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Sábado, 26 de Julio de 2025
Entrevista

Eric Aedo, jefe bancada DC: “Queremos avanzar en acuerdos con el Gobierno para una reforma previsional, tributaria y de vivienda”

Lun Lee

El diputado y jefe de la bancada de la Democracia Cristiana se ha transformado en un puente en las relaciones de La Moneda con su conglomerado. En entrevista con Interferencia describe las relaciones con el gobierno y la apertura de su partido a apoyar las reformas que el presidente Boric anunció tras su primera Cuenta Pública. 

Eric Aedo es un antiguo militante de la Democracia Cristiana. Se integró a las filas de la falange a los 23 años, dos días después de abandonar sus estudios para ser sacerdote en la Compañía de Jesús, institución en la que estuvo durante cinco años. Hoy, a 30 años de ese episodio, cumple su primer período como diputado de la República y además, como jefe de bancada de su partido. 

Relata a Interferencia que no se debió solo a su experiencia - ex Gobernador de la Provincia de Concepción, ex Concejal de Concepción y ex Seremi de Bienes Nacionales durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet- sino que principalmente al diálogo que generó entre sus compañeros y la confianza que depositaron en él. 

“Me gusta ser actor de los cambios y me gusta estar en la toma de decisiones y yo sentía que en este momento político ser jefe de la bancada era ser parte de ese proceso y por eso quise tomar ese cargo”, puntualiza Aedo. 

Gracias a ese rol, se ha transformado en actor clave en las relaciones entre la DC y La Moneda, sosteniendo reuniones en Palacio con el presidente. De hecho, tuvo la oportunidad de acompañar al mandatario en su primera visita de Estado a Argentina, quien invitó a los jefes de bancada de todos los partidos a integrarse a la delegación. 

La Democracia Cristiana, pese a no ser un partido de gobierno se ha declarado en una ‘independencia colaborativa’ que se ha transformado en un enclave importante para el Gobierno en el impulso de su agenda legislativa, pues la minoría que tiene en ambas Cámaras lo obliga a buscar acuerdos con otros sectores partidistas. 

Asimismo, la Democracia Cristiana, pese a no ser un partido de gobierno se ha declarado en una ‘independencia colaborativa’ que se ha transformado en un enclave importante para el Gobierno en el impulso de su agenda legislativa, pues la minoría que tiene en ambas Cámaras lo obliga a buscar acuerdos con otros sectores partidistas. 

Esto, profundizado por la reciente Cuenta Pública del presidente Boric en Valparaíso, donde en varios pasajes de su alocución llamó a la importancia de la unidad y el reconocimiento al trabajo parlamentario; mientras, en paralelo, anunciaba un paquete legislativo ambicioso y que requiere de la aprobación de la reforma tributaria para una parte importante de su desarrollo. 

En ese sentido, los ocho diputados y cinco senadores que el conglomerado demócrata cristiano posee se transforman en votos que el Ejecutivo necesita y que en sus acciones se percibe una intención constante de negociación. 

Durante la entrevista, Aedo se refiere al rol de la Democracia Cristiana en el diálogo con el Gobierno, su postura a negociar los proyectos del paquete legislativo del Ejecutivo y la postura de su partido en el próximo plebiscito del 4 de septiembre. 

¿Cómo califica las relaciones de la Democracia Cristiana con el Gobierno?

Está en el mismo estado de marzo. Una relación en que no somos parte del gobierno. No somos un partido oficialista, pero estamos en una actitud de colaborar en aquellas cosas que nos parecen adecuadas. 

Y así da cuenta la votación que hemos tenido en proyectos como salario mínimo y el rol que hemos jugado en la Comisión de Trabajo, por ejemplo, participando en las reuniones previas con [el diputado] Ricardo Cifuentes, que es parte de la Comisión de Hacienda de la Cámara. 

A lo que me refiero es que mantenemos la misma actitud de no ser parte del gobierno, de no entrar al gobierno con ministros. No es nuestra pretensión. No es eso lo que estamos planteando, por lo menos los diputados de la bancada de la Democracia Cristiana. 

En las reuniones que sostiene el ministro Marcel con los parlamentarios oficialistas participa Ricardo Cifuentes para llevar la voz de la Democracia Cristiana en la mirada de la reforma tributaria. 

Yo estuve con [el diputado] Alberto Undurraga en reuniones con la ministra del Trabajo, Jeanette Jara, y con el subsecretario de Trabajo, dando a conocer los principios orientadores para una reforma previsional desde la Democracia Cristiana y obviamente, como una contribución a la discusión del proyecto que iba a presentar el gobierno. 

Y obviamente, en aquellas cosas que nos parecen inadecuadas que hace el gobierno o decisiones inadecuadas que toma el gobierno, las hemos presentado con afecto y con mucha claridad. Como el estado de excepción, orden público, migraciones, por plantearte algunos puntos.

Usted plantea que desde marzo las relaciones siguen igual, sin embargo la DC en varias oportunidades ha visitado La Moneda. Ha ido usted, el senador Walker, la senadora Provoste y la senadora Rincón. ¿No han tenido fruto esas reuniones?

Sigue la misma disposición. Nosotros obviamente que cada vez que podemos ir a La Moneda y hablar con los ministros vamos a participar. Yo he tenido la oportunidad de ir a La Moneda y hablar con el propio Presidente de la República y eso yo lo valoro. 

A lo que me refiero es que mantenemos la misma actitud de no ser parte del gobierno, de no entrar al gobierno con ministros. No es nuestra pretensión. No es eso lo que estamos planteando, por lo menos los diputados de la bancada de la Democracia Cristiana. 

Pero eso no es obstáculo para que podamos avanzar en aquellas cosas que nos parecen bien. Hemos ido a La Moneda a conversar respecto de los estados de excepción. Así que en ese sentido, aquí no ha habido cambio y valoro el espacio que nos han dado para dialogar. Pero eso no significa que seamos parte del gobierno.

Eso lo reconozco, el Gobierno y el presidente Boric han tenido una actitud de apertura más permanente al diálogo. Eso yo lo valoro y lo recojo y no tengo ningún problema en hacerlo presente y en reconocerlo. En eso ha habido un avance perfecto.

¿Siente que los escuchan?

Yo siento que en algunos aspectos hemos sido escuchados. Tal vez a veces no con toda la alegría por parte del gobierno, pero siento que al final nos escucharon, por ejemplo, en el tema de Estado de Excepción, para hacer frente a la violencia terrorista de la zona sur. Siento que se nos escuchó y avanzó el estado de excepción, que se lo habíamos pedido al Gobierno desde marzo. 

Yo siento que también ha habido una actitud de escucha en los aspectos de la reforma previsional, también en salud. El ministro Marcel de Hacienda se ha abierto, digamos, a escuchar la opinión de la bancada. No significa eso que van a hacer todo lo que nosotros queramos sino que ha habido una actitud de escucha y eso yo lo valoro. 

En eso ha habido un cambio positivo, respecto de lo que fue lo que sucedió con el proyecto de retiro del 10% y el proyecto [de retiro] acotado del gobierno. Yo como jefe de bancada, lo que hice presente fue que el gobierno no podía pretender dialogar proyecto a proyecto, tenía que ser una una actitud más permanente. 

Eso lo reconozco, el Gobierno y el presidente Boric han tenido una actitud de apertura más permanente al diálogo. Eso yo lo valoro y lo recojo y no tengo ningún problema en hacerlo presente y en reconocerlo. En eso ha habido un avance perfecto.

A propósito de la declaraciones del senador Walker. ¿Usted cree que esa postura de estar feliz sin ser parte del gobierno es un espíritu de la bancada de C o es una apreciación personal?

Bueno, él es senador, yo voy a hablar desde la bancada de diputados de la Democracia Cristiana. Nosotros creemos que ha sido positivo no ser parte del Gobierno porque le ha dado al país la posibilidad de diálogo y lo quiero explicar muy rápidamente. Si nosotros hoy en día hubiésemos sido parte del gobierno este país estaría muy polarizado. Estaría por un sector, el gobierno y al otro lado la derecha, sin vasos comunicantes. Yo creo que en eso, la bancada parlamentaria de la Democracia Cristiana, hemos jugado un rol de vasos comunicantes, de espacio, de encuentro y de diálogo entre estas dos polarizaciones. 

Si hubiésemos sido parte del gobierno hubiésemos sido probablemente 'vagón de cola' y estas opiniones hubiesen quedado subsumida justamente por ser parte del gobierno y no tener tal vez la libertad de opinar con claridad sobre algunos temas.

[El presidente Boric] creo que le habló a su núcleo de votación duro, a ese 25% de la primera vuelta. En esa perspectiva, habló de manera adecuada porque fue una arenga que movilizó a ese grupo de la primera vuelta, a ese 25% de la población que los arengó, le insufló energía. 

Lo segundo es que si hubiésemos sido parte del gobierno hubiésemos sido probablemente vagón de cola y estas opiniones hubiesen quedado subsumidas justamente por ser parte del gobierno y no tener tal vez la libertad de opinar con claridad sobre algunos temas. Nosotros estamos convencidos que el Estado de derecho debe prevalecer en todo el territorio nacional. 

Si hubiésemos sido parte de este gobierno las órdenes del PC y del Frente Amplio, de no tener estado de excepción, se hubiesen impuesto y nosotros hubiésemos quedado subsumidos bajo eso. 

Y es una gracia justamente no estar en el gobierno para haber hecho ver al gobierno que el estado de excepción y la protección del Estado de Derecho es un deber del gobierno y no tener complejos ni ambigüedades para enfrentar los temas de orden público.

En ese sentido, valoro que nosotros hoy día no seamos parte del gobierno. Nos ha dado libertad para hablar con claridad y sin ambigüedades. 

De todas formas, el PC terminó cediendo.

Bueno, pero si nosotros hubiésemos sido parte del gobierno, hubiésemos tenido que ceder a favor del PC, porque la Democracia Cristiana está fuera de su punto y lo planteamos con fuerza y no nos movimos de ahí, no por ser porfiados, sino porque era lo mejor para Chile y el gobierno finalmente tuvo que reaccionar. A eso me refiero. 

Respecto a la cuenta pública, ¿cómo la califica? ¿Cree que le habló a algún sector? 

Yo creo que le habló a su núcleo de votación duro, a ese 25% de la primera vuelta.  Dicho eso, debo decir que en esa perspectiva de haberle hablado a su grupo duro de apoyo, habló de manera adecuada porque fue una arenga que movilizó a ese grupo de la primera vuelta, a ese 25% de la población que los arengó, le insufló energía. 

El Gobierno tiene, en el mejor de los casos, 65 votos en la Cámara de Diputados. Es decir, para obtener una amplia mayoría tiene que concordar con la Democracia Cristiana, con el Partido de la Gente, pero también tiene que concordar con la derecha. Es un poco peligroso porque no tiene certeza que esa reforma tributaria salga como la está imaginando, porque tiene que concordar con otros sectores políticos.

En ese sentido, estuvo bien. Lo segundo, es que creo que también el presidente, frente a la incertidumbre del plebiscito de salida de la Constitución, no sólo por los temas que le planteó la Contraloría, sino que fue prudente al afirmar que ambas opciones, aprobar o rechazar, son igualmente válidas y democráticas. Me parece que eso fue un avance importante en el Gobierno. 

Lo tercero que diría del discurso, es que fue una enumeración de muchas acciones y de muchas tareas. Hablan de 102 tareas y proyectos aproximados que estableció en su discurso. Yo creo que muchas de esas ideas, muchos proyectos, quedaron supeditados a la aprobación de la Constitución o a las reformas estructurales tributarias. 

En eso hay un peligro porque esa reforma tributaria no necesariamente puede resultar de la manera exacta como lo está pensando el Gobierno. El Gobierno tiene, en el mejor de los casos, 65 votos en la Cámara de Diputados. Es decir, para obtener una amplia mayoría tiene que concordar con la Democracia Cristiana, con el Partido de la Gente, pero también tiene que concordar con la derecha. Es un poco peligroso porque no tiene certeza que esa reforma tributaria salga como la está imaginando, porque tiene que concordar con otros sectores políticos.

¿Apoyaría una nueva reforma tributaria?

Es que ni siquiera sabemos cómo está. No la conocemos. El gobierno no la ha dado a conocer. Nosotros si planteamos un principio ordenador desde la Democracia Cristiana, que esa reforma tributaria no puede estar pensada subiendo el impuesto solo a los chilenos comunes y corrientes, profesionales, pequeños comerciantes y pymes. Y que el gran conglomerado económico, o los grandes especuladores financieros, pasen en esto colados. O sea, eso nos parece que no es aceptable.

Las personas ya tienen suficientes problemas económicos con la inflación como para que más encima sean las personas; los chilenos comunes y corrientes, trabajadores, profesionales, comerciantes que tengan que soportar el peso de la reforma tributaria. Eso nos parecería inaceptable. 

¿Quién debería sostener ese peso de la reforma?

Para mí lo ideal es que los grandes especuladores financieros que traen una cantidad ingente de acciones, paguen impuestos. Que los grandes negocios mineros también a través de royalties. 

Que las personas hagamos un pequeño esfuerzo, pero no que el peso de la reforma tributaria esté en las personas. Sería bastante contrasentido que ahora subamos las tasas de impuestos personales un 45%, por poner un ejemplo. O sea, no voy a estar castigando al que estudió, el que trabajó, el que tiene un negocio, que tiene un emprendimiento, mientras los especuladores financieros siguen ganando dinero a raudales porque no se atreven a cobrar los impuestos en esas transacciones. 

Las personas ya tienen suficientes problemas económicos con la inflación como para que más encima sean las personas; los chilenos comunes y corrientes, trabajadores, profesionales, comerciantes que tengan que soportar el peso de la reforma tributaria. Eso nos parecería inaceptable. 

Sobre este paquete legislativo que presentó el. presidente durante la Cuenta Pública ¿en cuál cree usted que estarían dispuestos a apoyar?.

Nosotros queremos aprobar haciendo nuestro aporte a esa discusión. Sin duda, en la reforma previsional nosotros queremos avanzar un acuerdo con el Gobierno para aprobar la reforma previsional y para nosotros ese acuerdo es primordial. Y la libertad de elección de las personas en el sentido de quién va a invertir su dinero. Nosotros asumimos en la bancada de la Democracia Cristiana que las AFP han llegado a su fin, pero eso es distinto de que quien administre tu dinero y quien lo invierta. Nosotros creemos en la libertad de las personas y en eso estamos dispuestos a llegar a un acuerdo con el gobierno y con nuestra fuerza política, pero que haya libertad de elección. 

Lo mismo en la tributaria, con los aspectos que te acabo de comentar. También queremos aprobar una ley, un proyecto de ley que avance en los temas habitacionales. Hay 600.000 viviendas hoy día con déficit habitacional y el presidente anunció la construcción en el orden de las 60.000 por año.

Eso significa 240.000 viviendas y un déficit de 600.000. Él dijo que este gobierno no lograba resolver ese déficit. Bueno, pero hagamos un esfuerzo mayor. Y ahí la Democracia Cristiana está disponible para buscar un esfuerzo mayor para resolver el déficit habitacional, para que el Gobierno tenga un plan, por ejemplo, de adquisición de terrenos que hoy día es el gran talón de Aquiles para construir vivienda. 

Yo me jugaría también con que el Banco del Estado juegue un rol mucho más preponderante en el ámbito de vivienda, con tasas de más apertura a segmentos de la población. Desarrollo de las áreas verdes y de espacios de urbanización o de urbanismo en las ciudades pequeñas y medianas. Yo creo que ahí faltó más ambición y ahí está disponible la Democracia Cristiana para eso, para construir un proyecto más ambicioso.

Y el anuncio sobre el control del crimen de crimen organizado y la tenencia de armas, tomando en cuenta situaciones como las sucedidas en el barrio Meiggs.

Yo creo que el presidente tiene toda la disposición de la Democracia Cristiana para avanzar en el proyecto de ley que está hoy día en el Senado sobre crimen organizado. Y para enfrentarlo necesitamos urgentemente dotar a esa ley agentes encubiertos, escuchas telefónicas entre otros elementos. 

Lo segundo, todo el apoyo de la Democracia Cristiana al Gobierno, para que avancemos en una ley de inteligencia de mucha mejor calidad. La Agencia Nacional de Inteligencia, con la ley que viene hoy día, no da el ancho, no es capaz de anticipar escenarios, no es capaz de anticipar lo que está haciendo ese crimen organizado. Obviamente, apoyamos la creación de un ministerio que se especializa en estos temas.

Yo creo que el presidente tiene toda la disposición de la Democracia Cristiana para avanzar en el proyecto de ley que está hoy día en el Senado sobre crimen organizado. Y para enfrentarlo necesitamos urgentemente dotar a esa ley agentes encubiertos, escuchas telefónicas entre otros elementos. 

Pero esto tiene que ir muy de la mano también con la labor de la policía. Me refiero a que es incompatible querer enfrentar el crimen organizado y al mismo tiempo imaginarse a Carabineros o a la Policía de Investigaciones como fuerza no militarizada. Ellos necesitan ese grado de militarización para enfrentar el crimen organizado. Hoy día no anda disparando con pistolas de agua, disparando con fusiles automáticos, con armas automáticas, con un alto poder de fuego. Entonces, me parece que ahí también tiene que haber mucho más coherencia entre el anuncio y las decisiones que se están tomando respecto de la reforma de Carabineros.  Pensar que va a ser como una policía municipal. La verdad es regalarle las calles al crimen organizado y a la delincuencia. A mí me parece que hay una contradicción que el Gobierno no puede asumir y tiene que corregir.

¿Cree que el Gobierno ha tenido problemas en el manejo de la seguridad?

 Yo creo que el gobierno se ve constantemente enfrentado a la ambigüedad que presentan sectores de izquierda de su gobierno. Me refiero a sectores del Frente Amplio del PC respecto a la protección del Estado de Derecho y que esa protección se hace con fuerzas de orden y seguridad. Yo creo que ahí hay una ambigüedad de esos sectores políticos. Hay un cierto trauma con el pasado que aún nos supera y que en el fondo obliga a veces al gobierno a ser dubitativo frente a las decisiones que tiene que tomar. 

Eso lo percibe la gente, está en las encuestas. Eso es lo que golpea al Presidente de la República en cómo ha subido de manera tan drástica en estos casi tres meses de gobierno y digámoslo desafección con el propio gobierno. La gente percibe, yo lo escucho de los electores de mi distrito, que el gobierno siempre anda a medias tintas y siempre está tironeado por los sectores de izquierda que no se atreven a asumir que el crimen organizado, la delincuencia, hay que combatirla de manera mucho más frontal. Esa duda, esas ambigüedades que plantean esos sectores terminan golpeando y a veces dejando algo inmovilizado al gobierno.

Pero centrándolo en La Araucanía, ¿no cree en la tesis del diálogo?

Sí creo en la tesis del diálogo. Lo digo muy sinceramente yo creo en la tesis del diálogo. Creo en la tesis del diálogo con las comunidades que quieren dialogar, con las comunidades que quieren salir adelante. 

Hace poco estuvimos en la Cámara de Diputados, a Santo Reinao y a las 13 comunidades que llegaron a un acuerdo a través del diálogo, por ejemplo, con empresas forestales para recuperación de tierras y para trabajar de manera conjunta en la recuperación de bosques. 

Y ese diálogo de esas 13 comunidades del sector de Lleu Lleu le ha permitido vivir a 350 personas de comunidades mapuche, tener trabajo y tener ingresos. Nosotros creemos en ese diálogo, pero ese no se va a realizar con los grupos que roban madera, que trafican droga, que usan armamento y que ocupan simplemente una consigna mapuche, pero van a tener una actividad delictual de crimen organizado.

Si todo el diálogo con las comunidades como lo dije al principio, si toda la deuda que el Estado tiene con las comunidades y en eso tengo plena conciencia de aquello, con los grupos terroristas tú no puedes dialogar.

Si bien tengo una inclinación, voy a esperar, pero tengo una inclinación al rechazo. 

El Gobierno no lo llama terrorismo.

Es lo que llaman violencia rural. Acá en el sur violencia es robarse un chancho en el campo. No, aquí se llama terrorismo. A Segundo Catril no lo mató una violencia rural. Lo mató el terrorismo con un balazo en la cabeza, con un arma de alto poder de fuego. 

Lo asesinaron arriba de un bus donde iban más trabajadores en un camino que tampoco era forestal. Segundo, en un camino asfaltado que une la zona de Tirúa con Lumaco. Es decir, un camino que une la Región del Biobío con la Región de la Araucanía. Yo esperaría eso mismo que de gobiernos timoratos, pero no de un gobierno progresista. Yo creo que ahí, cuando tú le cambias el nombre, las cosas retroceden y disfrazan la realidad. 

Yo creo que el presidente Boric es una persona que las cosas las llama por su nombre y no disfraza la realidad. Y por eso me parece un error llamarle al terrorismo, creo que ahí hay un error.

Pero el Gobierno tampoco ha sumado a las forestales en el diálogo ¿no cree qué también tienen un rol cree usted en ese sentido? 

Hubo un espacio en que Santo Reinao y una forestal se sentaron a conversar respecto de un predio de 25.000 hectáreas. Entonces me parece que esa experiencia de estas comunidades mapuches, 13 comunidades del sector de Valle o que se sientan a conversar finalmente con la Forestal, es una experiencia que el gobierno debiera recoger, estudiar, analizar y probablemente ahí hay un punto de inicio para abrir una conversación mayor de otras comunidades con las forestales y las forestales. 

En este caso son muy concretas qué forestales son y me parece que esa experiencia debería ser recogida por el gobierno. A lo mejor ahí hay un punto de inicio para una mesa de trabajo entre comunidades, gobierno, poder legislativo y las empresas forestales, que son dos, no son más, son dos las grandes empresas forestales que operan en esta zona, Arauco y Mininco.

En este caso son muy concretas qué forestales son y me parece que esa experiencia debería ser recogida por el gobierno. A lo mejor ahí hay un punto de inicio para una mesa de trabajo entre comunidades, gobierno, poder legislativo y las empresas forestales, que son dos, no son más, son dos las grandes empresas forestales que operan en esta zona, Arauco y Mininco.

Sobre la nueva constitución, ¿tiene alguna postura para el plebiscito?

Si bien tengo una inclinación, voy a esperar, pero tengo una inclinación al rechazo. 

Y digo inclinación porque es lo primero a partir de lo que he visto que emerge. Voy a esperar el proceso final y obviamente de la armonización. Mira, yo tengo la impresión de que si llega a ganar el apruebo, lo va a hacer de manera muy estrecha, muy estrecha. 

Y eso va a significar igual que es el proceso de instalación de la nueva Constitución. Va a tener que ser muy dialogado y va a tener que ser muy dialogado también con la derecha y con el Parlamento y con un Senado que los constituyentes quieren eliminar. Entonces puede terminar siendo muy complejo. 

Creo que no se protege la democracia. Solo le doy un ejemplo, la nueva Constitución elimina el resguardo de la Armada de Chile en todo el litoral, es decir, estamos abriendo toda la frontera litoral al narcotráfico. A mí me cuesta reflexionar o apoyar algo en esa línea. Yo creo en el Estado de Derecho, creo en la ley y la causa de todo tiene que ser de todos. Pero voy a esperar obviamente el proceso final ahora el cuatro o cinco de julio.

Pero sería rechazar y luego volver a la Constitución.

Si gana el rechazo el mandato de la gente ha sido muy claro. No es volver a esta Constitución. El proceso constituyente de cambio constitucional tiene que seguir adelante y así lo planteado, la propia derecha incluso. 

No, yo creo que en cualquier caso se rechace o el apruebo gane por muy poco vas a tener un proceso de negociación de cambio constitucional. Si gana el rechazo el mandato de la gente ha sido muy claro. No es volver a esta Constitución. El proceso constituyente de cambio constitucional tiene que seguir adelante y así lo planteado, la propia derecha incluso. 

La senadora Provoste planteó que estaban en una 'pedagogía', en el partido, ¿está dividida la DC respecto al plebiscito o planean tomar una postura conjunta?  

No, creo que eso es un tema que tenemos que conversar. Lo que planteaba la senadora Provoste, que ha dicho claramente que ella quiere votar apruebo, me parece legítimo y que quienes quieran votar rechazo me parece igual de legítimo, lo dijo el Presidente de la República. 

A mí me parece que ambas opciones son legítimas. Lo que sí quiero plantear es que yo creo que la libertad de conciencia es fundamental en un partido. Entonces, yo creo que en esto no solo hay que ser cuidadoso, sino que hay que ser muy inteligentes, porque este proceso constituyente gane el apruebo de manera estrecha o gana rechazo, va a seguir requiriendo diálogo. Y yo lo que sí estoy convencido de que quiero ser un actor en cualquiera de los dos escenarios  y dialogar con todas las fuerzas políticas.

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Cuándo será el momento en que estas personas salgan del closet y se fusionen de una vez con Chile Vamos, en RN o en Evopolis? No se cansan de ser el perrito guardián que la derecha deja afuera en el patio, para cuidar sus "propiedades" que en muchos casos no fueron bien apropiadas?

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