Después de la derrota en el plebiscito del 4 de septiembre de 2022, en que se rechazó la propuesta de nueva Constitución de la Convención, había poco consuelo en La Moneda. Al día siguiente, el 5 de septiembre, Gabriel Boric entregó la conducción del proceso constituyente al Congreso, y se decidió enfocar las pocas fuerzas del gobierno en sacar dos grandes reformas; la de Pensiones y la Tributaria.
A dos días de que el gobierno cumpla un año desde su instalación, la Reforma Tributaria planteada por el ministro de Hacienda, Mario Marcel (independiente, pro PS), ni siquiera fue discutida en el Congreso, pues en votación en la Cámara no obtuvo la mayoría simple necesaria para aprobar la “idea de legislar”.
En concreto, pese a que el progresismo tiene mayoría en esa instancia -si se incluye a democratacristianos, humanistas y ecologistas verdes-, no consiguió los votos necesarios para que el proyecto ingrese al trabajo legislativo.
En sala, la iniciativa tuvo 71 votos en contra y la abstención de tres diputados, con lo que superaron los 73 votos favorables a la idea de legislar. De este modo, la iniciativa no consiguió la mayoría simple a favor de los parlamentarios presentes.
Con el rechazo en la Cámara, esta materia no puede volver a presentarse en un año ante dicha corporación, con lo que un segundo intento para una reforma clave en la agenda del gobierno de Boric, sería al promediar el gobierno.
A dos días de que el gobierno cumpla un año desde su instalación, la Reforma Tributaria planteada por el ministro de Hacienda, Mario Marcel (independiente, pro PS), ni siquiera fue discutida en el Congreso, pues en votación en la Cámara no obtuvo la mayoría simple necesaria para aprobar la “idea de legislar”.
En el detalle de las fuerzas progresistas, se echó de menos la presencia de Claudia Mix (Comunes) y Lorena Fríes (CS), quienes aseguraron que se habían pareado con diputados opositores.
Tampoco estuvieron en Sala, Pamela Jiles (Partido Humanista), quien ha sido una detractora del gobierno, en especial después de que opusiera a su iniciativa de un nuevo retiro de 10% de los fondos de pensiones, Mónica Arce (independiente, en cupo de Dignidad Ahora) y Viviana Delgado, la ecologista que tuvo recientemente un altercado en el cual acusó al ministro de Educación, Marco Antonio Ávila (RD), de agredirla y dejarla descompensada, lo que implicó el “corte de relaciones a todo nivel” entre el pequeño Partido Ecologista Verde y el gobierno.
En cuanto a las tres abstenciones, se contabiliza a Andrés Jouannet, un diputado independiente electo por cupo del Partido Radical, Gaspar Rivas del Partido de la Gente y Enrique Lee del Partido Regionalista Independiente, electo en la lista de Chile Vamos.
Después de la votación, inmediatamente comenzaron las recriminaciones por los ausencia de algunos diputados y diputadas oficialistas, y las críticas al trabajo legislativo del gobierno, a cargo de la ministra Ana Lya Uriarte (PS), quien dirige la Secretaría General de la Presidencia, que está a cargo de la relación con el Congreso.
Esta es la segunda gran derrota de Uriarte, quien con anterioridad no fue capaz de hacer aprobar en el Senado el nombramiento de un fiscal nacional afín al gobierno, debiendo proponer -luego de dos fracasos- a Ángel Valencia, resistido por los círculos feministas del propio gobierno.
"Van a celebrar los que evaden impuestos y quiénes los asesoran. Van a celebrar las personas que se revisten de empresa para evadir impuestos y contribuyentes que usan agresivamente mecanismos de elusión", dijo Marcel en un punto de prensa con lo que marcó la línea oficial de respuesta.
En respuesta, el gobierno buscó signar su propia derrota como un triunfo de los sectores conservadores y de derecha, que se han opuesto a la propuesta de Marcel bajo el argumento de que la Reforma atenta contra la agenda pro-crecimiento.
"Van a celebrar los que evaden impuestos y quiénes los asesoran. Van a celebrar las personas que se revisten de empresa para evadir impuestos y contribuyentes que usan agresivamente mecanismos de elusión", dijo Marcel en un punto de prensa con lo que marcó la línea oficial de respuesta.
En su intervención, el ministro enumeró algunas iniciativas que no se podrán llevar a cabo tras el rechazo a la reforma tributaria: de partida el aumento de la Pensión Garantizada Universal a $250.000, la reducción de las listas de espera en los hospitales y el aumento de recursos para la salud primaria.
Lo siguieron a Marcel los ministros de Desarrollo Social, Giorgio Jackson (RD) y la propia Uriarte.
Jackson se refirió al rechazo en general de la reforma tributaria en su cuenta de Twitter: “Hoy celebrarán quienes más capital tienen y quienes evaden o eluden impuestos“, dijo. “Es una derrota para el país debido a las oportunidades que se pierden en mejores políticas sociales”, agregó.
Por su parte, Uriarte dijo que “la elusión y la evasión durante un año más pueden seguir”. La ministra enfatizó que el gobierno siempre ha tenido disposición para conversar sobre esta materia. “Esta es una reforma tributaria que ha contado con toda la apertura de parte del gobierno para lograr acuerdo con quienes tenían observaciones, impresiones o ideas distintas o adicionales”, declaró.
Boric televisó una alocución en la que más o menos repitió los argumentos de Marcel. El Presidente destacó que el rechazo de la Reforma Tributaria perjudica a los pensionados que no recibirán el aumento de la PGU, a quienes esperan atención de salud; a las mujeres que esperan sala cuna universal (un anuncio hecho hoy, y que al parecer se retrotrae); a los adultos mayores y discapacitados, por no poder materializarse el proyecto relativo a los cuidados.
Horas después, Boric televisó una alocución en la que más o menos repitió los argumentos de Marcel. El Presidente destacó que el rechazo de la Reforma Tributaria perjudica a los pensionados que no recibirán el aumento de la PGU, a quienes esperan atención de salud; a las mujeres que esperan sala cuna universal (un anuncio hecho hoy, y que al parecer se retrotrae); a los adultos mayores y discapacitados, por no poder materializarse el proyecto relativo a los cuidados.
"El rechazo de la idea de legislar la Reforma Tributaria y de todo el contenido del proyecto es, sin embargo, una buena noticia -como lo dijo nuestro ministro Marcel- para quienes eluden impuestos de manera impune, de manera vergonzosa, y quienes los asesoran, quienes podrán seguir usando resquicios en su favor. Sin duda hoy día van a celebrar la votación en la Cámara de Diputados", dijo Boric.
Tras el naufragio de la iniciativa surgieron voces como la del vicepresidente de la Cámara, Carlos Bianchi (independiente pro PPD), quien instó al gobierno a insistir en el Senado, considerando que esta reforma es clave para dar respuesta a las necesidades sociales.
Pero, la ministra Uriarte –quien acompañó al titular de Hacienda Mario Marcel en el punto de prensa- fue enfática en decir que no insistirán con los senadores: “legalmente no se puede insistir ahora. Lo que ocurre cuando se rechaza la idea de legislar es que durante un año no se puede promover el mismo proyecto ni parte del mismo proyecto”, explicó.
“Tendríamos que hacer una cuestión que tiene que ver con la técnica legislativa, que no tiene ningún sentido hacerla, porque ya el rechazo se ha producido acá en la Cámara de Diputados”, dijo Uriarte.
Ahora se necesitaría ⅔ del Senado, el cual está empatado entre la derecha y las fuerzas progresistas, por lo que un acuerdo que ingrese por ahí, en estas circunstancias, debería convenirse y necesariamente desnaturalizarse para dar cabida a la perspectiva de senadores que se oponen al fondo de la propuesta de Marcel.
La ministra aludía al artículo 68 de la Constitución que establece que “el proyecto que fuere desechado en general en la Cámara de su origen no podrá renovarse sino después de un año. Sin embargo, el Presidente de la República, en caso de un proyecto de su iniciativa, podrá solicitar que el mensaje pase a la otra Cámara y, si ésta lo aprueba en general por los dos tercios de sus miembros presentes, volverá a la de su origen y sólo se considerará desechado si esta Cámara lo rechaza con el voto de los dos tercios de sus miembros presentes”.
Ahora se necesitaría ⅔ del Senado, el cual está empatado entre la derecha y las fuerzas progresistas, por lo que un acuerdo que ingrese por ahí, en estas circunstancias, debería convenirse y necesariamente desnaturalizarse para dar cabida a la perspectiva de senadores que se oponen al fondo de la propuesta de Marcel.
Se acaban las cartas del naipe
La Reforma Tributaria de Mario Marcel era la piedra angular para financiar el programa con el que Boric asumió en marzo de 2022, el cual tenía un alto énfasis social. El cambio en el régimen impositivo pretendía recaudar 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB) en cuatro años, es decir, unos US $10.000 millones de dólares, con lo que se iba a financiar, entre otras cosas, la Reforma a las Pensiones, la otra gran apuesta del gobierno post-plebiscito, la cual habría tenido un costo fiscal de 1,5% del PIB, equivalente a unos US $4.500 millones.
“En la reforma tributaria tengamos claro que no es algo inmediato, pero si no la hacemos, si no la impulsamos ahora en el corto plazo, por supuesto que después, en los años 2024-2025, no va a haber los recursos para las reformas estructurales que hay que hacer”, dijo en junio de 2022 Mario Marcel.
Esta es la primera derrota personal del ministro de Hacienda, quien gozó de un aplauso político amplio cuando plantó posturas de austeridad fiscal y control de la inflación, como cuando se opuso a un nuevo retiro de fondos de pensiones a principios del gobierno, sin ofrecer alternativas de asistencia universal, como sí lo hizo Sebastián Piñera con el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia).
Cabe señalar que esta es la primera derrota personal del ministro de Hacienda, quien gozó de un aplauso político amplio cuando plantó posturas de austeridad fiscal y control de la inflación, como cuando se opuso a un nuevo retiro de fondos de pensiones a principios del gobierno, sin ofrecer alternativas de asistencia universal, como sí lo hizo Sebastián Piñera con el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia).
Se esperaba que la confianza que Marcel generó con los sectores a la derecha del gobierno sirvieran para convencerlos de que una Reforma Tributaria es indispensable para conjurar el malestar que llevó al estallido social iniciado en octubre de 2019.
Empresarios satisfechos
El primer dirigente empresarial en abordar el fracaso de la Reforma Tributaria fue el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Mewes, quien señaló que "una reforma tributaria que no promueve el ahorro y la inversión es difícil que logre avanzar, porque no es lo que el país necesita".
Mewes señaló que si bien entienden que el objetivo era recaudar más recursos para cubrir necesidades sociales, "eso no se puede hacer a costa de gravar el ahorro y la inversión, perjudicando el crecimiento y la generación de empleos", dijo en referencia al impuesto al patrimonio que consideraba la propuesta.
Para el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Cristián Allendes, primó el "convencimiento transversal de que Chile necesita una reforma tributaria que promueva la inversión, el crecimiento y el desarrollo del país y su gente". Allendes agregó que son necesarios los acuerdos políticos y la derrota del gobierno como una oportunidad para “perfeccionar la propuesta”.
"Con un escenario económico desafiante, debido a años de decrecimiento y una eventual recesión, esperamos que en el proyecto de Reforma Tributaria que se trabaje en el Congreso prevalezca la responsabilidad fiscal, el buen uso de los recursos y una correcta implementación", señaló Allendes en un comunicado.
Riesco, de la Sonami, hizo un llamado a "conciliar el crecimiento con un marco jurídico y tributario que permita poner en marcha la importante cartera de proyectos y no ponga en riesgo la competitividad frente a otros países mineros [...] Se requiere abordar seriamente la burocracia en la obtención de permisos y otorgar garantías de que la institucionalidad opere con criterios técnicos y no quede al arbitrio de los intereses y ciclos políticos”.
Richard von Appen, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), siguió una línea similar, al decir que es necesaria una Reforma Tributaria de largo plazo, que fortalezca el ahorro, la inversión y el crecimiento económico, lo que es “el pilar esencial para construir un país de oportunidades, junto con aumentar la recaudación fiscal fortaleciendo los derechos sociales, de manera que nadie se quede atrás”.
“Necesitamos grandes consensos, estables y de largo plazo, en todo orden de cosas, incluida la Reforma Tributaria. Esperamos que como sociedad y a través de las instituciones, acordemos un proyecto tributario sostenible, que entregue certidumbre y confianza para inversionistas y la ciudadanía”, señaló.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) también aplaudió el naufragio de Marcel. El titular del grupo, Juan Armando Vicuña, sostuvo que se rechazó un proyecto que partía de un supuesto "a nuestro juicio, equivocado, como es que los recursos para mejorar la calidad de vida de las personas pueden obtenerse a partir de una Reforma Tributaria enfocada en gravar el ahorro y la inversión".
Según Vicuña, la solución pasa por "facilitar el desarrollo de las inversiones en curso y atraer nuevas inversiones, además de elevar la eficiencia del gasto público y aumentar la formalidad".
Christian Aste, presidente de la Comisión Tributaria de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), también planteó que hay oportunidad tras la votación; “para que las cosas se hagan bien y buscando los consensos con todos los sectores”.
Para Jorge Riesco, presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), la votación es "la respuesta a un proyecto que implica importantes riesgos para el desarrollo empresarial, especialmente las pymes, en tiempos en que el país requiere retomar el crecimiento y crear más empleo”.
Riesco hizo un llamado a "conciliar el crecimiento con un marco jurídico y tributario que permita poner en marcha la importante cartera de proyectos y no ponga en riesgo la competitividad frente a otros países mineros". Junto con una carga tributaria adecuada, "se requiere abordar seriamente la burocracia en la obtención de permisos y otorgar garantías de que la institucionalidad opere con criterios técnicos y no quede al arbitrio de los intereses y ciclos políticos”.
Christian Aste, presidente de la Comisión Tributaria de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), también planteó que hay oportunidad tras la votación; “para que las cosas se hagan bien y buscando los consensos con todos los sectores”.
“En nuestra opinión, el país requiere estabilidad, en especial si queremos incentivar la inversión, es por ello que no pueden modificarse las reglas cada vez que asume un nuevo gobierno”, señaló.
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