Primero en una cadena nacional televisada la noche del pasado jueves y luego el viernes en Antofagasta, el Presidente Gabriel Boric anunció los largamente esperados lineamientos de la Política Nacional del Litio, tal vez la política económica más importante del Chile de la primera mitad de este siglo.

De tal modo, Boric comunicó que está diseñado un trabajo interministerial que busca entregar al Estado el control de la producción de litio, permitir la participación de privados y renegociar los acuerdos con SQM y Albemarle -las dos empresas que hoy producen litio en Chile, en el Salar de Atacama-, para el periodo posterior a sus concesiones que terminan en 203o. 

“La colaboración público-privada, con protagonismo del Estado, es la forma de aprovechar esta oportunidad histórica. En este tipo de proyectos de valor estratégico, el Estado tendrá una participación mayoritaria. En concreto, el Estado pondrá visión estratégica de largo plazo en todo el ciclo productivo, desde la exploración hasta la agregación de valor, además de regulaciones claras para asegurar la sostenibilidad y la reinversión en el desarrollo del país. Por su parte, los privados aportarán capital, innovación tecnológica y redes en el mercado”, señala el documento que contiene la estrategia. 

El anuncio no dejó indiferente a nadie, en especial a los privados que ya habían manifestado sus reparos anteriormente, incluso cuando buena parte de los puntos de la estrategia eran todavía desconocidos.

Boric comunicó que está diseñado un trabajo interministerial que busca entregar al Estado el control de la producción de litio, permitir la participación de privados y renegociar los acuerdos con SQM y Albemarle -las dos empresas que hoy producen litio en Chile, en el Salar de Atacama-, para el periodo posterior a sus concesiones que terminan en 203o. 

Las críticas de los gremios empresariales se centraron principalmente en lo que entendieron como un cambio de tono del Ejecutivo entre la Enade 2023 del jueves, y los anuncios sobre el litio realizados esa misma noche.

Así, la iniciativa gubernamental recibió duros comentarios por parte de gremios como la Sofofa (Sociedad de Fomento Fabril) y la CPC (Confederación de la Producción y el Comercio), y en menor medida de la Sonami (Sociedad Nacional de Minería), aunque estos últimos manifestaron que entendieron la política como “anuncios generales y que necesitan mayores precisiones”. 

“Si bien valoramos que se haya optado por la asociación con privados para explotar nuevos yacimientos para aprovechar las capacidades técnicas en la exploración y explotación del litio, resulta cuestionable que se pretenda revisar la propiedad de las empresas que actualmente operan en el Salar de Atacama”, se señala en un comunicado de prensa de Sonami. 

La crítica empresarial apuntó fundamentalmente a la naturaleza de la propiedad que plantea la Política, donde el Estado debe tener al menos el 51% de ésta, lo que socava las posiciones que habían logrado SQM y Albermarle, cuyos contratos actuales les permite un control superior sobre la propiedad del mineral. 

En esa línea, atacaron a las empresas del Estado, tanto a las actuales -en especial Codelco, por sus problemas de gobernanza- como a las conceptuales, dada la doctrina liberal que dice que éstas suelen ser más ineficientes que las privadas.

Este tema es particularmente relevante, pues todo apuntaba a que la creación de una Empresa Nacional del Litio era la piedra angular de la Estrategia, batalla que en la que los empresarios mineros seguramente su influencia en el Congreso, para impedir que se apruebe la creación de dicha empresa, pues la Constitución actual exige un quórum de 4/7 para crear una empresa estatal, dado el principio de subsidiariedad.

De todos modos, esta dificultad fue enfrentada por La Moneda, otorgando todos los pergaminos a Codelco y Enami, las que podrán representar al Estado ante los privados, mientras no se cree la Empresa Nacional del Litio.

En el oficialismo la medida fue aplaudida y el gabinete salió a defenderla. 

Las críticas de los gremios empresariales se centraron principalmente en lo que entendieron como un cambio de tono entre la actitud del Ejecutivo durante la Enade 2023 del jueves, y los anuncios sobre el litio realizados esa misma noche.

En conversación con Tele13 Radio, la ministra de Minería, Marcela Hernando (PR), comentó que las empresas privadas interesadas ya pueden dar los primeros pasos, en el sentido de buscar contratos de exploración y explotación con los dos representantes del Estado que definió la Política como contrapartes de joint ventures: Codelco y Enami.

“Si el Estado es dueño del litio, el Estado también va a tener los contratos especiales de operación, y por lo tanto esperamos que los socios pongan el capital inicial y la tecnología”, indicó Hernando.

En entrevista con Radio Pauta, el ministro de Economía, Nicolás Grau (CS), refrendó lo dicho por la jefa de la cartera Minera, explicando que la estrategia se llevará a cabo “al mismo tiempo que se debate el proyecto de la Empresa Nacional del Litio en el Congreso” y la vía para hacerlo es a través de “las empresas estatales que actualmente tienen la facultad de participar en la explotación del litio, que son Enami y Codelco”.

Misma línea adoptó el ministro de Hacienda, Mario Marcel (cercano al PS), quien en conversación con La Segunda dijo: “Codelco es una gran empresa, con profesionales muy competentes y una sólida gobernanza. Actualmente, cuenta con un acuerdo con el Ministerio de Hacienda para reinvertir una parte de sus utilidades para financiar sus proyectos de inversión sin elevar su endeudamiento. Con estos elementos, creemos que se puede hacer cargo de esta tarea sin debilitar sus funciones tradicionales”.

“Las empresas actuales tienen sus contratos vigentes y no serán forzadas a negociar con el Estado. Una negociación implica voluntariedad, sobre la base de beneficios para ambas partes. Estamos seguros de que Codelco será capaz de generar acuerdos mutuamente beneficiosos”, afirmó Marcel.

El dilema de los 4/7 

Tal como expresaron desde los distintos ministerios, una de las interrogantes que aparecen en el futuro es la puesta en marcha de la Empresa Estatal del Litio, eje fundamental para ejercer la política propuesta. 

Lo anterior, puesto que en el Ejecutivo entienden que no será fácil, ya que su creación requiere un quórum calificado de 4/7 en el Congreso, tal como se explicó.

La lectura de las autoridades es que el precio del litio se terminará ajustando, pero la demanda seguirá al alza en los próximos años ante la transición energética que se vive en el mundo, que busca pasar de una matriz energética basada en hidrocarburos a otra de energías limpias, donde una de las claves son las baterías de litio.

Es por eso que la Política Nacional del Litio se desarrollará en dos fases: antes y después de la creación de la empresa estatal ad-hoc.

Algunos académicos opinan que los tres trompos rodando a la vez, podría quebrar la unidad de los empresarios, entre los mineros y el resto, mientras que unos propician una Reforma Tributaria general y un royalty menor, y otros buscan todo lo contrario, mientras que la Empresa Nacional del Litio sigue siendo una carta de negociación gubernamental

En la actualidad existe un borrador del proyecto de ley que busca crear la Empresa Nacional del Litio, del que se esperan conocer más detalles, y que seguramente marcará un hito legislativo y abrirá el debate público respecto de lo que Chile debe hacer con este mineral que puede ser la base de su prosperidad futura.

Todo esto en medio de una discusión que no se anticipa fácil sobre el royalty minero, y que seguramente se entrecruzará con la de la Empresa Nacional del Litio, creando opinión sobre el rol del Estado y los privados en la minería. Cabe mencionar que la discusión legislativa sobre el royalty fue pospuesta por un tiempo para agregar indicaciones desde el Ejecutivo, con lo que también se entrecruza con la Reforma Tributaria.

Con estos tres elementos en juego, y la necesidad de aumentar el gasto público para cubrir necesidades sociales crecientes, el Gobierno tiene un poco más de cintura. De hecho algunos académicos opinan que los tres trompos rodando a la vez, podría quebrar la unidad de los empresarios, entre los mineros y el resto, mientras que unos propician una Reforma Tributaria general y un royalty menor, y otros hacen todo lo contrario, mientras que la Empresa Nacional del Litio sigue siendo una carta de negociación gubernamental. 

Las cartas de Codelco y Enami para el ahora

Mientras la Empresa Nacional del Litio busca pasar el proceso legislativo, el Gobierno usará Codelco y Enami -ambas con giro minero- como las herramientas estatales para no estancar el desarrollo de la Política Nacional del Litio, y así suscriban acuerdos con los privados para la exploración y extracción del mineral no metálico desde los salares, con la intención de que los acuerdos incluso se puedan dar desde ya.

Según detalló el Diario Financiero, en los últimos meses varias empresas se han mostrado interesadas en participar, y si bien no se ha definido el modelo contractual exacto en que se hará la asociación, se espera que el mercado se diversifique, permitiendo la entrada de nuevos actores.

“Actualmente, Chile posee 45 salares, de los cuales uno es Maricunga donde Codelco mantiene un Contrato Especial de Operación de Litio (CEOL) y donde también Salar Blanco y Simbalik mantienen en curso proyectos de extracción. Además, hay dos con concesiones vigentes: Salar de Atacama (SQM y Albemarle) y Pedernales (Codelco). Es decir, hay 42 salares disponibles para la explotación, con 15 de ellos con alguna fase ya desarrollada de exploración”, describe el medio.

Por otro lado, la estrategia incorporará la creación de un Instituto Público del Litio y Nuevas Tecnologías para el segundo semestre de este año, con el fin de que parte de los recursos se usen para preparar un futuro de innovación permanente, invirtiendo en ciencia, tecnología y conocimiento, de modo que la actividad no sea solo extractiva.

De todos modos, se espera una fuerte presión pública contra Codelco y Enami por parte de los detractores de la Política, empresas que de todas formas tienen varios problemas de gestión, ambientales y laborales, a la vez que seguramente se buscará destacar los logros de SQM y Albermale, y la afectación que la Política les cause, como por ejemplo, la fuerte caída en la Bolsa de la empresa de Julio Ponce Lerou, privatizada por su ex suegro, Augusto Pinochet, y que luego financió ilegalmente la política.    

Con Occidente encima

Al parecer, las palabras del embajador chileno en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés (PS), fueron en efecto partes de una postura coherente del Gobierno respecto sobre con quién establecer alianzas estratégicas en torno al material, y no un exabrupto. 

A fines de marzo, el diplomático afirmó que Chile se asociará con países occidentales “con los cuales compartimos valores”. Ante la molestia de China, el canciller Alberto van Klaveren (cercano al PPD) aseguró que “con China tenemos muchos intereses y valores en común”, intentando contener las reacciones que provocaron los dichos.

Lo cierto es que durante su alocución desde las Ruinas de Huanchaca en Antofagasta, el presidente Gabriel Boric se dio el tiempo de agradecer las palabras de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio, AmCham Chile, siendo el único gremio de estas características al que el Presidente hizo referencia. 

“Las empresas actuales tienen sus contratos vigentes y no serán forzadas a negociar con el Estado. Una negociación implica voluntariedad, sobre la base de beneficios para ambas partes. Estamos seguros de que Codelco será capaz de generar acuerdos mutuamente beneficiosos”, afirmó el ministro Mario Marcel.

El mandatario hizo referencia a las declaraciones de dicha entidad, desde donde señalaron que “siendo representantes de una de las mayores inversiones extranjeras en el país, valoramos el anuncio de una nueva Política Nacional del Litio realizada por el Presidente de la República, Gabriel Boric, y rescatamos la convocatoria a realizar un esfuerzo conjunto, público y privado, para el desarrollo de una industria con un gran potencial de creación de valor compartido”, expresó Paula Estévez, gerenta general de AmCham Chile, según recogió Pulso.

“Estamos convencidos de que esta Política Nacional del Litio permitirá también fortalecer los profundos vínculos y valores que ya comparten Chile y Estados Unidos. Ello en función de que esta iniciativa posibilitará la llegada de nueva y mayor inversión estadounidense, la cual contribuirá al país en mayor sostenibilidad e innovación tecnológica. De esta forma, más allá de ser un socio comercial, Estados Unidos se consolidará como un socio estratégico en materias de relevancia nacional, tales como alcanzar la meta de carbono neutralidad que Chile se ha impuesto para el año 2050″, agregó.

Todo esto en medio de la visita de la jefa de la fuerza militar estadounidense encargada de operaciones en Sudamérica y el Caribe, Laura Richardson, quien ha recorrido el país por segunda oportunidad, y quien ha insistido que para Estados Unidos es estratégico garantizar su acceso al litio, por lo que el Triángulo del Litio (Argentina, Bolivia y Chile) cobra particular importancia geoestratégica para los intereses estadounidenses. Esto, en medio de una competencia feroz con China, y en menor medida Europa, por acceder al mineral sudamericano, y donde los chinos ya habían avanzado posiciones al conseguir contratos muy beneficiosos con Bolivia.