En un día decisivo, y ante la ausencia de vaticinios electorales a través de instrumentos como las encuestas especializadas por la prohibición de difundirlas en los días previos a la elección, las proyecciones que hacen las casas de apuestas sobre los eventuales resultados de este domingo han tomado notoriedad en los últimos días.
Tanto empresas nacionales como extranjeras vienen desde hace varias semanas sondeando el escenario de primera y segunda vuelta, complejizando su accionar en los últimos días, como fue el caso de la compañía Coolbet, quienes pasaron no sólo de incluir entre las posibilidades la elección de un candidato por sobre otro, sino que además han permitido a los usuarios la opción de que apuesten por el porcentaje que podría eventualmente obtener cada abanderado.
Para el referéndum del Brexit, las casas de apuestas daban un 77% de probabilidad de ganar la opción Remain, es decir, quedarse en la UE. El Brexit terminó ocurriendo, obteniendo un 51,9% de los votos versus un 48,1% de las preferencias obtenidas por el Remain, rompiéndose con lo que anticipaba el negocio de las apuestas.
En cuánto a los números, la lógica es sencilla. Al igual como ocurre con los encuentros deportivos, la casa de apuestas entrega un favoritismo a un candidato por sobre otro basándose en una serie de variables internas definidas por cada empresa. De esa forma, a ambos se les asigna una cifra multiplicadora, donde quien tiene mayor probabilidades de ganar -según la casa de apuestas- siempre tiene la cifra más baja, pues el monto que se apueste se multiplicará por ese número.
En las últimas semanas, se ha difundido cómo las casas de apuestas se han inclinado por un triunfo del candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, en esta segunda vuelta. Con distintos matices y variando sus porcentajes según fueron sucediéndose distintos hitos en la campaña, Boric no ha perdido la delantera que desde las empresas apostadoras le han otorgado en este balotaje.
La casa de apuestas entrega un favoritismo a un candidato por sobre otro basándose en una serie de variables internas definidas por cada empresa. De esa forma, a ambos se les asigna una cifra multiplicadora, donde quien tiene mayor probabilidades de ganar siempre tiene la cifra más baja.
El portal inglés Smarkets, por ejemplo, ofrece una completa tabla con la evolución de los pronósticos que el sitio ha vaticinado sobre las elecciones, donde se puede observar como en su punto más bajo le otorgó a Gabriel Boric un 44,25% de las posibilidades (equivalente a un multiplicador de 2,26) mientras que en su momento más alto llegó a marcar un 80% de probabilidades de ser presidente con un multiplicador de 1,25. En la otra vereda, el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, marcó 11,36% de las posibilidades con un multiplicador de 8,8 en su peor momento, mientras que en su mejor escenario logró un 64,10% de probabilidades de convertirse en mandatario, con un multiplicador de 1,56.
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Lo cierto es que más allá de la eventual capacidad de pronosticar los resultados de una elección, el fenómeno de las casas de apuestas ha tomado relevancia en el país por anticipar fenómenos que la mayoría de las encuestas no alcanzó a vaticinar en la primera vuelta presidencial, como lo fue el tercer lugar que consiguió Franco Parisi, a quien varios sitios le otorgaban el menor factor multiplicador tras José Antonio Kast y Gabriel Boric, aunque algunas de estas mismas empresas fallaron -por un porcentaje bajo- en otorgarle mayor probabilidades a Boric por sobre Kast en esos primeros comicios.
Aciertos y errores
Pero las apuestas políticas no son algo nuevo, tanto en Chile como en el mundo; con múltiples ejemplos recientes.
Para el pasado plebiscito del 25 de octubre de 2020, donde se votó por la posibilidad de escribir una nueva constitución, la casa de apuestas británica, Geniobet, habilitó la opción de jugar dinero en torno al proceso chileno. En aquella oportunidad se le dieron factores de 1,05 a la opción Apruebo por una nueva constitución, siendo por amplio margen el favorito -y, por tanto, el que menos paga-, mientras que al rechazo a reemplazar la carta magna se le dio un multiplicador de 7.85. En aquella oportunidad, el resultado del plebiscito se acercó a los factores entregados por Geniobet: el Apruebo ganó por una aplastante mayoría, con un 78,28% de las preferencias.
Empresas como Coolbet han permitido a los usuarios la opción de que, además de elegir entre uno y otro, apuesten por el porcentaje que podría eventualmente obtener cada abanderado.
En la última elección presidencial de Estados Unidos, donde se enfrentó el republicano Donald Trump contra Joe Biden, del Partido Demócrata, las casas de apuestas también abrieron sus puertas, con la salvedad de que lo hicieron empresas fuera de tierras norteamericanas, ya que las apuestas presidenciales están prohibidas en suelo estadounidense. En aquella oportunidad, los factores también se acercaron a la realidad, con Joe Biden ganando la elección y corriendo en las apuestas con un 71,4% de probabilidades de acuerdo a la casa de apuestas británica Paddy Power.
Actualmente, en el escenario electoral de EE.UU. ha sucedido algo curioso, ya que ya están abiertos los pronósticos para las votaciones presidenciales de 2024 y, pese a que Donald Trump ha sido sometido dos veces a 'impeachment' (procedimiento del Congreso para destituir a un presidente), tendrá 78 años para ese momento, sigue sin contar con su cuenta de Twitter por una suspensión permanente desde la empresa y ha generado un enorme rechazo entre importantes masas de votantes, ha sorprendido que algunos portales ya lo estén dando como favorito para esas elecciones, tal como ocurre con el sitio PredicIt.
Por su parte, la votación en 2016 del Brexit, en tanto, entrega un resultado distinto en relación al favorito en las apuestas y quien terminó ganando. Para el referéndum, donde Gran Bretaña votó si permanecer o dejar la Unión Europea (UE), las casas de apuestas daban un 77% de probabilidad de ganar la opción Remain, es decir, quedarse en la UE. El Brexit terminó ocurriendo, obteniendo un 51,9% de los votos versus un 48,1% de las preferencias obtenidas por el Remain, rompiéndose con lo que anticipaba el negocio de las apuestas. Eso sí, éste igualmente fue un éxito: es el evento político en el que se jugó más dinero en la historia británica.
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