A fines de enero de 2023, se conocía que la ex presidenta Michelle Bachelet estaba disponible para ser candidata al Consejo Constitucional con la condición de que el oficialismo fuera en una sola lista desde el PC a la DC en las elecciones. El presidente Gabriel Boric insistió en la misma idea, y hasta el histórico Guido Girardi, quien había fustigado a Apruebo Dignidad llamándolos “lista del indulto”, reculó e intentó persuadir a la presidenta del PPD, Natalia Piergentili, para que desistiera de la decisión de ir en una lista separada junto a la Democracia Cristiana y el Partido Radical.
A tres meses de esos cálculos que ya olían el fracaso, ese sector que pretendía insistir en cautivar el centrismo seducido por el triunfo del rechazo en el plebiscito de salida de 2022, no tiene un sólo consejero constitucional y cosechó magros resultados, sumando entre los tres partidos menos de un 9% de las preferencias. A eso se suma que el oficialismo sumó apenas 16 consejeros, de manera que no tiene poder de veto en el Consejo Constitucional.
Son los cálculos y problemas que le quitan el sueño a la centro izquierda, cuyos timoneles se reunieron anoche en un nuevo cónclave oficialista en el palacio presidencial de Cerro Castillo en Viña del Mar convocados por el presidente Gabriel Boric para analizar la derrota del 7 de mayo y el camino a seguir.
“Hay que separar esta lógica de las dos almas, de los dos bloques políticos que llegamos al inicio, y hoy día, frente a la amenaza que implica la ultra derecha es fundamental la unidad. Eso se repitió [en la reunión], y es cierto que la unidad no se puede decretar por arriba, hay que construirla, pero no tenemos tiempo que perder”, señaló el senador y presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, a la salida del cónclave cerca de la 1 de la mañana de hoy jueves, palabras que fueron compartidas por la mayoría de los dirigentes que emitieron declaraciones.
El Gobierno planteó en la reunión los principales lineamientos legislativos de cara al futuro ahora que el abrumador triunfo de la extrema derecha en las urnas podría contaminar al resto del sector derechista y hacer que caigan acuerdos que ya estaban avanzados. En este sentido, se planteó la idea de insistir en el programa de Gobierno en especial en materias de pacto fiscal y reformas -como el royalty minero- que ya contaban con avances en las conversaciones con el sector empresarial y también con la derecha tradicional. Además de esto, plantearon poner foco en medidas de bienestar social que impliquen beneficios directos a la población y políticas públicas que apunten al tema de la seguridad.
Un buen espaldarazo a esto se vivió precisamente en la jornada de ayer, cuando en el Congreso se aprobaron las leyes de salario mínimo y royalty minero, con lo que los ánimos en el cónclave no eran del todo pesimistas.
Si bien la derrota de Todos por Chile (nombre que adoptó el PPD, la DC y el Partido Radical en estas elecciones) ha motivado cruentos comentarios en el mundo político a propósito de la caída sin freno que experimentan estos antaño exitosos partidos de la ex Concertación, lo cierto es que el análisis político más frío del sector centroizquierdista arroja que no hay ningún voto que perder. Todo suma en una derrota tan grande, y los 877 mil votos cosechados por los tres partidos bien podrían sumar en las elecciones municipales de 2024, oportunidad en la que el sector no puede permitirse una tercera derrota de la misma magnitud.
Aún así, lo que más genera preocupación en el sector son las dos avasalladoras derrotas consecutivas que ya han cosechado en las urnas, considerando la última elección de consejeros de este 7 de mayo, y también la aplastante derrota que significó el rechazo en el plebiscito de salida de la propuesta constitucional el pasado 4 de septiembre de 2022.
Ante este escenario, se han multiplicado las críticas a la decisión de los tradicionales partidos de la ex Concertación: el PPD, la Democracia Cristiana y el Partido Radical; en su decisión de ir a las elecciones en una lista distinta al resto del oficialismo.
“Seguimos vivos sólo por Tohá y Vergara”, menciona un antiguo militante del PPD crítico de la decisión que Natalia Piergentili llevó a cabo cuando a principios de febrero de 2022 el partido tomó la decisión de seducir al centro yendo en una lista distinta al Frente Amplio, el PC y el Partido Socialista. Simbólicamente, Piergentili, quien incluso postuló al Consejo Constitucional con malos resultados, se ausentó del cónclave debido a un viaje fuera del país.
Dentro de la tienda, se asegura que no se le cobró la presidencia a Piergentili solo por el hecho de que le queda un par de meses en el cargo, de manera que una renuncia o salida abrupta solo haría más crítica la situación del partido. De hecho, el PPD ya fijó para el próximo 27 de mayo un Consejo Nacional para definir la fecha en la cuál se realizarán las próximas elecciones para la directiva nacional, lo que debería ocurrir entre julio y agosto.
Ante esta pesimista realidad, han surgido numerosos comentarios en el oficialismo que plantean la necesidad de una reunión de los partidos del espectro más amplio de la centro izquierda, incluyendo desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana en una coalición que haga frente a la derecha extrema y a la tradicional.
Si bien la derrota de Todos por Chile (nombre que adoptó el PPD, la DC y el Partido Radical en estas elecciones) ha motivado cruentos comentarios en el mundo político a propósito de la caída sin freno que experimentan estos antaño exitosos partidos de la ex Concertación, lo cierto es que el análisis político más frío del sector centroizquierdista arroja que no hay ningún voto que perder. Todo suma en una derrota tan grande, y los 877 mil votos cosechados por los tres partidos bien podrían sumar en las elecciones municipales de 2024, oportunidad en la que el sector no puede permitirse una tercera derrota de la misma magnitud.
Ante esta pesimista realidad, han surgido numerosos comentarios en el oficialismo que plantean la necesidad de una reunión de los partidos del espectro más amplio de la centro izquierda, incluyendo desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana en una coalición que haga frente a la derecha extrema y a la tradicional.
“Yo creo que eso es absolutamente necesario. Piensa que la DC ya no tiene en sus filas ese sector más derechista de hace años, cuando estaba Rincón, los Walker, Burgos, Cortázar, Pérez Yoma. Creo que es perfectamente posible”, señaló a nuestro medio un dirigente socialista.
Si bien el presidente de la DC, Alberto Undurraga descartó “ingresar al gobierno” luego de la derrota, un parlamentario del partido señaló fuera de micrófono a nuestro medio que “hay bastantes conversaciones con el Gobierno para acercarnos, pero la idea es que incluya ciertas ideas de la DC en parte de la agenda legislativa del oficialismo”, y agregó que es importante “conseguir un acuerdo electoral para las municipales y próximas elecciones, porque los resultados fueron desastrosos”.
La misma fuente señaló a nuestro medio que “la llegada de Elizalde a Segpres igual acercó bastante la DC al Gobierno, así que lo vemos con buenos ojos”.
Comentarios
Ta clarito, a las ánimas de
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