Este artículo es parte del newsletter exclusivo La Semana del pasado sábado 26 de agosto de 2023, y ahora se comparte para todos los lectores.
La semana pasada la atención mundial se centró en África, como tal vez nunca antes.
Desde luego, la reunión de los BRICS en Johannesburgo, Sudáfrica, iluminó el mapa del continente, pues ahí tuvo lugar la 15° Cumbre de estos países, quienes decidieron una inédita expansión, la cual puede significar un rebaraje significativo del poder mundial. A Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (los que dan el acrónimo brics), se sumaron seis países clave -por sus tamaños y relevancia regional- de las esferas de influencia de los países originales del conglomerado. Con esto, los once países del BRICS suman el 50% de la población mundial y 30% de su PIB.
En Asia se integraron Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, en África; Egipto y Etiopía, y en América Latina; Argentina. Además, el conjunto de BRICS -cuando se ratifique el ingreso de los nuevos miembros, el 1° de enero de 2024- congregará a 6 de los 15 mayores productores de petróleo, en un contexto en que estas potencias han decidido avanzar más rápido en la creación de un sistema monetario de intercambio comercial entre ellos que prescinda del dólar, estando entre las primeras ideas (no oficiales) la creación del 'R5', una moneda que alude al real brasileño, al rublo ruso, a la rupia india, al renminbi chino y al rand sudafricano.
Todos estos movimientos tienen impactos regionales de amplio alcance, como pasa con la integración de las potencias petroleras asiáticas, considerando, además, que hasta hace muy poco sauditas e iraníes no tenían relaciones diplomáticas plenas, lo que se subsanó mediante acuerdos propiciados por los chinos. También la Cumbre BRICS implicó el reencuentro entre Xi Jinping y Narendra Modi, donde por primera vez ambos líderes abordaron las diferencias e incidentes territoriales que hay entre China e India.
La integración de Argentina supone un reforzamiento de los lazos argentino-brasileños. Algo que puede terminar siendo un elemento clave en la elección presidencial argentina, pues Javier Milei quiere para los argentinos un camino en la dirección contraria a la que va BRICS; la dolarización. Con esto, la contienda puede volverse un plebiscito entre atarse a Estados Unidos (y el FMI) con Milei y/o Patricia Bullrich (centro-derecha), o hacerlo con Brasil y China, de la mano de Sergio Massa, el candidato oficialista. Algo que podría cambiar la gramática de esta elección, en la que -hoy por hoy- los peronistas van a pérdida.
En África, el impacto se da por la integración de Egipto al norte, probablemente el país árabe más relevante en términos políticos y culturales, y Etiopía, en el centro del continente, el único estado africano que no fue colonizado por los europeos. Sumados a Sudáfrica, el continente empieza a hilvanar sus amplias subregiones en torno a BRICS.
En el caso de América Latina, la integración de Argentina supone un reforzamiento del Mercosur y de los lazos argentino-brasileños. Algo que puede terminar siendo un elemento clave en la elección presidencial argentina, pues el candidato anarcocapitalista, Javier Milei, quien va puntero, quiere para los argentinos un camino disruptivo y en la dirección contraria a la que va BRICS; la dolarización. Con esto, la contienda puede volverse un plebiscito entre atarse a Estados Unidos (y el FMI) con Milei y/o Patricia Bullrich (centro-derecha), o hacerlo con Brasil y China, países que son los principales socios comerciales de Argentina, de la mano de Sergio Massa, el candidato peronista y oficialista. Algo que podría cambiar la gramática de esta elección, en la que -hoy por hoy- los peronistas van a pérdida.
Pero, la importancia de África no está sólo en que puso el escenario de la 15° Cumbre de los BRICS y el ingreso de egipcios y etíopes al bloque, sino porque el mayor punto de inestabilidad mundial probablemente hoy no esté en Ucrania, sino que en la zona del Sahel, en la parte occidental del continente, al sur del Sahara, donde podría iniciarse un conflicto regional armado que termine enfrentando a Níger, Mali y Burkina Faso, con algunos países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental que mantienen lazos de fidelidad con Francia y Estados Unidos.
Recientemente Níger ha exigido la expulsión de embajadores occidentales, mientras, al menos Francia, no reconoce la autoridad de los golpistas nigerinos para expulsar a su representante, mientras se preparan tropas en estado de máxima alerta, en ambos lados de las fronteras de este país del Sahel.
Se trata, entonces, de un conflicto que eventualmente podría causar una confrontación proxy entre potencias BRICS (Rusia y China) con potencias OTAN (Estados Unidos y Francia), con consecuencias migratorias incluso más agudas que las de la guerra en Ucrania -que ya tiene 6,3 millones de personas desplazadas fuera del país-, y con un probable renacer de la retórica anticolonial en todo el continente africano.
La importancia de África no está sólo por el ingreso de egipcios y etíopes al bloque, sino porque el mayor punto de inestabilidad mundial probablemente hoy no esté en Ucrania, sino que en la zona del Sahel, en la parte occidental del continente, al sur del Sahara, donde podría iniciarse un conflicto regional armado que termine enfrentando a Níger, Mali y Burkina Faso, con algunos países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental que mantienen lazos de fidelidad con Francia y Estados Unidos.
Es en ese escenario en que muere seguramente asesinado Yevgeny Prigozhin, junto a otras nueve personas, luego de que su avión particular cayera en las cercanías de Moscú, producto de una explosión en su interior, según los primeros análisis. Esto, luego de que se hayan reportado acercamientos de extraños a la nave antes de su despegue.
En Occidente, y muchos en Rusia, creen que se trata de un asesinato ordenado por Vladimir Putin, en represalia por el motín que Prigozhin organizó junto a su fuerza militar privada, PCM Wagner, justo hace dos meses atrás, tal como lo sugirió el presidente estadounidense Joe Biden, quien dijo: "No tengo información concreta sobre lo que ha sucedido, pero no me sorprende. No hay mucho que pase en Rusia en lo que Putin no esté detrás, pero no tengo suficiente información para saber la respuesta".
Razones para creer que Putin está detrás hay de sobra.
El motín hizo ver débil al presidente ruso, en especial porque la solución encontrada fue la llegada de Prigozhin y sus leales a Bielorrusia, sin consecuencias penales para nadie, lo que dejaba en la impunidad el caso de 15 militares rusos leales al Kremlin, quienes perdieron la vida por el derribo del avión en que viajaban, en manos de los 'wagneritas' rebeldes. Además, la rebelión significó un riesgo vital para la operación militar de Rusia en Ucrania, dada la posibilidad de que se cortase la verticalidad del mando en las tropas rusas. Muchos recuerdan las propias palabras de Putin pronunciadas antes del motín, con las que afirma que puede perdonar todo, "salvo la traición".
También para Putin es conveniente la muerte de Prigozhin, justamente por África y la estrategia rusa en el continente. Esto, porque el líder de Wagner, lejos de exiliarse en Bielorrusia -y ya que no había órdenes judiciales rusas en su contra-, continuó con sus actividades en Rusia, buscando abrir negocios... justamente en una África que empieza a ser convulsa.
De tal modo, durante la reciente Cumbre Rusia - África en San Petersburgo -donde es original Prigozhin y donde Wagner tiene sus cuarteles centrales-, este líder militar desafió nuevamente a Putin, y buscó generar acuerdos por fuera del control estatal ruso con líderes militares africanos, necesitados de movilizar recursos ante una guerra en ciernes. El último video de Prigozhin antes de morir fue justamente en África, al parecer en alguna parte de Mali, donde juega con mantener su poder autónomo. Es decir, a ojos de la autoridad rusa, se trata de un agitador que solo desestabiliza la posición oficial en África, sin que Rusia haya decidido intervenir militarmente en el conflicto, al menos, mientras tenga abierto el de Ucrania.
También para Putin es conveniente la muerte de Prigozhin, justamente por África y la estrategia rusa en el continente. Esto, porque el líder de Wagner, lejos de exiliarse en Bielorrusia -y ya que no había órdenes judiciales rusas en su contra-, continuó con sus actividades en Rusia, buscando abrir negocios... justamente en una África que empieza a ser convulsa.
El Kremlin niega las acusaciones y las tacha de "mentiras", mientras que Putin lamentó las muertes y señaló que "estas personas han hecho una contribución significativa a nuestra causa común en la lucha contra el régimen neonazi". Asimismo, el mandatario ruso describió a Prigozhin (a quien dijo que conocía desde los 90, un dato que antes solo era un rumor) como "un hombre de destino difícil" que "cometió errores en la vida y logró los resultados necesarios tanto para él como para -cuando le pregunté al respecto- por una causa común, como en estos últimos meses" y lo calificó como "un hombre talentoso, un hombre de negocios talentoso. Trabajó no solo en nuestro país, sino también en el extranjero, en particular en África. Allí se dedicaba al petróleo, al gas, a los metales preciosos y a las piedras. Ayer mismo estuvo aquí, hasta donde yo sé, regresando de un viaje de África. Se reunió con algunos funcionarios aquí".
Por otro lado, a través de los canales de Telegram, varios militares de Wagner, que perdieron además a otros dos importantes oficiales, no culparon a Putin, ni sugirieron que él estaba detrás de esto, sino que apuntaron a Serguéi Shoigú, el ministro de Defensa ruso, quien desde el principio fue elegido como el gran antagonista de Prigozhin, para evitar un enfrentamiento directo con Putin, incluso durante las horas del motín. Otros, en cambio, culpan a los servicios secretos de Estados Unidos, Reino Unido o Ucrania. Pese a su pesar, no hay señales de que los 'wagneritas' vuelvan a generar inestabilidad en lo inmediato, siendo su futuro incierto en África y Bielorrusia.
Y es que en realidad es larga la lista de quienes prefieren muerto a Prigozhin, en Rusia y fuera de ella. Y también hay otras razones para creer que no fue directamente Putin quien la causó, pese a que parece convenirle, en términos generales.
Entre esos argumentos está el timming del más que probable asesinato, el que se produce justamente cuando se estaba desarrollando la Cumbre BRICS, con Putin sin poder viajar a Johannesburgo por la orden de arresto que pesa sobre él del Tribunal Penal Internacional, de la cual Sudáfrica es parte, lo que refuerza la imagen del presidente ruso como una especie líder del crimen organizado, que sobre él quiere proyectar Occidente. Ese día, dicen los defensores de Putin, el presidente ruso hizo su discurso en BRICS y participó de la conmemoración de los 80 años de la Batalla de Kursk, en dicha ciudad, eventos que perdieron brillo a causa de la muerte de Prigozhin.
Otros pocos, pero no tan pocos, simplemente no creen que el verdadero Prigozhin esté entre los muertos, pues ya una vez lo dieron por muerto en un accidente aéreo, y cuando viaja siempre toma resguardos, como inscribir su nombre en varios vuelos y cambiar de aviones de manera repentina.
En tanto, otros analistas dicen que el derribo de un avión civil con tripulación ajena al target, sobre territorio ruso poblado, a plena luz del día, no corresponde a los métodos de 'trabajo' de los servicios secretos rusos. En esa línea está el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, quien dijo; "no puedo decir quién lo hizo. No voy a hacer de abogado ni siquiera de mi hermano mayor. Pero conozco a Putin [...] Por eso no puedo imaginar que lo ha hecho Putin, que Putin sea culpable". El aliado de Putin dijo además que éste es "una persona calculadora, muy tranquila e incluso lenta a la hora de adoptar decisiones sobre cuestiones menos complejas" y que el atentado es “no profesional, excesivamente burdo”. Finalmente, Lukashenko contó que sabía de complots de terceros para asesinar a Prigozhin, y que los informó a Putin.
Asimismo, hay unos pocos que creen que esto pudo ser un accidente, eventualmente causado por la explosión de material bélico mal manejado que iba transportado en el avión privado de Prigozhin.
Y otros pocos, pero no tan pocos, simplemente no creen que el verdadero Prigozhin esté entre los muertos, pues ya una vez lo dieron por muerto en un accidente aéreo, y cuando viaja siempre toma resguardos, como inscribir su nombre en varios vuelos y cambiar de aviones de manera repentina.
[ARTÍCULOS RELEVANTES SOBRE EL TEMA]
- La reunión de los BRICS atrae un interés mundial que no se habia visto en años, de Lynsey Chutel, en The New York Times.
- ¿Qué son los BRICS, qué países quieren unirse y por qué? de Reuters.
- Nacimiento de una nueva era: el rol de los BRICS en la revisión de las relaciones internacionales, de Vladir da Silva Bezarra en Sputnik.
- Wagner hace que "África sea aún más libre", dice Prigozhin en el primer video posterior a la rebelión, de Pjotr Sauer en The Guardian.
- ¿Quiénes son los otros líderes del Grupo Wagner que se dan por muertos en el accidente aéreo? de Helen Livingstone y Pjotr Sauer, en The Guardian.
- Podcast de Danny Haiphong donde Scott Ritter se refiere a la muerte de Prigozhin.
- ¿Yevgeny Prigozhin está realmente muerto? No todos están convencidos, de Andrew Roth en The Guardian.
- Yevgeny Prigozhin, el loco que se amotinó contra Putin ¿ha encontrado su fin? de la edición Rusia de los newsletters de The Guardian.
- Putin destituye a Serguéi Surovikin, el general vinculado a Prigozhin, por Javier G. Cuesta en El País.
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