Como es de costumbre, Nayib Bukele montó su show audiovisual con la llegada de los deportados de EE.UU. Escenas hechas con drones y filtros. Una excelente iluminación acompañada de música cinematográfica. Gran producción en que se suponía llegaban miembros del Tren de Aragua y pandilleros salvadoreños. El mundo observaba a los deportados bajando del avión engrillados y esposados mientras la música aumentaba junto al destello de las luces policiales. En Washington celebraban la “exitosa” operación. Pero no duraría mucho, ya que Bukele había logrado engañar a Trump.
Quien hizo aterrizar las celebraciones fue el periodista de la agencia de noticias AP, Joshua Goodman, al publicar un golpe periodístico que señalaba que el departamento de Estado americano no revisó que entre los deportados había inmigrantes sin antecedentes criminales. Horas después, el secretario Marco Rubio tuvo que salir a reconocer su error. Pero existe otro antecedente más grave que mostraría como Bukele se benefició usando a Rubio.
Entre los pandilleros salvadoreños deportados iba César Humberto López-Larios, alias “Greñas” uno de los jefes de la MS13. Los fiscales americanos estuvieron años investigándolo sobre su participación en el pacto entre Bukele y las pandillas, que incluía libertad y blindaje para no ser extraditados a Estados Unidos. Las autoridades americanas lo tenían como uno de los testigos contra Bukele.
Por su parte, la misión del presidente salvadoreño era impedir eso a toda costa. Tenía que llevarlo de regreso a su país.
El pasado 20 de marzo, el pandillero tenía programada una audiencia frente a la jueza de Nueva York. Lo que pocos sabían era que nueve días antes, el fiscal pidió cerrar el caso y lo regresan a las manos de Nayib Bukele, que magistralmente logró evitar que un testigo hablara en EE.UU de sus negocios con las pandillas y de los americanos involucrados en los que habrían ex diplomáticos. Aunque estos antecedentes ya fueron declarados por el pandillero, se necesita el testimonio presencial en la corte.
Bukele logró su objetivo. Ya no tenía que mandarlo a matar como se intentó con otros pandilleros para evitar que se entregaran a EE.UU. Cercanos a Bukele también son encarcelados y luego eliminados cuando cuestionan al dictador. Tal como lo hizo con su amigo de la niñez y asesor de seguridad Alejandro Muyshondt quien falleció en una cárcel de El Salvador debido a las torturas. Su cuerpo fue entregado en pedazos a su madre en una bolsa plástica.
Asumir que los líderes pandilleros están detenidos en Nueva York sólo para declarar que Bukele negoció con las pandillas es no saber del caso. Ellos tienen mucha más información relevante contra Bukele, su gabinete, empresarios centroamericanos y americanos con los que negocian, trafican y lavan dinero.
Bukele sabe que hay otros testigos claves que podrían declarar en su contra. Y no solamente pandilleros, sino que cercanos a su círculo. Uno es su ex secretario jurídico, Conan Castro, que huyó el año pasado de El Salvador llevándose muchos secretos y de quien se desconoce su paradero. Otro es su actual asesor argentino-americano, el lobista Damián Merlo, quien está bajo constante vigilancia en varios países por la información que posee.
Damián Merlo es asiduo a bares y clubs de cigarros cubanos en Miami y Panamá, donde no cesa de presumir sobre su cercanía con Marco Rubio y su gabinete. Merlo llama la atención de quienes lo escuchan de sus operaciones secretas y negocios ilegales que realiza para Bukele. Exhibe fotos y textos de mensajes con el presidente salvadoreño. Todo esto mientras los agentes americanos lo graban, e incluso hasta diplomáticos cubanos lo observan y dialogan con él. Merlo no se da cuenta y feliz reparte sus tarjetas de visita como lobista.
Bukele no sólo logró satisfacer a Trump y ganar dinero con los deportados que les envió Estados Unidos, pero inteligentemente silenció a un testigo clave. Sin duda habrá más pandilleros expulsados desde Estados Unidos, porque los americanos desconocen aún la verdadera motivación de Bukele, que nada tiene que ver con seguridad nacional o combatir la delincuencia.
Comentarios
Nunca me ha inspirado
Gracias Interferencia,,ojalá
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