Para quienes se identifican en menor o mayor medida como personas de izquierda, el nombre de Johannes Kaiser Barents-Von Hohenhagen probablemente sea uno de los que más desagrado genera dentro de la política chilena actual.
Aunque paradójicamente, por estos días quien está más complicado con la existencia de este controvertido diputado es alguien de su mismo sector ideológico: el candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast Rist.
Kaiser llegó a la institucionalidad política de la mano de Kast, quien lo bendijo como uno de los candidatos a diputado de su colectividad en la elección de 2021. Pero en enero de 2024 el congresista renunció al partido, después de protagonizar polémicas y fricciones políticas que lo fueron aislando de su bancada.
Luego fundó su propia organización, el Partido Nacional Libertario y de la mano de éste el 19 de febrero de 2024 anunció su candidatura presidencial.
A casi un año de este hecho, las cifras de las encuestas parecen decirle al libertario que estaba en lo correcto, puesto que le pisa los talones e incluso en una ya superó al abanderado republicano, quien quizás se arrepiente de haberlo dejado partir.
En concreto, la comparativa entre Kaiser y Kast de las tres últimas publicaciones de Cadem van así, respectivamente: la segunda semana de Noviembre un 4% versus un 14%, en la cuarta semana de noviembre lo mismo, pero ya en la segunda semana de diciembre Kast descendió notablemente a un 8%, mientras que Kaiser subió al 5%.
Sin embargo, la más llamativa es la medición de la empresa Natural Phone publicada el viernes 10 de enero en la sección Secreto a Voces de Interferencia, en la cual un 12,79% de los consultados –todos de la Región Metropolitana– se inclinaron por el actual diputado como su opción para liderar La Moneda en 2026, mientras que Kast quedó un poco más atrás con un 11,51%.
A esto se suma que en la encuesta UDP-Feedback de esta semana, se consultó a ciudadanos con qué liderazgo se sentían identificados y un 10% se inclinó por Kaiser, mientras que un 5% por Kast.
El líder republicano ya no es novedoso. Esta es su tercera avanzada presidencial, pero más que esto su problema es que ya no es percibido como el rebelde de derecha que renunció a la UDI para fundar su propio colectivo, uno que criticaba a los partidos políticos tradicionales y buscaba representar fielmente los valores del gremialismo de Jaime Guzmán.
Hay un hecho clave mencionado por Roberto Izikson, el gerente general de Cadem, en una entrevista con Tolerancia Cero en diciembre de 2024, el cual explica bien el problema de Kast:
“Yo creo que las aspiraciones presidenciales de José Antonio Kast se acabaron con el fracaso del segundo proceso constituyente. José Antonio Kast había logrado apoderarse del relato de la delincuencia, del relato de la inmigración, incluso del conflicto de la Araucanía, del orden público, el de la inmigración, y todo ese relato se vino al suelo con el proceso constituyente, porque lo obligó a hacerse cargo de otros temas, ¿cierto? A ser parte del sistema y, además, a traicionar a su base, porque él era el que decía que había que votar rechazo, que había que mantener la actual, y luego lo vieron liderando un proceso que fracasó”, dijo el representante de Cadem.
En este tema Kaiser apostó inteligentemente, dado que fue de los personajes de derecha que se inclinó por votar en contra de la propuesta constitucional levantada por su mismo sector ideológico en el Consejo Constitucional de 2023, entonces le permitió mantenerse como un outsider de la cuestionada institucionalidad, pese a ser diputado de la República.
Si bien Kaiser tiene la ventaja de ser la novedad en el sector, en contra tiene que el Partido Nacional Libertario se encuentra aún en formación y apenas tiene 2 diputados en su bancada. Esto, versus el Partido Republicano que ya es una institución más robusta, legalizada hace 4 años, con 12 diputados en su bancada, un alcalde electo, 233 concejales y 60 consejeros regionales, lo cual se traduce en una mayor capacidad de despliegue territorial.
En conversación con Interferencia, Rocío Cantuarias, la ex convencional constituyente y comentarista del think tank de la derecha dura, Fundación Nueva Mente, cuestiona que la mayor trayectoria del Partido Republicano sea una ventaja en sí:
“Pasa siempre con las ‘sopresas’ en materia orgánica. Podríamos decir lo mismo del Partido Republicano y del Frente Amplio hace un tiempo. Chile Vamos ninguneaba a los republicanos porque no tenían base territorial, como si tener alcalde o concejales daba por seguro que sacarías más o menos parlamentarios. Para el segundo proceso constitucional no tenían alcaldes y se llevaron la pelota para la casa”, indicó Cantuarias.
Distintas fuentes que conocen la interna del Partido Republicano coincidieron al señalar a Interferencia que actualmente en la colectividad el foco está más puesto en obtener un buen resultado en las elecciones parlamentarias y que un mal desempeño en las presidencial no sería un escenario trágico.
El panorama para Kast no se ve alentador.
Comentarios
Ya muy mal olía la dupla Ka
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