y lanza gases, pese a la presencia de niños y familias.
Pese al ambiente irrespirable el grito de los líderes a través de los alto parlantes era continuar con la marcha.
“Fue una marcha muy concurrida y a la vez muy asediada por la policía, hubo mucha represión a pesar de la presencia de niñas y niños, sin embargo, la organización fue muy estratégica este año en cuidar en que la marcha no se quebrara. Había distintos grupos con lienzos que no permitieron que la policía se metiera entre la gente y eso fue muy importante para que la marcha llegara a su punto final. Había un ánimo de resistencia, con un newen (fuerza) muy alto, propiciado también por lo que está pasando por el marco internacional con las primeras naciones indígenas, especialmente Ecuador y la Amazonia. Estamos en un contexto de urgencia climática”, dice Simona Mallo, comunicadora del programa radial Wallmapugrama.
Según informó Carabineros, fueron 28 hombres y tres mujeres los detenidos por desórdenes simples, dos hombres por lanzamiento de bombas molotov, una persona con una orden de aprehensión vigente y 6 menores de edad por desmanes en distintos grados. En total, fueron 40 las personas detenidos, cifras publicadas por La Tercera.
En regiones
En Temuco también se realizó una movilización que inició en la plaza del Hospital. Mientras que en la región de Coquimbo diferentes agrupaciones diaguitas se organizaron para manifestarse, debido a que acusan que construcción de doble vía de la Panamericana vulnera el sitio arqueológico El Olivar.
Por ello es que decidieron este 12 de octubre tomarse la carretera, ya que este año las comunidades del sector han levantado un movimiento contra el proyecto de mejoramiento del tramo La Serena -Vallenar de la empresa española Sacyr. Reclaman al MOP que no hubo consulta indígena en la aprobación del proyecto y acusan que este pretende dejar sólo una isla en medio de la doble vía para el uso ritual del cementerio indígena ancestral que se encuentra ahí.
“Hoy vinimos a defender el sitio del olivar, nuestra necrópolis, hubo detenidos y seguimos en la comisaría esperando y acompañado”, dice Carolina Herrera Rojas, meica (sanadora) diaguita.
Por su parte, Bayron Rojas Marihuan, vocero de la Coordinadora de Organizaciones de Estudiantes Mapuche de Santiago, COEM, acompañó a algunos de los detenidos en Santiago. Sobre la marcha comenta que “el objetivo principal era poder romper el cerco comunicacional de la lucha Mapuche, y exigir las demandas históricas”.
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