Algo hay en los hombres mayores de 60 años que alguna vez militaron en la Concertación que seduce con particular fuerza a los medios más conservadores del país. No son los políticos más radicales, claro está, pero sí aquellos que alguna vez tuvieron mucho poder y hoy, en este juego de máscaras en que se ha convertido nuestra política alrededor del plebiscito de salida, han buscado un nuevo espacio.
Un partido de centro, dicen ellos, pero que a juzgar por el fervor con que han sido cubiertos por la prensa bien podría ser tildado como el primer partido del medio.
Son los conversos, los que alguna vez estuvieron a la izquierda, pero que por estos días coquetean con el centro y se atreven a mirar incluso un poco más allá del muro. Son los “Concerta-curiosos”, los que hoy visten bufandas amarillas, que ocuparon –con la derecha en escondida en la cocina– todas las tribunas Rechacistas que les ofrecieron en bandeja y que por estos días comienzan a formar una nueva tienda política. Un partido de centro, dicen ellos, pero que a juzgar por el fervor con que han sido cubiertos por la prensa bien podría ser tildado como el primer partido del medio.
Pero, ¿cuánta cobertura recibieron los seguidores de Cristián Warnken en la semana que rodeó su inscripción en el Servel? Para muestra, valga solamente el siguiente listado de notas publicadas por Ex-Ante, el medio dirigido por Cristián Bofill y en el que trabaja un destacado grupo de profesionales provenientes en su mayoría de las filas de El Mercurio y La Tercera.
Domingo 18 de septiembre: Correa Sutil y el riesgo de los expertos en proceso constituyente: “Pueden estar muy desconectados de la realidad”.
Martes 20 de septiembre: Andrés Zaldívar y fuga de militantes DC: “Hay un riesgo de que los Amarillos disputen el centro político”.
Miércoles 21 de septiembre: Isidro Solís, tras renunciar al Partido Radical: “Los Amarillos deben representar el alma de lo que fue la Concertación”.
Miércoles 21 de septiembre: El rol de Ernesto Ottone en la transformación de Amarillos en partido político.
Jueves 22 de septiembre: Cómo será el lanzamiento del partido político de Amarillos en el ex Hotel Neruda este viernes (y el rol de Gutenberg Martínez).
Viernes 23 de septiembre: Óscar Guillermo Garretón: “Amarillos no es el regreso de la Concertación”.
Viernes 23 de septiembre: Cómo fue el desembarco de los Amarillos en la política y sus planes para los 34 años del triunfo del “NO”.
¿Existe otro partido político que haya nacido con tal apoyo de los medios? ¿Hay algún chileno con más trabajo que el encargado de prensa de Amarillos?
Viernes 23 de septiembre: Lea aquí el Manifiesto del nuevo partido Amarillos.
Sábado 24 de septiembre: El rol y las huellas de Gutenberg Martínez en la transformación de Amarillos en partido político
Domingo 25 de septiembre: Mario Waissbluth: “El Rechazo cayó como una bomba de racimo en la coalición de Boric y todavía no logra recuperarse”.
Por increíble que parezca hubo días, como el 23 de septiembre, que el medio publicó tres artículos sobre el tema. Ese mismo día, La Tercera le dedicó cuatro páginas a su inscripción, mientras El Mercurio daba espacio para que Pablo Longueira pidiera retrasar el proceso constituyente hasta que Amarillos alcanzara a convertirse en partido con todas las de la ley.
¿Existe otro partido político que haya nacido con tal apoyo de los medios? ¿Hay algún chileno con más trabajo que el encargado de prensa de Amarillos? ¿Se les medirá a la hora de una posible elección con una vara que esté a la altura de la cobertura recibida por estos días?
Es cierto que el nacimiento de un nuevo partido político es una noticia que merece ser cubierta, particularmente cuando sus fundadores son actores de dilatada trayectoria. Su ubicación en el centro del tablero lo convierte en un fenómeno especialmente lleno de morbo: ¿Lograrán levantar figuras de centro-derecha? ¿Darán una palada más al entierro de la DC? Todas estas preguntas son válidas y necesarias, pero no quitan que al mismo tiempo la prensa debería estar escudriñando sus movimientos con una gran lupa.
Si el periodismo no incomoda, es publicidad. El famoso dicho cobra particular vigencia en momentos en que todo parece ser relaciones públicas para una agrupación que no debió lidiar con los largos años de desierto mediático que suelen acompañar a otras agrupaciones. Las interrogantes más urgentes las levantó quizás Carlos Ominami en su columna en La Tercera.
La generosa cobertura de los medios, que se suma a los generosos aportes en dinero del sector privado, serán puestos a prueba en los próximos meses cuando Amarillos deba demostrar, que lo suyo fue más que un puñado de globos inflados con helio.
“Habrá que ver si logran constituirse en una fuerza política significativa, mostrando que no solo los unió la oportunidad y que superarán los emprendimientos políticos anteriores de varios de sus dirigentes(as) que vegetaban en la irrelevancia”, dijo. Y agregó: “Era fácil oponerse y rechazar un texto con tanto flanco abierto y cabos sueltos. Ahora empezará lo difícil. Tendrán que explicitar convicciones y formular propuestas”.
Hace poco más de un mes, en las páginas del mismo matutino Óscar Contardo remarcó el punto: “Cada una de las personas que integran los autodenominados Amarillos no sólo ha tenido la libertad, los micrófonos y las cámaras para expresar su preferencia de cara al próximo plebiscito, sino también han sido beneficiadas con una cobertura mediática generosa si se toma en cuenta que la cantidad de personas a las que representan permanece aun ignota”.
La generosa cobertura de los medios, que se suma a los generosos aportes en dinero del sector privado, serán puestos a prueba en los próximos meses cuando Amarillos deba demostrar –con propuestas, números de militantes, deliberaciones internas y rendiciones ante el Servel– que lo suyo fue más que un puñado de globos inflados con helio para robarse las miradas durante el inicio del proceso constituyente.
Comentarios
La nueva constitución de
pa no perder nuestras
Agradezco al autor el
Nada más que decir el gran
Añadir nuevo comentario