El próximo viernes 26 de abril comienza la puesta en marcha de las denominadas 40 horas. La ley iniciará su reducción progresiva disminuyendo en primera instancia la jornada a 44 horas hasta la cifra de 40 horas en 2028. Sin embargo, a días de su implementación, las interpretaciones y estrategias del empresariado han encendido el debate sobre su aplicación en la fuerza laboral.
En primera instancia, un dictament de la Dirección del Trabajo (DT) sacó chispas en el mundo empresarial, pues el plan de algunas empresas, denunciaron gremios y organizaciones, era disminuir el horario semanal en 12 minutos diarios o bien, subiendo la misma cantidad de tiempo la colación a modo de 'intercambio' y así cumplir con la reducción que la ley dicta. Ahí se fundó el nodo del conflicto.
Dicha estrategia fue desestimada por la DT que especificó que el planteamiento de alargar el horario de colación o dividir la reducción en minutos diarios no era efectivo, sino que se debía rebajar la jornada restando una hora en un día de la semana.
El propio director de la DT, Pablo Zenteno, puntualizó que "según una interpretación armónica de la ley de reducción de la jornada laboral, señalando que cuando estamos hablando de una hora, de una jornada semanal de lunes a viernes, este 26 de abril a lo menos tiene que reducirse en una hora al día".
Por otra parte, se especificó que, si la jornada laboral se trataba de lunes a sábado, era posible parcelar la reducción en dos días y aplicarla para uno en 50 minutos y otro en 10 minutos.
En esa línea, la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, apoyó la interpretación de la DT y señaló que "la ley habla de una hora al día menos de jornada laboral. Aquellos que están pensando unilateralmente en disminuir esto en minutos van a tener que buscar una solución de acuerdo a la ley y a lo que el dictamen establece".
"Es deber de quienes suscribimos este acuerdo, empleadores, trabajadores y gobierno, procurar su implementación de forma adecuada y no de una manera que signifique una burla al espíritu de la legislación", fue otra de las declaraciones de la titular de la cartera.
El propio director de la DT, Pablo Zenteno, puntualizó que "según una interpretación armónica de la ley de reducción de la jornada laboral, señalando que cuando estamos hablando de una hora, de una jornada semanal de lunes a viernes, este 26 de abril a lo menos tiene que reducirse en una hora al día".
Además, expresó sobre los mecanismos de fiscalización que ""hemos dispuesto todos nuestros canales -tanto presenciales como virtuales- para recibir las denuncias, pero además hemos definido que, a partir del 26 de abril, todas las fiscalizaciones que realice la DT van a considerar esta materia para verificar si se está cumpliendo la reducción".
No obstante, desde el sector privado cuestionan la interpretación. En ese sentido, la presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago, María Teresa Vial, indicó que "La DT interpreta de manera restrictiva la reducción de la jornada máxima semanal, limitándola a una disminución total de 1 hora, cuyo principal objetivo es la adecuación de la estructura empresarial a esta modificación legal, en 1 día a la semana, considerando que la propia Ley no establece esa distinción".
Misma línea tomo el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, José Pakomio, quien afirmó que "a una semana de la entrada en vigencia de varias de las disposiciones de ley de 40 horas, vemos que nuevamente la autoridad administrativa impone un criterio que va más allá de la ley".
Ante las interpretaciones que defiende el mundo privado, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), valoró el dictamen de la DT. El secretario general de la CUT, Eric Campos, precisó que "evita la trampa de cientos de empresarios que lo estaban haciendo mal y no siguiendo el ejemplo de otros empresarios que sí estaban aplicando el espíritu de la ley".
Lo propio dijo Juan Pablo Swett, presidente de la Multigremial Nacional, quien indicó que "nunca se conversó ni se dijo en las discusiones del proyecto que las bajas anuales debían materializarse en un solo día. Claramente habrá una mayor judicialización y una instrucción así por parte de la DT no reconoce la flexibilidad que tenía el espíritu del proyecto de que esto fuera en el mediano plazo".
Ante las interpretaciones que defiende el mundo privado, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), valoró el dictamen de la DT. El secretario general de la CUT, Eric Campos, precisó que "evita la trampa de cientos de empresarios que lo estaban haciendo mal y no siguiendo el ejemplo de otros empresarios que sí estaban aplicando el espíritu de la ley".
Campos, quien se refirió al dictamen como "antitrampa", agregó que "esperamos que con esto se respete el sentido original del proyecto y que la gente descanse efectivamente al menos un día, una hora de descanso, una hora menos de trabajo en al menos uno de los cinco días".
El fin de semana, la ministra Jara volvió a ratificar la visión del Gobierno apoyada en la DT y señaló sobre la reducción que "se hizo con esta gradualidad porque hay que recordar que como asumimos el gobierno hace un par de años y este proyecto logró un espacio de acuerdo, todavía recibimos la economía con muchas dificultades, con una inflación muy alta -casi del 14% en agosto de 2022-, que ahora se ha ido regularizando, pero sin duda son temas que había que tener a la vista y para eso hay que cuidar el empleo y los salarios".
Y puntualizó que "lo que no puede ocurrir que alguien diga minutos porque ahí se vulnera el espíritu del acuerdo y la ley [...] No me imagino un trabajador que estuviera de acuerdo con que se le redujera su jornada en minutos, entre otras cosas porque en Chile la jornada es de 45 horas a la semana, no de minutos, no de segundos, no de suspiros, sino que de 45 horas a la semana".
Sin embargo, la arremetida privada no se quedó en lo legislativo y entregaron datos este martes. Esto, pues la Cámara de Comercio de Santiago realizó una encuesta aplicada a 118 asociados al gremio para conocer la forma en que las empresas se adaptarán a la ley. Un 46% de las empresas consultadas optaron por reducir una hora un día a la semana, mientras un 24% insiste en dividir la hora de manera proporcional durante todos los días que dure la jornada,
Por otra parte, Jara reafirmó que el espíritu de la ley no radica en una rebaja en la remuneración sino que precisamente el trabajo adquiera una revalorización monetaria independiente de la disminución de la jornada.
Sin embargo, la arremetida privada no se quedó en lo legislativo y entregaron datos este martes. Esto, pues la Cámara de Comercio de Santiago realizó una encuesta aplicada a 118 asociados al gremio para conocer la forma en que las empresas se adaptarán a la ley.
Según el sondeo que informó Emol, un 46% de las empresas consultadas optaron por reducir una hora un día a la semana, mientras un 24% insiste en dividir la hora de manera proporcional durante todos los días que dure la jornada, en otras palabras, 12 minutos por día. Asimismo, un 9% adoptará medidas mixtas.
Respecto a la implementación de la reducción de jornada, la mitad de las empresas señala ya haberla implementado, mientras el resto esperará al viernes para dar inicio a la reducción.
La problemática del artículo 22
Antes del dictamen que la DT emitió sobre la forma en que debía aplicarse la primera reducción horaria, un primer punto de interpretación se gestó sobre los trabajadores contratados bajo el artículo 22, quienes no tienen una jornada laboral definida.
En ese entendido, un dictamen de la DT redujo las condiciones para la contratación bajo este articulado lo que también encendió el debate respecto a su implementación, pues desde el organismo se busca reservar este tipo de contratación para casos excepciones y evitar un uso indebido de la norma, por ejemplo, es el pago de horas extraordinarias.
En ese contexto, la ministra Jara planteó que "más que una excepción se constituyó en una fuente de uso y abuso, donde mucha gente sin jornada lo que hace es estar todo el tiempo a disposición de los empleadores. Ahora bien, quienes entren a ser regulados por la jornada y realicen turnos, esos turnos extras se les tienen que remunerar de acuerdo a las horas extras como están hoy establecidas en la ley".
"Van a seguir habiendo dos tipos de trabajadores que podrían estar excluidos de jornada: Los de la alta gerencia y aquellos que, por la naturaleza de la función que desarrollan, no son sujetos de fiscalización", agregó la secretaria de Estado.
Con todo, el conflicto se generó respecto a los criterios de exclusión de jornada laboral, los que se estiuplan para los trabajadores en cargos de generancia y de administración, como también, para aquellos que trabajan sin fiscalización superior inmediata. Este último punto es el conflcitivo, pues ha levantado distintas interpretaciones.
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Y la reducción de jornada de
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