Cuando se conocieron los resultados de los constituyentes electos, en mayo de este año, sorprendió ver que los grandes ganadores habían sido las listas independientes en lugar de los partidos tradicionales de la ex Concertación y de Vamos por Chile.
Particularmente, para la colectividad de la derecha significó una dura derrota haber obtenido 37 cupos, ya que a pesar de ser la coalición con más constituyentes dentro de la Convención, no lograron obtener el ⅓ que esperaban y con el cual podrían ejercer el poder de veto.
Y una vez instalada la Convención, la frustración del sector se hizo más evidente. Ninguna de las propuestas impulsadas por Vamos por Chile ha sido aprobada en el pleno y estuvieron cerca de perder la oportunidad de integrar la mesa ampliada con una de las nueve vicepresidencias.
A medida que han pasado las semanas, en el bloque de la derecha han ido emergieron dos almas que lo dividen; una que se inclina a la extrema derecha -buscando tensionar o deslegitimar el trabajo de la Convención- y otro que busca articularse con el centro para lograr incidir en el funcionamiento de la instancia.
De tal modo, se les ha acusado de estar atrincherados en su sector y que buscan posicionarse en el debate constituyente mediante comentarios incendiarios -algunos que han resultado racistas- para despertar reacciones políticas al margen de la Convención, ya que no pueden incidir en ella.
Los convencionalistas de derecha con más tribuna niegan las acusaciones con vehemencia e incluso Marcela Cubillos (cercana a la UDI), planteó a El Mercurio que, por el contrario. “atrincherada está la izquierda en su ideología, están y con razón, muy cómodos en una posición de controladores mayoritarios”.
Sin embargo, a medida que han pasado las semanas, en el bloque de la derecha han ido emergieron dos almas que lo dividen; una que se inclina a la extrema derecha -buscando tensionar o deslegitimar el trabajo de la Convención- y otro que busca articularse con el centro para lograr incidir en el funcionamiento de la instancia.
Esta tendencia quedó de manifiesto ayer miércoles, cuando las diversas listas y pactos de la Convención definieron a los constituyentes que integrarán las vicepresidencias de la mesa ampliada, luego de juntar al menos 21 patrocinios para cada uno de ellos. El conflicto radicó en que la dupla Paulina Veloso (D21) y Raúl Celis (D7), propuesta por Renovación Nacional (RN) y Evópoli, fue rechazada tajantemente por la UDI, que definió otorgarle el cupo a Rodrigo Álvarez, el ex subsecretario de Hacienda del primer gobierno de Sebastián Piñera.
Esta situación quebró a la bancada y mantuvo en ascuas a RN y a Evópoli durante algunas horas de la jornada, buscando las firmas faltantes para defender la carta de Veloso. Según el constituyente de RN, Luciano Silva (D20), la pugna que se dio con la UDI es producto de una diferencia importante en sus discursos políticos. “La UDI no aceptó nuestra propuesta de llevar a Paulina Veloso y a Raúl Celis, que son más dialogantes, como nosotros los RN, y que estábamos hablando con la centro izquierda”, dijo Silva a este medio.
Si bien los ánimos en Vamos por Chile quedaron bastante tensos, RN decidió otorgar una de sus firmas al nombre de Rodrigo Álvarez “para no hacer un quiebre total” en el bloque, según indicó Silva.
Finalmente, RN y Evópoli decidieron otorgar sus 13 firmas a Lorena Céspedes, la constituyente propuesta por Independientes No Neutrales (INN) y la Lista del Apruebo (ex Nueva Mayoría), entregando así un guiño de diálogo y disposición para llegar a acuerdos con otros sectores de la Convención.
"Yo creo que queda manifiesto que hay un sector de la derecha, que es justamente la derecha más extrema y más dura, que es la UDI, que está atrincherada en sus posiciones”, Paula Veloso (RN).
En conversación con INTERFERENCIA, la constituyente Veloso (RN) declaró que “hubo un veto a mi nombre por parte de Teresa Marinovic y Rodrigo [Álvarez] tampoco quería ir conmigo porque tenemos discursos muy distintos”.
A pesar de la situación, Veloso realiza un balance con elementos positivos de la situación, puesto que RN y Evópoli pusieron en práctica la voluntad de generar ese centro político con el cual puedan generar acuerdos al plegarse a INN.
“Yo creo que queda manifiesto que hay un sector de la derecha, que es justamente la derecha más extrema y más dura, que es la UDI, que está atrincherada en sus posiciones”, agregó Veloso, quien comparte la evaluación de su compañero de bancada, Luciano Silva, de que el distanciamiento producido ayer les sirvió para diferenciarse de esa extrema derecha y demostrar que en Vamos por Chile si habrían constituyentes que quieren llegar a acuerdos con los otros sectores de la Convención.
Por su lado, el constituyente Cristián Monckeberg (RN) dijo a este medio que hace unas semanas habría sido impensado para la centroizquierda llegar a acuerdos con la derecha y que lo de ayer fue una señal política importante. Declaró también que para él, las declaraciones de Teresa Marinovic y de Marcela Cubillos son parte de sus estilos de hacer política y que está convencido de que todos en Vamos por Chile quieren que la Convención llegue a buen puerto.
“Todos los sectores tienen distintos planteamientos, que me parecen muy legítimos, y que se han hecho con respeto y con altura de miras. Algunos podrán compartirlas o no, pero yo creo que son un aporte”, agregó Monckeberg.
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¡Ya era Hora! Marinovic y
Son guiños de una parte de la
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