En la lógica de optimizar los recursos públicos en materia de infraestructura sanitaria pública, se puede afirmar que los únicos hospitales que podrían adelantar su funcionamiento, de acuerdo a los avances de obras, son los que se mencionan en el cuadro anexo, cuyos datos corresponden al Ministerio de Salud.
Para ponerlos en marcha se requiere acelerar los procesos de recepción de obras, recepción municipal y la autorización sanitaria otorgada por cada una de las Seremis de Salud, trámite necesario antes de entrar en operación. Todos los recintos aludidos sumarían un total de 337.298 mts2. disponibles.
Se puede sumar también como infraestructura sanitaria pública disponible, el Hospital de Antofagasta antiguo, que permitiría albergar aproximadamente 500 camas más para cubrir la zona del extremo norte del país.
Todas las posibles nuevas instalaciones habilitadas podrían cubrir la necesidad sanitaria a nivel nacional si se acompaña de una adecuada logística de traslado de pacientes entre regiones cercanas.
Lo anterior geográficamente podría distribuirse de la siguiente forma:
Extremo Norte: Hospital Antofagasta Antiguo;
Norte: Hospital de Ovalle , Centro Hospital Félix Bulnes y Gustavo Fricke;
Sur: Hospital Angol y Hospital Padre Las Casas
Lo anterior Implicaría la incorporación de 1.792 camas nuevas, contempladas en los proyectos, dado que cuatro de los cinco hospitales mencionados son reposición, es decir, hospitales existentes que pueden seguir funcionando en recintos antiguos hasta que pase la pandemia.
La superficie total construida en cada uno de estos nuevos establecimientos permitiría la incorporación de más de 5.000 camas nuevas públicas adicionales, adaptando los recintos, lo que requeriría de la compra de insumos, equipos y equipamiento adecuado y la incorporación de los recursos humanos necesarios.
Así, según diversos especialistas, los esfuerzos del Minsal debieran concentrarse en rescatar camas del sistema público -no usadas en hospitales de baja demanda o camas nuevas compradas para otros proyectos en construcción y que no entraran en operación en los próximos meses-, habilitar nuevas camas y comprar lo necesario para fortalecer el sistema público.
Los expertos añaden que el arriendo de espacios privados, o construcción de nuevos hospitales modulares que necesariamente implica procesos más lentos, habilitación, compras, etc., no parecen ser la solución más adecuada.
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