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Martes, 16 de Abril de 2024
EDITORIAL 5

Seis meses de toque de queda

Interferencia

Llegó el momento de levantar el toque de queda militar, no así todas las restricciones a la vida nocturna.

Admision UDEC

El 22 de marzo el gobierno declaró el toque de queda en todo el país para hacer frente a la crisis del coronavirus. Hoy se cumplen seis meses de esa medida que restringe la libertad de circulación y reunión de los ciudadanos. A diferencia de otros países que han aplicado esta política excepcional usando la policía para hacerla cumplir, en Chile también patrullan los militares de noche… y de día.

“El toque de queda ha jugado un rol fundamental en el control de la pandemia”, aseguró el 19 de agosto la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell. Pero, ¿cuál es ese rol y cuánto ha contribuido la restricción nocturna en el  “control de la pandemia”?

¿Qué sentido tiene tener a los uniformados haciendo rondas de noche cuando toda la industria nocturna está efectivamente clausurada desde marzo? No hay bares, pubs, restaurantes, discotecas o cines abiertos...

Sin embargo, hasta ahora La Moneda aún no explica cuál es el raciocinio sanitario para esta medida excepcional y la oposición tampoco ha levantado su voz al respecto. Libertarios a ultranza, como Axel Kaiser, han mantenido en gran medida silencio respecto a este actuar del Estado. Y muchos ciudadanos parecen haberse acostumbrado o resignados a este período de toque de queda que, en el caso de Santiago, incluso es más largo que el último que impuso la dictadura. Tras el fallido atentado a Pinochet en septiembre de 1986 se decretó un toque de queda que duró hasta enero de 1987; o sea, fueron cuatro meses.

Ciertamente, restringir el máximo posible la circulación y reunión de personas es una manera efectiva de contener el coronavirus. Pero, ¿qué sentido tiene tener a militares patrullando las calles de noche si durante el día miles se amontonan en el transporte público, van de shopping a los malls o tienen que trabajar en oficinas cerradas sin ventilación natural?

Es más, ¿qué sentido tiene tener a los uniformados haciendo rondas de noche cuando toda la industria nocturna está efectivamente clausurada desde marzo? No hay bares, pubs, restaurantes, discotecas o cines abiertos..

Se podrá argumentar que el toque de queda nocturno evitará fiestas caseras. Puede ser, pero eso no ha impedido que estas se realicen igual. Incluso se han organizado masivas fiestas clandestinas. Para impedir este tipo de reuniones basta con normas y multas que puede aplicar Carabineros (como sucedía a veces antes de la pandemia).

Dada la historia de nuestro país, la presencia militar en las calles tiene para muchos una carga simbólica negativa. Y como no está claro en qué medida esta presencia ha contribuido a frenar los contagios (no hay que olvidar que al día de ayer, 21 de septiembre, Chile era el sexto país del mundo con más casos de Covid-19 confirmados por cada 100 mil habitantes, y el tercero del mundo en muertes por cada 100 mil habitantes, según datos de la OMS y la Universidad Johns Hopkins, respectivamente), el mejor simbolismo sería que el gobierno ordene a esos uniformados que patrullan las calles sumarse a las tareas de apoyo logístico y médico que ya realizan sus compañeros en la lucha contra el virus.

El propio comandante en jefe del ejército, general Ricardo Martínez, reconoció en una reciente entrevista a El Mercurio que su institución “no tiene ni la preparación ni la doctrina ni, principalmente, la cultura policial para enfrentar tareas de orden público”.

Es de esperar que en La Moneda tomen nota de ello.



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Comentarios

Comentarios

Me encanta el toque de queda. Volver a la ciudad silenciosa de noche donde poder entregarse a un sueño reparador, poder seguir viviendo en el centro de la ciudad y no estar pensando en irse a vivir a una parcela de agrado. Se critica mucho que las ciudades se segregan en barrios y se abandonan los centros cívicos para irse a sectores residenciales alejados. Pero es obvio, si el parrandeo con centros de ciudades llenas de botillerías, bares, casinos, salas de juegos, borrachos meando y gritando hace que uno busque alejarse de la ciudad. Se critica que la gente con mayores ingresos se aísle en sectores alejados, pero no se buscan las causas de por qué se hace.

En respuesta a José, quisiera mencionar que el Ejercito fue creado para defender la soberanía del territorio y no para vigilar el ciclo de sueño-vigilia. Por lo menos hay dos personas que han sido asesinadas por militares entre marzo y anoche, así como otros tantos casos de violación de DD.HH. desde octubre de 2019 a la fecha. Creo que es un costo demasiado elevado para una ciudad silenciosa y un sueño reparador.

José Eduardo.yo creo que debieras considerar irte mejor a una casa de acogida, o a un monasterio, la vida de la gente no se puede amoldar a tus miedos y tus pudores....

José Eduardo. Puedo comprender tu punto de vista, pero no puedes pretender que todos sigamos tus aprensiones nocturnas. No se nos puede seguir infantilizando. Somos ciudadanos adultos y con Derechos y con capacidad para asumir responsabilidades de nuestras acciones.

YO FELIZ, ASI NO VIENEN LOS VAGOS A TOMAR Y DROGARSE EN LAS NOCHES A LA PLAZUELA DONDE VIVIMOS PURA GENTE DE ESFUERZO, LO OTRO LAS BOTILLERIAS METIDAS EN LAS POBLACIONES SON PUROS FOCOS DE BORRACHOS Y DROGOS...LAS BOTILLERIAS DEBERIAN ESTAR PROHIBIDAS EN LAS POBLACIONES...NADIE HABLA DE ESTO, QUE ES MUCHO MAS GRAVE QUE ANDEN UN PAR DE MILICOS DANDOSE VUELTAS POR AHÍ...

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