Unos días después de la muerte de Francisco se reunirán los cardenales de distintos países para elegir al nuevo papa. Es un proceso que se realiza en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, bajo un completo hermetismo.
Son más de 250 cardenales los que hay en el mundo, pero solo 135 de ellos están habilitados para votar, es decir, tienen menos de 80 años, según The Guardian. De estos, 110 fueron creados por Jorge Mario Bergoglio.
Esto último no asegura que el próximo papa sea afín a la postura de Francisco para el devenir de la iglesia católica.
Así lo afirmó Álvaro Ramis, teólogo y rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, a nuestro medio: “El papa elige de donde puede elegir, es decir, él elige de acuerdo a lo que tenga a su disposición para poder nombrar. En algunos casos, él nombra a cardenales que sí o sí tienen por defecto el carácter arzobispo, que por defecto tienen el carácter de sede cardenalicia, por ejemplo, de las grandes capitales de Europa o de las grandes ciudades de los distintos continentes. También tiene que ver con que muchos de ellos fueron nombrados por Bergoglio por descarte, porque no tenía mejor opción”.
Hermetismo total
Duermen en una casa aledaña a la Capilla Sixtina y votan dos veces al día. Nadie más entra en este cónclave, salvo funcionarios del Vaticano y médicos.
Está expresamente prohibido para todos los cardenales tener contacto con el exterior. No se pueden entrar teléfonos a la Capilla Sixtina, así como tampoco pueden entrar las noticias ya sea a través de diarios o televisión.
Según un artículo de The Conversation, incluso existen aparatos de inteligencia que bloquean el uso de wifi y de teléfonos móviles.
“Dos o tres semanas después del funeral papal, comenzará el cónclave. Los cardenales se dirigirán primero en procesión a la Capilla Sixtina, donde se habrán instalado dispositivos de interferencia electrónica para evitar las escuchas ilegales y el uso de wifi y teléfonos móviles”, reza el artículo.
Cuando hay una mayoría de dos tercios en un solo nombre, se elige al próximo papa que encabezará la iglesia católica. Es en ese momento que desde una chimenea instalada en la Capilla Sixtina sale humo blanco. Al contrario, cuando sale humo negro significa que no se ha podido elegir a uno de los tantos candidatos papales.
Comentarios
Añadir nuevo comentario